Tanta agua caída que inundó amplios sectores del campo de juego del estadio Monumental de Maturín fue un factor que resultó negativo para el seleccionado argentino, siendo que su principal virtud es el manejo de la pelota. Frente a tamaño contratiempo, el representativo albiceleste expuso carácter, siendo agresivo para disputar un partido por momentos enredado y que lo jugó hasta dónde pudo y cuándo pudo. El gol de Nicolás Otamendi con el que terminó arriba en el primer tiempo no fue suficiente para la victoria, porque Salomón Rondón lo igualó de cabeza. Considerando el contexto, el punto le suma al líder de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026.
Lo Celso condujo a la selección argentina desde los primeros instantes y fue el victimario de la falta que derivó en el primer gol argentino. Messi lo ejecutó al área venezolana, Romo rechazó mal, con los puños hacia adelante, rebotó en su compañero Osorio y Otamendi aprovechó el obsequio y empujó al arco vacío. No pasaron ni 15' y el conjunto de Lionel Scaloni ya lo ganaba.
La autoridad del campeón del mundo pisó fuerte en un campo de juego inundado por la lluvia, con zonas donde la pelota se frenaba. Las condiciones adversas para un seleccionado que hace un culto de la circulación no fueron impedimento para que prevaleciera en las jugadas divididas y fuese agresivo en la marca.
Argentina se esforzó por no darle margen de maniobra a Venezuela, presionó en el medio y replicó con ataques verticales, que se dificultaron por un terreno que hizo imposible el juego por abajo.
Poco a poco la selección argentina fue retrocediendo y el representativo venezolano recurrió a la fórmula de los pelotazos cruzados por arriba buscando a Rondón. Pezzella por momentos controló los movimientos del centrodelantero. Eso sí, forcejeando con su rival, el zaguero la tocó con el brazo dentro de su área y no sancionaron penal.
Pezzella lo perdió además a Rondón en un tiro libre y Rulli le tapó el mano a mano. Otamendi la terminó despejando.
Scaloni movió el banco para el segundo tiempo. Sacó a Almada y metió a Montiel para que juegue de lateral derecho, adelantando a Molina a la mitad de la cancha. En un piso complicado, el entrenador optó por más dinámica y recorrido con el ex Central por sobre el toque y la gambeta de Almada. En tanto, De Paul se movió por el sector medio al lado de Enzo Fernández.
Parado de tal forma, la selección argentina emparejó el desarrollo y atacó preferentemente por el lado de Molina, aunque con poca profundidad.
A Venezuela le costó aproximarse con juego asociado. Lo consiguió con una pelota detenida que Yangel Herrera conectó de cabeza. Tenía destino de gol pero Rulli, emulando la atajada épica del inglés Gordon Banks a Pelé en el Mundial 1970, metió la mano y la desvió.
En cambio, nada pudo hacer en el potente cabezazo de Rondón que se metió arriba luego del desborde de Soteldo a Montiel.
El entrenador argentino consideró necesario cambiar el esquema y paró a cinco atrás con el ingreso de Leonardo Balerdi por Lo Celso.
Sin un juego apabullante, la selección argentina fue ejerciendo un mayor dominio. De Paul creció en la mitad de cancha. Sus toques fueron llevando juego hacia adelante. Habilitó con un pase vertical a Messi, que definió flojo ante Romo.
Más allá de algún que otro avance de Molina por derecha, a la selección argentina le faltó otra jugada punzante. Y así llegó al final, con una igualdad que, bajo las circunstancias que se jugó, no está nada mal.