El hockey tiene gran culpa de que Agustina Bouza sea quien es. La delantera de Duendes es una de las grandes exponentes del deporte en la ciudad, ya que con andar silencioso construyó una carrera próspera que incluye no solamente un largo trayecto en Rosario sino también haber recorrido el mundo con Las Leonas, siendo incluso medallista de bronce en el Mundial de Madrid 2006 y uno de los relevos de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Referente de su club y del seleccionado del Litoral, Agustina es además profesora de educación física, nutricionista, columnista de radio y concejala de Rosario. A este último lugar llegó en diciembre, al asumir una banca en el Palacio Vasallo por el frente Cambiemos, el partido que manda a nivel nacional con el presidente Mauricio Macri. Sobre esa nueva y última función, Agustina Bouza charló con Ovación. Hoy, su prioridad es la política, pero el deporte sigue atravesándola permanentemente. No sólo porque no dejó de jugar sino porque como funcionaria integra aquellos sectores que se vinculan con el deporte y la salud y porque sus proyectos hacia ellos se dirigen. A los 30 años, Piki Bouza no les teme a los desafíos: "Cuanto más me decís que no me meta, más me involucro", se sincera. Y admite que mucho de esa decisión de vida tiene que ver con el legado que le generó el deporte. Tanto sabe de ello que por eso afirma que "los clubes de barrio son fundamentales", aunque reconoció que "hay mucho por hacer".
—Tenía una incertidumbre terrible de cómo iba a ser, era un desafío importante para mí. Pero fueron pasando los meses (desde que asumió) y la verdad es que me siento muy bien, el bloque PRO (Cambiemos), mi equipo de trabajo, es un gran grupo, nos complementamos muy bien. Después, en lo que tiene que ver con el Concejo estrictamente, con las diferentes fuerzas políticas, es raro, hay muchos nuevos y muchos jóvenes, la convivencia es linda. El trabajo de territorio y de recorrido es el que más me gusta: ir a los barrios, resolver los problemas de la gente, eso es una satisfacción. Además soy la presidenta de la comisión de Salud y Acción Social y después estoy en Planeamiento y Ecología. El concejal es la voz de los ciudadanos.
—Venías trabajando en política hace unos años pero ¿con qué cosas nuevas te vas encontrando?
—Empecé en la política a fines del 2012, entonces participé en la lista con Miguel Del Sel para diputada nacional y después me quedé militando. Obviamente siendo concejal uno tiene una responsabilidad mayor, te llegan mensajes para que vayas a conocer algunos barrios, para que los ayudemos a resolver problemas, para pedir subsidios. Me encanta. Uno no puede resolver todo, pero trata. Lo bueno es que al ser Cambiemos gobierno nacional es que por ahí uno cuenta con más ayuda, ya sea para conseguir subsidios para clubes de barrio o para otras cosas. Pero con el tema de los clubes de barrio es por ahí con lo que más me identifico.
—¿Qué fue o qué te llevó a involucrarte en política? Tu ámbito es otro.
—Me gustan mucho los desafíos, vivo poniéndome objetivos, soy muy exigente conmigo. Desde el 2011, que entra Miguel Del Sel a la política, a mí realmente me gustaba la idea de participar, especialmente en la parte social. Paralelamente otras personas me preguntaron si me interesaba. Miguel (Del Sel) quería una deportista rosarina y se fue dando todo. Mi familia no quería saber nada, de hecho me decían que no me involucre, que era un ambiente difícil. Y a mí más me decís no te metas y más me involucro.
—¿Te pasó de sentirte menospreciada o que se dude de tu capacidad por ser mujer o por venir de otro lugar?
—Seguro. Me pasó un montón de veces. Parece que si no estás en política hace 15 años y más si sos mujer no podés trabajar, pero lamentablemente esto ocurre en todos los ámbitos de la vida y especialmente en la política el hombre menosprecia a la mujer. Algunos deben pensar que como soy deportista no puedo saber, pero en realidad no figura en la Constitución que debas venir de la política para hacer política. Hay un montón de cosas que se aprenden, otras que son de sentido común. Pero sí, me ha pasado, aunque trato de no engancharme y sí de aggiornarme y aprender.
—¿Las comisiones que integrás son por elección?
—Sí. Quise formar una comisión de deportes pero no es tan fácil, hay un cambio de reglamento interno que habría que hacer. Así que en Salud y Acción Social es donde pedí estar. A las otras me fui sumando, me tocaron.
