Primera consideración: el VAR ya está fuera de discusión en cuanto a que llegó para quedarse. Segunda: con su implementación, los árbitros a cargo del mismo pasaron a ser igual o más importantes que el juez principal y por encima de los asistentes. Tercera: como toda tecnología que ayuda a mejorar la calidad de vida, en este caso ayuda a corregir errores humanos, aquellos muchas veces intolerables que merecían todo tipo de sospechas sobre la mala fe. La mayoría de las veces lo hace. Dicho esto, hay que pasar a lo que ocurrió el martes a la noche en cancha de All Boys.
Antes que nada, cualquier análisis que se hizo y se hará puede teñirse de aquella sospecha, porque Barracas es al fin y al cabo el equipo del presidente de la AFA, como antes Arsenal con Grondona.
Pero aquí se trata de ir al fondo de la cuestión. Una vez aceptada la incorporación del VAR, debe tratarse de analizar lo que mostraron las cámaras para entender si en definitiva fue “robo” a Patronato, como lo calificó su presidente y muchos medios, o no.
Al juez principal Jorge Baliño le están tirando con munición gruesa por perjudicar a Patronato, por beneficiar a Barracas. Pero sus fallos en la cancha habían sido todos a favor del Patrón.
El gol de Axel Rodríguez, que claramente fue offside, fue convalidado por Baliño. La patada de Nicolás Castro a Iván Tapia fue de roja, le dejó claramente los tapones del botín izquierdo en el aductor derecho con toda la intención y el juez no lo había visto así pese a estar delante suyo. Y por supuesto la tercera acción es la más discutible. Se exacerbó porque terminó en un golazo heroico de Patronato con uno menos, en un duelo clave por el descenso. Pero en la jugada anterior, Justo Giani lo toca a Brian Calderara dentro del área, como se observa en la cámara de frente, y Baliño había dejado seguir. ¿Alcanzó para voltearlo? Dudoso. ¿Fue exagerada la caída del jugador local? