El equipo dirigido por Javier Mascherano comenzó su camino por una medalla en fútbol con un cierre escandaloso
Festejo alocado y escándalo. Argentina empató 2-2 ante Marruecos en la última jugada del partido, pero la misma fue anulada una hora después y todo terminó a favor de los africanos. (Foto AP/Silvia Izquierdo)
Argentina perdió 2-1 ante Marruecos y comenzó con el pie izquierdo en la fase de grupos del fútbol en los Juegos Olímpicos de París 2024. El equipo dirigido por Javier Mascherano logró remontar un mal comienzo que tuvo a los africanos dos goles arriba, y consiguió la igualdad a los 15 minutos del tiempo adicionado en el segundo tiempo, pero una decisión insólita del árbitro tuvo a los jugadores una hora esperando en vestuarios tras incidentes en la cancha hasta que se defina el resultado final.
El partido tuvo un final incierto, después de estar interrumpido durante varios minutos por el ingreso de hinchas y la caída de petardos sobre el campo de juego, inmediatamente después del gol del empate argentino por el cabezazo de Cristian Medina.
En el primer día de competencia, los Juegos Olímpicos dejaron un capítulo polémico, con el ataque contra los jugadores argentinos desde las plateas del Stade Geoffroy-Guichard de la ciudad de Saint-Étienne.
Con cuatro campeones del mundo como titulares (Nicolás Otamendi, Julián Álvarez, Thiago Almada y Gerónimo Rulli), el equipo argentino llegó a Francia como uno de los candidatos a subirse al podio, pero su debut dejó más dudas que certezas.
En la salida de los equipos a la cancha, comenzó a sentirse el rigor de los hinchas franceses, quienes silbaron el himno argentino y abuchearon a los futbolistas durante todo el partido. El estadio se encontraba con gran cantidad de marroquíes que, junto a los locales, generaron un clima de visitante para la Albiceleste.
La primera mitad tuvo a Marruecos como protagonista y a la Argentina buscando su juego desde la presión en campo contrario. Antes del entretiempo, sobre los 47 minutos, Ilias Akhomach asistió de taco con un toque de calidad a El Khannouss quien centró al área chica para que Soufiane Rahimi ponga en ventaja a su equipo.
>> Leer más: Por qué Argentina no usa el escudo de la AFA en la camiseta en los Juegos Olímpicos de París
Ya en el segundo tiempo, Julio Soler derribó a un rival dentro del área argentina y el árbitro sancionó penal, el cual el propio Rahimi convirtió en gol y selló su doblete para poner el partido 2-0 en favor de los marroquíes.
La remontada albiceleste comenzó gracias al gol de Giuliano Simeone, hijo del entrenador de Atlético Madrid. Mientras Argentina buscaba el empate, se adicionaron 15 minutos más debido a las demoras del partido, lo que despertó el malestar en el conjunto africano.
>> Leer más: Argentina en los Juegos Olímpicos: todas las medallas que ganó el país en la historia
En el último minuto adicional, una jugada inexplicable, con cinco remates dentro del área marroquí, finalizó con el gol de Medina y el empate final. El mediocampista de Boca cabeceó un rebote debajo del arco y concluyó la remontada de su equipo, antes de que se sucediera el escándalo del final.
Sin embargo, una hora después de que se suspenda el partido, ambos seleccionados volvieron al terreno de juego ya que el árbitro quiso revisar la posición de un defensor argentino que tenía un pie adelantado. Esto motivó a que termine anulando el gol y que se jueguen tres minutos más, sin público en el estadio.
Se jugaron apenas tres minuto más, en los que el equipo nacional buscó la igualdad, pero, finalmente, no pudo remontar el resultado adverso inicial.
Tras el debut, Argentina jugará el sábado 27 de julio ante Irak en el Stade de Lyon a las 10 de la mañana, y cerrará el grupo B frente a Ucrania el martes 30 de julio a las 12 del mediodía en Lyon.
Para avanzar de fase, Argentina deberá quedar entre los dos primeros del grupo. En caso de avanzar, disputará los cuartos de final contra un rival del grupo A, conformado por Francia, Estados Unidos, Guinea y Nueva Zelanda.
Por Florencia O’Keeffe
Por Patricia Martino
Por Miguel Pisano
Por Hernán Cabrera