Una nueva intervención del VAR incidió en el resultado de Newell’s. El gol que se le anuló a Jorge Recalde contra Atlético Tucumán (0-0) el lunes por la noche, por una posición adelantada de Jeremías Pérez Tica en la jugada previa, desató el enojo de los futbolistas de Newell’s y derivó en que Gabriel Heinze hablara de “injusticias” y de la necesidad de “seguir luchando contra gente que se dice que tiene el poder”. Más allá del enojo por una acción en la que, según la imagen, existía fuera de juego, lo que merece la atención es la rigurosidad con la que se viene aplicando la tecnología en los partidos que disputa el conjunto rojinegro. Una severidad que no pesa sobre mayoría de los clubes.
Desde la comisión directiva de la entidad del Parque existe desconcierto sobre lo que viene sucediendo. Las suspicacias sobre una relación que no fue la óptima en cierto momento con la máxima autoridad de la AFA, Claudio Tapia, y la posibilidad que eso pudo derivar en represalias en contra de Newell’s, fue descartada de raíz. Aseguran que el vínculo que existe con el dirigente es óptimo. Quedó de manifiesto en la recepción que le hicieron en el partido de despedida de Maxi Rodríguez, aparte de otros gestos que tuvieron con Tapia que fortalecieron esa relación, según confiaron.
Esto no implica que no consideren volver a tener conversaciones para que se contemple la situación que atraviesa el conjunto rojinegro. La pretensión no es que el equipo sea favorecido, sino que no sea perjudicado. Siempre planteado en un tono cordial. Hasta enérgico, de ser necesario. Pero no hay interés de generar ningún conflicto cuyas consecuencias puedan llegar a ser impredecibles. En definitiva, no es más que el manejo habitual de todos los dirigentes del fútbol argentino. Confrontar sería una declaración de guerra. Y en la mente de cualquiera sobrevuela el descenso de River, cuyo expresidente Daniel Passarella, lo atribuyó a su pelea con el entonces titular de la AFA, Julio Grondona.
A ninguno le pasa desapercibido los cuestionamientos que les hacen los hinchas a las autoridades del club de no gestionar ante la AFA. Una crítica que se profundizó a partir de que Heinze salió a hablar de “injusticias” y de que le “gusta esta batalla”, dando la impresión que se encuentra luchando en soledad. La posición igualmente de la dirigencia seguirá siendo la misma que se llevó adelante hasta ahora. Ser medida en las palabras en cada aparición pública y hacer los planteos correspondientes.
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Ya en alguna oportunidad se habló con el director nacional de arbitraje de la AFA, Federico Beligoy. Y no fue un encuentro del todo cordial. Pero no es lo que se acostumbra ni lo que se quiere.
Beligoy es la figura que vuelve a resaltar ante cada fallo polémico en contra de Newell’s. De él dependen los árbitros y los responsables del VAR. Ya de por sí es una persona que recibe cuestionamientos, en especial por la forma en que se utiliza la tecnología.
El lunes por la noche, ni el juez de línea Mariano Ascensi, ubicado a metros de Jeremías Pérez Tica, ni el árbitro Leandro Rey Hilfer notaron que el atacante estaba adelantado, en la jugada que finalizó con el gol de Recalde. Mauro Vigliano lo advirtió a través del VAR y se anuló la conquista.
“Si esto vuelve a pasar seguiremos luchando contra las injusticias, que es hermoso y contra gente que se dice que tiene el poder. Me gusta esta batalla”, declaró Heinze. “Lo único que me queda es dar los nombres. Posiblemente el que está haciendo daño a la institución soy yo, y si creo eso daré un paso al costado”, añadió el entrenador, quien le planteó, en términos no tan amigables, lo que viene ocurriendo con las decisiones arbitrales a Chiqui Tapia en la despedida de Maxi. Lo hizo frente a varios testigos.
Heinze no es de callarse. “Cuando vos te equivocás, no pasa nada. Yo me equivoco y a mí me echan”, le cuestionó el entrenador a Fernando Echenique en el partido contra Unión (1-1). Además calificó de “arrogante” a Páblo Dóvalo en el encuentro frente a Lanús (0-1). “Los jugadores son los protagonistas, no son ustedes. Midan un poquito. No sean tan malos”, le planteó a Luis Lobo Medina en el 1 a 1 con Huracán. Según distintas fuentes consultadas, no a todos los jueces les cae bien que Heinze los deje expuestos frente a las cámaras y los grabadores. Quizás por eso el DT hable de la posibilidad de que haya algo en su contra.
Polémica en los últimos 6 partidos
La sucesión de sanciones en contra de Newell’s a través del VAR no se detiene. La tecnología no solo le anuló goles sino que no se le cobró un penal y tampoco se expulsó a un rival por una fuerte infracción en los últimos cinco partidos. En algunos casos se estuvo correcto en los fallos, pero en otros es evidente que no.
En la 20ª fecha, contra Unión (1-1), se anuló un gol de Brian Aguirre por posición adelantada, muy finita, de Ramiro Sordo que fue advertida por el VAR, a cargo de Mauro Vigliano. Y en la 21º, frente a Huracán (1-1), Valentín Sánchez le metió una plancha a Jorge Recalde que merecía la roja. No lo hizo el juez Lobo Medina y Yael Falcón Pérez, responsable del VAR, ni lo llamó.
En la 22ª, ante Gimnasia (2-2), se invalidó un tanto de Jorge Recalde porque Guillermo Ortiz intervino en la jugada previa estando adelantado. El VAR, con Facundo Tello, acertó.
Pero no pasó lo mismo en la 23ª fecha, frente a Central Córdoba (0-2). Es que Jorge Baliño, en el VAR, no alertó al árbitro Silvio Trucco de una mano de Fabio Pereyra dentro de su área tras un tiro de Brian Aguirre.
Y en la 24ª, en el duelo con Independiente (2-0), Recalde se quedó atragantado en el festejo del gol porque el VAR, con Pablo Dóvalo, detectó un golpe con la mano de Angelo Martino a Baltasar Barcia, en la acción que derivó en la conquista.
Con lo sucedido en el Coloso, ante Atlético Tucumán, son cinco los partidos seguidos en los que el VAR influyó en forma determinante en la suerte del rojinegro. Y no siempre lo hizo bien.
Echenique, en la Bombonera
El árbitro Fernando Echenique, al que Gabriel Heinze cuestionó en el enfrentamiento contra Unión (1-1) en el Coloso, fue designado para el partido entre Boca y Newell’s del 24 de julio, a las 21.30. Los asistentes serán Pablo González y Julio Fernández, mientras que el cuarto árbitro será Carlos Córdoba. En el VAR estará Ariel Penel y en el AVAR, Diego Verlotta.