Luego de más de una hora de idas y vueltas, finalmente se suspendió el partido entre Argentina y Brasil, por falta de iluminación en el estadio del Bicentenario, en Resistencia, Chaco.
Luego de más de una hora de idas y vueltas, finalmente se suspendió el partido entre Argentina y Brasil, por falta de iluminación en el estadio del Bicentenario, en Resistencia, Chaco.
El vocero fue el dirigente de AFA Germán Lerche, al salir del vestuario del árbitro chileno. "Se esperó un tiempo prudencial y no se pudo solucionar el desperfecto lumínico del estadio. Así que se suspendió el cotejo, mñana no se puede jugar porque debemos devolver a los jugadores a los clubes", dijo escuetamente el titular sabalero a cargo de la selección.
No hay fecha tentativa para que se juegue el encuentro.
El cotejo, desquite del Superclásico de las Américas, estaba pautado para las 22, pero varias torres de iluminación del estadio chaqueño del Bicentenario perdieron la luz de sus focos.
El árbitro chileno Enrique Osses determinó, a las 22.37, que los jugadores que trataban de mantener el clima competitivo con movimientos en el campo semioscuro volvieran a los vestuarios para tomar una determinación final a las 23.
Así, entre silbidos del público que se había congregado, culminó una larga espera y conciliábulos entre organizadores, técnicos, jugadores y árbitros.
Tanto la selección argentina como la brasileña coincidieron en que en algunos sectores del campo la visibilidad no era la óptima y así no se podía jugar.
El seleccionado argentino, integrado por jugadores del medio sudamericano, buscaba desquitarse de Brasil, que ganó en la ida en Goiania hace dos semanas, ahora en Resistencia, Chaco, por la revancha del Superclásico de las Américas.
El encuentro, en el estadio Bicentenario (del club Sarmiento chaqueño), iba a ser arbitrado por el chileno Enrique Osses. Poco después de las 22, el juez reunió a todos los jugadores en el centro del campo y se decidió postergar el cotejo porque la visibilidad no era la óptima pero con la promesa de que con el correr de los minutos todo llegaría a la normalidad.
El DT argentino había definido el equipo titular a último momento y volvió a apostar por los mismos 11 de Goiania (un 5-3-2), dando por tierra con el ingreso del volante Walter Montillo para un más ofensivo 4-3-2-1.
En aquella oportunidad, los de Alejandro Sabella se pusieron en ventaja con un gol de Juan Manuel Martínez, pero Brasil lo empató con un tanto de Paulinho, primero, y lo terminó ganando sobre el pitazo final a través de un penal de Neymar.
Argentina tiene puesta la mira en las eliminatorias (el 12 y 16 de octubre jugará ante Uruguay y Chile); y Brasil, en el Mundial que organizará en 2014. Para ambos, así, este compromiso, recuperado el año pasado (ex Copa Roca), representa un banco de pruebas.
El reglamento, de hecho, los obliga a ello: los planteles solamente pueden estar integrados por jugadores de los medios locales (al equipo albiceleste lo asiste un beneficio: cuenta con cuatro futbolistas que actúan en el campeonato brasileño).
"Si de esta selección sacamos cuatro jugadores para el equipo de las eliminatorias, es un éxito", resumió el director de Selecciones Nacionales, Carlos Bilardo.