Uno de los desafíos más importantes que tiene la Asociación Rosarina de Básquet es el tema arbitral. La profesionalización de los mismos, la logística que hay que hacer para hacer las designaciones, las erogaciones y las capacitaciones son algunos de los puntos que tienen que abordar los dirigentes.
Desde hace un buen tiempo, la decisión que tomó la comisión directiva de la ARBB que preside Marcelo Turcato fue hacer una reestructuración de la parte operativa específicamente.
Sin perder de vista que la Rosarina es la Asociación más grande del país, se trazaron como objetivos dos cuestiones fundamentales: la calidad y cantidad de árbitros dentro de la estructura del deporte de la naranja en nuestra ciudad.
Y se lo está llevando a cabo con pasos cortos, pero firmes y seguros. Donde los hechos puntuales y las acciones que se hicieron le ganan por goleada a los discursos vacíos que se pierden con el correr del tiempo.
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Los encargados de los árbitros en la Asociación Rosarina de Básquet
Juan Pablo Rodríguez en la parte administrativa, más Marcelo Quinteros y César González en las designaciones, son las personas encargadas de organizar todas las cuestiones referidas a los árbitros en la ARBB. Como si fuese un partido se fueron pasando la pelota con un timing asombroso y le contaron a Ovación los pormenores de la labor que están llevando a cabo.
Rodríguez inició el juego: “Desde 2024 planteamos una estructura dentro de la ARBB de lo que sería la Escuela de Arbitros. Mi función es la parte administrativa, cobranza a los clubes y posterior pago a los árbitros. Además, hay un área dentro de la escuela que es la que está el instructor de árbitros FIBA Federico Boelaert. Hay tres cooperativas donde están nucleados los árbitros y semanalmente cuando ya están los partidos programados, se distribuyen las diferentes autoridades para los partidos de primera y de inferiores”.
Las becas que paga la ARBB son un incentivo para los aspirantes
Además, habló de los incentivos que la ARBB les brinda a los jueces: “El año pasado entregamos ocho becas arbitrales de los cursos que dicta la Confederación Argentina. Se las dimos a los aspirantes que estaban en el nivel inicial en las distintas cooperativas. Pero la ARBB afrontó el costo de esta capacitación abonando los mismos en la CAB. Y antes de fin de año, a un árbitro de cada cooperativa se le otorgó una beca para que haga el curso de instructor arbitral de la CAB, para que los jueces más experimentados tengan la capacitación necesaria para el día de mañana puedan capacitar a nuestros árbitros y a los de la región. Mientras que este año se becaron a cuatro árbitros para el curso nacional de árbitros de la CAB de la modalidad 3 x 3 y otra beca de árbitros de Nivel 1. También se entregaron en forma gratuita 130 remeras, una para cada árbitro, y se dieron cuatro charlas de planilla digital que estuvieron a cargo de Gino Ribeca, un colaborador de la Asociación”.
El colaborador administrativo añadió: “Desde el año pasado, con el instructor FIBA Boelaert se están dando clases semanales gratuitas en formato híbrido (ya sea presencial o virtual) de diferentes problemáticas y situaciones que se van dando dentro de la cancha, y se analizan para ver cómo se pueden resolver desde el punto de vista reglamentario. Y se dictaron módulos de lo que se denomina “Técnica de a tres”, que es cuando en los partidos definitorios de la Superliga se designan a tres jueces”.
Más de 270 partidos semanales para cubrir
La naranja pasó para el lado de Marcelo Quinteros y César González, quienes manifestaron: “Se cuenta actualmente con 130 árbitros, que son designados para cubrir tanto las 32 tiras de intermedias masculinas los días sábados, las 8/10 tiras intermedias femeninas los domingos y los siete torneos de las primeras divisiones, cinco de varones y dos de mujeres. Totalizando más de 270 partidos semanales”.
“Consideramos a las capacitaciones un componente importante con el fin de mejorar no sólo la toma de decisiones en tiempo real, sino la concientización de las nuevas reglas que a menudo se desconocen. También implementamos una planificación semanal que tiene que ver con una comunicación casi constantes con los delegados de los clubes, para considerar sus necesidades y poder armar y respetar el calendario de juego aprobado”.
Las evaluaciones físicas son un pilar fundamental para mejorar el arbitraje
Luego fue Rodríguez quien tomó el control de la charla: “Estos últimos meses se estuvieron haciendo evaluaciones físicas a través del licenciado Oscar Ramos, a los efectos de evaluar las condiciones de los jueces de primera división, que son unos 80. Se les hicieron tres test y ahora tenemos un parámetro científico de la situación actual tanto en la parte aeróbica como de flexibilidad, elongación y resistencia abdominal. Buscamos seguir apuntalando las capacitaciones de los aspirantes. Al haber tanto flujo de partidos, la demanda de árbitros es alta y hay que llevar a cabo una ingeniería para cubrir todos los partidos. Es un trabajo largo el de la formación, pero estamos en buen camino”, expresó.
González y Quinteros pidieron el balón y dijeron: “Estamos inmersos en un proceso de cambio y tenemos la tarea como designadores arbitrales de interactuar con los clubes, a través de sus delegados, no sólo en los partidos del torneo local, sino en los de Copa Santa Fe y CAB que se jueguen dentro de nuestra jurisdicción. Somos muy autocríticos y sabemos que faltan aspectos por mejorar, pero estamos trabajando sobre el capital humano. La ARBB es de los clubes y los dirigentes nos debemos a ellos”.
La bancarización de los árbitros demuestra transparencia en la Rosarina
Finalmente, Rodríguez comentó: “Otro aspecto que cambiamos para bien fue la bancarización de los árbitros. Antes, los clubes les pagaban en efectivo y en la cancha, algo que no era agradable para la vista. Cuando termina la semana se les hace una liquidación a los clubes que actuaron de local de los honorarios de los jueces. Este dinero se transfiere a una cuenta exclusiva para que sea fácil de auditar. A fin de mes cada cooperativa pasa el resumen de los partidos que dirigieron con el total de la facturación y se coteja con lo que tenemos nosotros. Se hacen todos los comprobantes a los efectos que quede todo debidamente registrado”.