El presidente Alberto Fernández acordó con los directivos de la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Industrial Argentina (UIA) conformar un "comité de crisis" para analizar la evolución de la situación económica y social durante el período de aislamiento social. Esa instancia tripartita evaluará, además, la reanudación paulatina de las actividades hoy paralizadas por las medidas de prevención sanitaria.
El jefe del Estado recibió en la residencia de Olivos a la cúpula de la CGT, primero, y a la UIA, después.
"Empezamos a conversar sobre las preocupaciones que tenemos todos para ver cómo podemos, en coordinación de trabajadores, empresarios y estado, ir generando condiciones para ir reincorporándonos en forma paulatina al trabajo, pero protegiendo preventivamente a los trabajadores", dijo el secretario de la CGT, Héctor Daer.
Tras el encuentro de más de tres horas, Daer señaló que le manifestaron "el total apoyo al presidente a las medidas que se han tomado y que se están tomando".
Daer indicó que Fernández ratificó que "el Estado va a hacer todos los esfuerzos necesarios para sostener el funcionamiento del equilibrio social".
El dirigente Carlos Acuña expresó por su parte que también se conversó sobre la manera de evitar que los medios de transporte se constituyan en una fuente de máximo contagio si viajan muchos pasajeros al reanudarse las actividades.
La representación gremial estuvo integrada Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (Uocra), Antonio Caló (UOM), Armando Cavalieri (Comercio), Rodolfo Daer (Alimentación), Hugo Benítez (textiles) y Carlos Frigerio (cerveceros).
Luego el presidente recibió a la cúpula de la Unión Industrial Argentina, con la que analizó la necesidad de acelerar la provisión de liquidez por parte de los bancos. Los industriales llevaron las quejas por las trabas que ponen muchas entidades para sostener los descubiertos y habilitar la línea de préstamos para pagar sueldos que instrumentó el Banco Central.
Mientras el comité de crisis tripartito toma forma, la conducción nacional de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que lidera Hugo Godoy, reclamó "un mayor aporte de quienes más tienen" en medio de "una crisis que aumenta las desigualdades".
El sindicato ratificó la necesidad de fortalecer "el Estado al servicio del pueblo ante los embates de quienes alientan la reducción del gasto público, las patronales que despiden y los formadores de precios que incrementan el valor de los alimentos".
"El país ya estaba sumergido en un cuadro de alarmante pobreza y desigualdad (37,9 por ciento y 8,4 por ciento de indigencia al cuarto trimestre de 2019), luego de cuatro ominosos años de gestión macrista", puntualizó Godoy en un documento.
"Mientras el cuadro social se agravó año a año, a las 200 principales empresas y las 50 fortunas familiares no les fue tan mal", puntualizó Godoy. Esas fortunas suman u$s 57 mil millones de dólares.
"Entre 2015-18 la cúpula empresaria aumentó sus ventas un 205 por ciento, mientras millones de argentinos cayeron en la pobreza. Y las compañías de energía, gas y agua lo hicieron en un 1.036,5 por ciento. "Esas obscenas fortunas no deben aportar a una colecta solidaria sino que tienen que poner en serio para superar la emergencia, hay que establecer un impuesto específico", puntualizó el dirigente gremial.