Ricardo Lunari anticipó que “se verá un sistema que mucho no se utiliza en Newell’s”. Dentro de este esquema, que no develó cuál será para recibir a Tigre este sábado, dijo que quiere que Banega juegue donde se siente más cómodo. “Vamos a tratar de que juegue mas adelante”, indicó.
Es una idea lógica considerando que el volante se desempeña mejor más suelto, cumpliendo el rol de enlace que el de doble cinco, donde lo ubicó Sebastián Méndez en el último partido, ante Argentinos.
El intento del saliente entrenador fue que Banega clarifique el juego desde atrás y que Matko Miljevic se ocupe de crear en campo adversario. Lunari optaría por modificar ese dispositivo y que Banega cumpla la tarea de armador.
“Si Ever encuentra la pelota donde la tiene que encontrar, el equipo va a jugar mucho mejor”, declaró Lunari. Considerando la entrega precisa del mediocampista, su capacidad para meter un pase entre líneas, para habilitar a un compañero y resolver a un toque en espacios reducidos, lo más adecuado para que la Lepra funcione es que sea el enganche.
En definitiva, en “una posición más alta, donde pueda hacer daño”, según precisó el DT.
Porque en el caso de que juegue más atrás, mejora la distribución pero tiene una menor influencia donde mayores complicaciones padece la Lepra para la elaboración de fútbol, cerca del área rival.
Ever Banega, solución para la ofensiva
Lo que Newell’s necesita es el talento de Banega en ofensiva, considerando que el equipo muestra pocas variantes en ataque y le cuesta tener llegadas. Algo que atenta con la posibilidad de convertir. Se refleja en que no tiene goles en los últimos seis partidos.
Más allá del rol de Banega, no quedará atado a un sector de la cancha. Tal cual lo hizo desde que está en Newell’s y fue habitualmente la manija, contó con libertad para moverse y retroceder si es que entiende que en jugadas circunstanciales debe ser el destinatario de la pelota más cerca del arco propio que del contrario.
Es lo suficiente inteligente para entender por dónde desplazarse.
Hace diez años, de volante interno
Lunari utilizó el esquema 4-3-3 en su interinato en Newell’s de hace diez años, con Banega de volante interno derecho, Lucas Bernardi de izquierdo y Hernán Villalba siendo el mediocampista central. En ese momento, existía una idea y postura futbolística inmodificable. Hoy no parece ni que sea la misma posición en la que vaya a jugar Banega ni la disposición táctica.
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El 4-3-3 no es seguro que vaya a utilizarse, si se considera que el DT aclaró que su táctica “hace mucho no se utiliza”. Y ese dibujo táctico fue del Gabriel Heinze hasta no hace tanto, apenas el año pasado.
No será extraño que Lunari pruebe el 4-4-2, que en principio le puede dar un equilibrio a todas las líneas. Al menos en un principio, considerando que el entrenador pretende un crecimiento que, considera, solo puede ser paulatino, siendo que lleva pocos días de trabajo.