La Justicia condenó hoy a prisión perpetua a Claudio “Morocho” Mansilla, el último prófugo de la cárcel de Piñero en ser recapturado un año después de la fuga, un hombre que sembró terror en las calles de Santa Lucía, como líder de una asociación ilícita que instigó crímenes desde la cárcel.
La condena fue dictada por el tribunal integrado por los jueces Gonzalo Fernández Bussy, Rodrigo Santana y Aldo Bilbao Benítez. Los magistrados también le dieron prisión perpetua a Ulises Oviedo, otro integrante de esta violenta banda criminal, mientras que Claudio Saúl Gómez recibió una pena de 29 años de prisión. Otras cuatro personas fueron condenadas como integrantes de la asociación ilícita.
Los jueces resolvieron por unanimidad condenar a Mansilla a prisión perpetua en carácter jefe de la asociación ilícita e instigador de los homicidios de Sergio Birri y Mauricio Gómez. Ulises Oviedo recibió la misma pena pero como autor material del homicidio de Mauricio Gómez, agravado por precio o promesa remuneratoria.
Carlos Saúl Gómez recibió una pena de 29 años de prisión en carácter de miembro de la asociación ilícita y autor del homicidio de Matías Enríquez y de la tentativa de homicidio de David V. Los jueces absolvieron a Gómez por el homicidio de Birri, debido a que la fiscalía desistió de su acusación durante el transcurso del juicio.
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Claudio Morocho Mansilla fue buscado por Interpol tras fugarse de la cárcel de Piñero.
Ezequiel Romero resultó absuelto por falta de prueba en el homicidio de Birri y fue condenado a 6 años de prisión como miembro de la asociación ilícita. Y Alfredo Salva Celis, Iván Chávez y Maximiliano González fueron condenados como miembros de la asociación ilícita a 4 años los dos primeros y a 6 Chávez.
Mansilla cobró notoriedad tras la espectacular evasión del 27 de junio de 2021 de la cárcel de Piñero, cuando ocho presos con apoyo externo se escaparon a tiros. Una fuga osada por la que en marzo se pidieron hasta 26 años de cárcel para los fugitivos y sus asistentes. Para Morocho, jefe del pabellón, solicitaron 11 años y 3 meses. Fue el último de los evadidos en caer. Lo detuvieron en junio del año pasado en un dúplex de barrio Fontanarrosa.
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Durante su ausencia había sido condenado a 25 años de prisión por los asesinatos de Kevin Nieri y Leonel Bubakar Aw Borda, dos jóvenes de 16 y 18 años acribillados la noche del 23 de septiembre de 2018 cuando fueron emboscados en un pasillo de Lima al 2100. Según la condena, Morocho sospechó que las víctimas trabajaban para una banda rival y los culpaba por un ataque a tiros que había sufrido junto a su pareja dos días antes, en la entrada al mismo pasillo.
Derivado a Ezeiza tras su recaptura, Mansilla comenzó a acumular acusaciones. En septiembre pasado fue imputado como jefe de una asociación ilícita. Un mes antes había sido condenado en la Justicia federal con algunos de sus soldados a 12 años de prisión como jefe de una organización dedicada al comercio de estupefacientes con base en barrio Santa Lucía.