Tras las dos semanas de trabajo que los canallas llevaron a cabo en Costa Rica, Bauza cuenta con un material mucho más fino y preciso para los primeros análisis. Lo que dejó el paso del plantel por Centroamérica
Tras las dos semanas de trabajo que los canallas llevaron a cabo en Costa Rica, Bauza cuenta con un material mucho más fino y preciso para los primeros análisis. Lo que dejó el paso del plantel por Centroamérica
Tras dos semanas de trabajo en Costa Rica (el grupo había vuelto a los entrenamientos siete días antes), Edgardo Bauza cuenta con un diagnóstico mucho más fino sobre lo que tiene y lo que necesita para encarar la nueva temporada. El fortalecimiento en lo físico, el conocimiento del plantel y los minutos de fútbol realizados son algunos de los ítems a partir de los cuales el Patón ya tiene muchas más herramientas para el análisis. Cinco puntos para entender lo que dejaron las dos semanas de trabajo en Centroamérica.
1
Base física
Central viajó a Costa Rica con un objetivo claro: lograr la base física típica de las pretemporadas y en ese punto los integrantes del cuerpo técnico, especialmente el preparador físico Bruno Militano, quedaron más que conformes. Se sabe que los acondicionamientos físicos de un tiempo a esta parte cambiaron, que ya no hay tantos trabajos de fondo, sino un contacto permanente con la pelota. Y es fue lo que buscó Bauza junto a sus colaboradores. Desde el primer día de trabajo en Centroamérica se apuntó a que el esfuerzo sea pronunciado, pero de la misma forma que los futbolistas no pierdan contacto con el balón. Por eso hubo trabajos mixtos en ese rubro. De hecho en el medio de la estadía en tierras ticas el canalla pudo realizar dos encuentros amistosos. Sí hubo dos casos en los que el plan de trabajo quedó a medio camino. Son los casos de Marco Ruben y Matías Caruzzo. El delantero se incorporó al grupo recién en el inicio de la segunda semana de trabajo por cuestiones personales, mientras que el defensor se pegó la vuelta algunos días antes, por motivos similares. No obstante, ninguno de los dos perdió días de trabajo.
2
Rodaje futbolístico
Rápidamente Bauza pudo ver al equipo en acción. Es cierto que la disputa de la Copa Cementos Fortaleza fue uno de los motivos (quizá el principal) del viaje de Central a Costa Rica, pero esos ensayos le vinieron al pelo al Patón para empezar a conocer más en profundidad las características de los futbolistas. Habrá más pruebas de aquí hasta el debut del equipo en la Copa Argentina (el partido ante Juventud Antoniana de Salta se jugará el próximo 2 de agosto), pero el cuerpo técnico ya logró poner en funcionamiento la maquinaria futbolística. La base del equipo fue prácticamente la misma y sólo hubo lugar para algunos pequeños retoques de un partido a otro, por lo que se descarta que el técnico ya tiene una idea más o menos acabada de quiénes son lo que más cerca están de la titularidad cuando la pelota comience a rodar de manera formal. Lo que venga de aquí en más, con un tiempo de trabajo todavía bastante largo por delante, será la puesta a punto y la búsqueda de la mejor versión.
3
Amistosos ganados
Hay infinidad de ejemplos en los que un equipo vuela en los amistosos y después no da pie con bola en la competencia oficial y viceversa. Pese a ello, Bauza fue claro en su apreciación: "Ganar siempre es importante", le dijo a Ovación antes de emprender el regreso hacia Rosario. Desde ese punto, hubo un saldo positivo, atendiendo, por supuesto, la endeblez de Alajuelense y Cartaginés, los dos equipos costarricenses que enfrentó. Haber empatado o perdido alguno de ellos seguramente no le hubiera cambiado el análisis al Patón, pero quizá hubiera aparecido un grado de preocupación mayor. De igual forma Bauza debe haber tomado nota de algunos de los varios puntos que quedaron en el debe. "Los amistosos nos sirvieron para ver cómo estábamos parados y ahí pudimos plasmar lo que entrenábamos", abundó el DT canalla, quien desde el primer día intentó meterle un nuevo ADN al equipo, que consta de una mayor cuota de sacrificio, pero sobre todo de orden. Esto es, concentración e inteligencia a la hora de manejar la pelota, pero mucho compromiso a la hora de reagruparse para lograr que no se resquebraje la solidez defensiva.
4
Zampedri arriba, Martínez...
El conocimiento que Bauza tomó sobre todos los jugadores hizo que en algunos casos esas consideraciones se potenciaran. El ciclo del Patón comenzó con fuertes informaciones sobre la posibilidad de que Fernando Zampedri pudiera emigrar, pero en el final de la estadía en Costa Rica el técnico canalla marcó la cancha en ese sentido. "No quiero que vendan a Zampedri, salvo que pongan la plata cash", fue la frase de Bauza. ¿Qué pasó en el medio? El delantero causó una muy buena impresión en el cuerpo técnico. Se mostró activo y compenetrado en todos los entrenamientos, pero mucha mejor impresión causó en el cuerpo técnico en los dos amistosos disputados. El entrerriano marcó tres goles en dos partidos y eso lo potenció aún más. Distinta parece ser la situación de Martínez, por quien hay ofrecimientos (ver aparte). Caramelo puede jugar tanto de volante como de marcador central, pero es un hecho que Bauza está buscando un refuerzo en la zona de volantes, lo que relegaría un poco más al ex Unión. Por eso tal vez se intente avanzar con algunos de los clubes que se mostraron interesados.
5
Solidificación del grupo
En pretemporadas tan largas, pero especialmente fuera del ámbito habitual de trabajo, lo que se busca es no sólo formatear la parte física y futbolística, sino solidificar el espíritu del grupo. En ese sentido hubo un análisis también positivo. Sin la existencia de inconvenientes ni contratiempos, los canallas pudieron trabajar durante dos semanas pensando pura y exclusivamente en Central. La convivencia fue buena y eso colaboró. Quizá a quienes más les sirvió fue a Gonzalo Bettini, Matías Caruzzo y Josué Ayala, los tres futbolistas que llegaron como refuerzos y que buscaron meterse rápidamente en un grupo que ya venía armado y trabajando desde hace un tiempo. Y hasta al cuerpo técnico le sirvió mucho esta convivencia lejos de los espacios comunes y ya ultra conocidos como lo son los rincones del predio de Arroyo Seco. En estas dos semanas que pasaron tanto Bauza como sus colaboradores pudieron prestar atención y sacar conclusiones, no sólo de las cosas que acontecieron en el campo de juego en cada entrenamiento, sino de la forma en la que se movió el grupo desde el desayuno hasta la cena.
Lovera se suma al grupo