Los ecos de la derrota de Boca ante Racing en el Monumental y la eliminación del equipo xeneize de los playoffs del torneo Clausura no se apagan. El resultado traerá inevitables consecuencias en el equipo que preside Juan Román Riquelme y uno que puede pagar los platos rotos es el técnico, que es rosarino.
Es que en Boca nadie parecía ni siquiera pensar en la posibilidad de una derrota ante Racing por las semifinales del torneo Clausura. Pero ocurrió y el equipo dirigido por el rosarino Claudio Ubeda se quedó así sin la posibilidad de pelear por el título del Clausura.
El gol de Adrián "Maravilla" Martínez no sólo dejó boquieabiertos a los boquenses, sino que además los privó del sueño del campeonato. Fue una desilusión grande, que profundiza el desencanto por la cosecha del equipo en los últimos años: desde que Riquelme preside al club, hace tres años, Boca todavía no ganó ningún título.
Las frustraciones de Boca
De hecho, este año ya había sufrido otras grandes desilusiones al quedar afuera de la Copa Libertadores en la fase previa (ante Alianza Lima), del torneo Apertura (en los octavos de final ante Independiente) y el Mundial de Clubes (en la fase de grupos, con un doloroso empate ante un equipo amateur de Nueva Zelanda). Ahora Racing le sumó una nueva frustración a los xeneizes.
En Boca hay mucho ruido por la producción del equipo ante Racing. En el segundo tiempo no pateó nunca al arco y por si fuese poco Ubeda cometió un error gravísimo: cuando faltaba un buen rato para el final del partido, sacó al mejor jugador del equipo (Changuito Zeballos), un cambio que la Bombonera reprobó en el acto y que hasta algunos jugadores, como Leandro Paredes, desaprobaron sin disimulo en pleno partido.
Ubeda parecía número puesto
Ubeda parecía tener todo encaminado para renovar su contrato y seguir como técnico de Boca en 2026 y de hecho ya estaba preparando la pretemporada. El equipo venía de cinco victorias consecutivas y muchos lo daban como el gran candidato a quedarse con el título. Un periodista porteño llegó incluso a compararlo con Lionel Scaloni. Sin embargo, la eliminación del equipo y sobre todo el error que todo Boca condenó lo dejaron en la cuerda floja.
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El rosarino quedó a cargo del equipo tras la muerte de Miguel Russo, de quien era el principal ayudante. Ahora su continuidad está en veremos, y en Boca se espera que pronto haya novedades. En el club nadie parece decidido a apostar por la continuidad de Ubeda. ¿Seguirá?