Un grave atentado incendiario se registró este jueves a la mañana frente a la seccional 12ª, ubicada en Solís y Casilda, en barrio Ludueña. Una persona aún no identificada le prendió fuego al automóvil de una mujer policía que trabaja en el lugar y las llamas también afectaron a otros tres vehículos, entre ellos el de otro policía.
El vehículo que pertenece a la mujer policía es un Volkswagen Gol Trend, que estaba estacionado frente a la dependencia policial y que resultó completamente destruido por las llamas. Al lugar acudieron los Bomberos Zapadores, pero el incendio terminó destruyendo el vehículo.
Según precisó el periodista Maximiliano Klanjscek de LT8, quien acudió al lugar, las llamas que se iniciaron en el Volkswagen Trend se expandieron y también afectaron a otros tres autos que estaban estacionados en el lugar: un Chevrolet Cruze, un utilitario Peugeot Partner (vehículos que estaban secuestrados, según trascendió) y un Chevrolet Corsa, este último auto también perteneciente a un agente policial, pero que pudo ser rescatado a tiempo del fuego y fue el vehículo que sufrió daños si se quiere menores.
Por este hecho, la policía demoró a tres jóvenes, entre ellos un menor de edad, que quedaron a disposición del fiscal en turno.
Comisaria 12 de Solis y Casilda..mp4
@maxiklan
En declaraciones al programa "El primero de la mañana", las madres del menor y la de uno de los mayores aseguraron que ninguno de ellos tuvo que ver con el incendio frente a la seccional 12ª. Las dos mujeres permanecían esta mañana frente a la dependencia, esperando novedades sobre sus hijos. En ese marco, hablaron con LT8.
"Mi hijo estaba acostado y a su casa llegó un amigo a decirle que le habían robado sus zapatillas, la gorra y el celular. Entonces él, su hermana y una amiga acompañaron al chico y en Barra y Gorriti lo detuvo la policía. MI hijo jamás había pisado una comisaría y no tiene nada que ver con todo esto”, expresó la mamá del detenido mayor de edad.
En tanto, la madre del menor contó que su hijo "tiene una discapacidad que le afecta un brazo, más una traqueotomía por una obstrucción en un pulmón y una operación en la panza. La policía dice que los detenidos corrían pero mi hijo no puede correr, ni siquiera caminar, salvo que se lo tome del brazo y se lo lleve despacio”. En las próximas horas, la fiscalía iba a disponer si los sospechosos permanecerán detenidos o recuperarán la libertad.
Antecedente
La seccional de barrio Ludueña ya fue blanco de violentos ataques. El último sucedió en la madrugada del 19 de febrero del año pasado. Según se informó en ese momento, dos individuos en moto abrieron fuego contra al dependencia de Casilda y Solís. Al menos 10 disparos impactaron contra el frente de la seccional y otros 5 contra un móvil policial estacionado en el lugar.
De acuerdo a lo que se pudo reconstruir en ese momento, los autores del ataque fueron dos "gatilleros" a bordo de una motocicleta enduro que pasaron a alta velocidad y rociaron con plomo a la comisaría. Pese a la feroz balacera, no se registraron heridos. Cinco disparos dieron contra las paredes de la seccional, cuatro en los vidrios blindados de las ventanas delanteras, uno en la puerta principal y otro cinco impactaron contra un patrullero del Comando Radioeléctrico.
La camioneta alcanzada por los disparos estaba estacionada frente a la comisaría porque el personal a su cargo se había acercado a entregar un acta de procedimiento de una balacera que ocurrió también durante la madrugada en Felipe Moré al 100 bis. Ese mismo domicilio ya había sido atacada dos veces esta semana, un dato que revela la violencia encarnizada que padece la zona oeste del municipio.