Un punto. Esos que se miran con desprecio por conseguirlo en cancha propia. De los que se aceptan una vez que se analiza lo que pasó sin la adrenalina del minuto a minuto, cuando parece que es posible ganar en todos los acercamientos al arco. Y Newell's pudo vencer en la primera parte al repartir el juego protagónico, pero no después del descanso, y ni hablar cuando se quedó con uno menos con media hora por jugarse. Y ahí está el punto de inflexión. Por eso el empate termina como una noticia que no es mala. No conforma, es cierto, pero el hincha hoy debe entender que la debe valorar: mientras sume.
El cero del primer tiempo se dio más por imprecisiones y escasa puntería que por falta de interés de romperlo. Y los dos equipos tuvieron sus chances. Claro que las más claras estuvieron en los pies de los visitantes, pero en cantidades se dieron parejas.
Es que fueron y vinieron. Ninguno se guardó ni temió por lo que pudiera pasar, obviamente con Newell's haciendo el mayor esfuerzo por ser local y porque es la forma con la que suple la mayor jerarquía de equipo que hoy muestra Godoy Cruz, que mueve la pelota con mayor precisión, como lo hicieron Giménez (por algo tiene el 10) y el Morro García.
En el repaso de jugadas se ve la paridad. La primera leprosa fue un cabezazo apenas alto de Bianchi, pasado el minuto tras un tiro libre de Figueroa. La respuesta del Morro a los 3', desde afuera del área, quedó en poder de Pocrnjic en dos tiempos.
El primer sacudón también favoreció al rojinegro con una gran apilada de Torres, primero entre dos rivales, después entre tres, pero con el zurdazo no pudo vencer a Burián. Iban 18' y la hizo el más desequilibrante del local, el incisivo. Pero a los 25' Ramis contestó con un tiro desde lejos cerca del palo izquierdo. Y la paridad siguió en el ida y vuelta con una doble jugada rojinegra (31'), cuando Leal no pudo resolver al quedar casi mano a mano con el arquero y del córner un nuevo cabezazo de Bianchi quedó en las manos del arquero en la línea. Es que el Morro García cinco después exigió a una tapada providencial de Pocrnjic y tres minutos después todavía no se puede entender cómo Garro la tiró tan arriba entrando solo por izquierda.
En la parte final las jugadas se transformaron más en pelea. En algunas piernas fuertes, en reclamo por amarillas sacadas y en la roja que vio el rojinegro Braian Rivero en dos minutos y como consecuencia de dos amarillas, la primera por falta a García y al toque por arrojarse al piso y frenar la pelota con la mano. Y al quedar con diez todo se le complicó a Newell's. Igual Llop no tiró al equipo atrás y lo metió a Guevgeozian al lado de Cabrera, después puso a Fértoli por el pibito. Y a aguantar atrás pero sin olvidarse de mirar al arco de enfrente.
Pero claro, si con once le cuesta no hay mucho que imaginar con uno menos. Entonces, en los últimos veinte minutos Newell's quedó más expuesto, pero al menos no lo terminaron lastimando como le sucedió en el partido de la Copa Argentina, que ante el mismo rival lo perdió en la última. Esta vez le quedó a González y tapó Pocrnjic y casi sobre el silbato final la de Pol Fernández cruzó todo el arco de derecha a izquierda y se fue sin lastimar. El equipo rojinegro no lo hubiese merecido. El empate en cero le dio el quinto punto en el torneo. Lo mantuvo sin perder de local, le tiene que servir para seguir mejorando en busca de un mayor caudal de fútbol. Esa será la forma de que los triunfos empiecen a llegar seguido y no esporádicamente como por ahora.