—¿Qué te gustaría hacer desde este nuevo lugar para el deporte?
—Para mí el tema de los clubes de barrio es fundamental, aunque también recorro mucho las escuelas. Las cosas más importantes para que un chico pueda salir de la calle son el club, la escuela y la familia, y para algunos también las iglesias. Uno de mis proyectos fue implementar el tercer tiempo en el fútbol infantil, algo que el hockey y el rugby tienen como ejercicio habitual. Pero quise llevarlo al fútbol porque los padres creen que todos sus hijos son Messi, para que empiecen a verlos de otra manera. Probamos con la infancia, en la cual hay mucho por aprender, tanto por los chicos como por los padres. Si después se pudiera sostener en primera división, mucho mejor. Los valores del deporte se pueden trasladar a todos los ámbitos de la vida.
—¿Y qué llevaste vos de tu carrera deportiva a este nuevo ámbito que es la política?
—Mis compañeros siempre me dicen que se nota mucho la disciplina que tengo, eso me lo dio el deporte y mi familia. La veo en la rigurosidad con la que trabajo, en la dinámica. Apenas me piden algo me pongo en acción. Una está acostumbrada a que los tiempos de la política sean muy lentos. En ese sentido soy muy estructurada y el esfuerzo, trabajar en equipo, tener reglas y no poder salirte de ellas son cosas que te va dando el deporte. Y si hay discusión, que sea con respeto y después está todo bien, como sucede adentro de la cancha.
—¿Hoy está muy complicada la situación de los clubes de barrio?
—La verdad es que sí. En Rosario hay 300 clubes y tienen la infraestructura en muy mal estado, están abandonados. También faltan recursos humanos. En general las comisiones son sólo algunos padres que no reciben ayuda. Justamente hace unos días relanzamos algo que habíamos hecho en 2013, que fue llevar nutricionistas y profesionales a los clubes. Medimos a los chicos, los pesamos, les damos una charla de educación saludable a los padres. La idea es ir dos o tres veces para que por lo menos quede una idea de cómo comer bien aunque sea a bajo costo.
—¿En ese caso vas a recibir ayuda del gobierno?
—El Colo (Carlos) Mc Allister como secretario de Deportes lanzó subsidios importantes para los clubes y voy a empezar a ofrecerlos acá. Obviamente que los clubes deben tener sus papeles en reglas y personería jurídica. Para eso también tenemos un grupo de abogados que los pueden ayudar y asesorar para poder acceder a los subsidios, ya sean para mejoras o para comprar elementos básicos como pelotas. Les prestamos atención, queremos que se sientan importantes. No prometemos nada, porque no somos Ejecutivo ni en la ciudad ni en la provincial, pero en lo que podemos ayudar, ayudamos. Hay barrios que están totalmente olvidados. El otro día me decían en zona oeste que ellos mismos tiran lavandina a las zanjas para evitar infecciones, porque no hay cloacas ni pasa el recolector. Hay mucho para hacer. El centro en Rosario es muy lindo pero te vas 30 cuadras para afuera y es otra ciudad.
—¿Te sorprende algo de lo que te pide la gente?
—En los barrios en los que han tenido casos de dengue me pidieron que fumiguemos, mucho tiene que ver con la coyuntura. Después, las cloacas. Estamos en 2016 en Rosario y es loco que todavía haya gente que no tenga cloacas. También piden pavimentación, a la ciudad le falta infraestructura. A nivel deportivo necesitan desde pelotas hasta arreglar un baño, de todo. En base a todo eso vemos y tratamos de darles herramientas y hacerlos valorar el esfuerzo.
—¿Y cómo es dividir tu vida entre tantas actividades, especialmente al seguir jugando en tu club?
—El hockey y el deporte son parte de mi vida, no me imagino dejándolos. La verdad es que me siento jugando bien, no podría estar sin él. Los jueves no voy a entrenar porque son las sesiones en el Concejo. Eso por ahí me "mata" porque es el día en que se organiza el partido del fin de semana, nos quedamos a comer juntas, pero trato de hacer convivir las actividades (también atiende en una clínica y es columnista de radio). He tenido que faltar porque hoy mi prioridad está como concejala, pero el hockey es mi cable a tierra. Muchas personas me dijeron que mientras pueda no dejarlo lo haga, que me va a hacer muy bien. No quiero dejar lo mío, que también es importante, porque disfruto de todas las cosas.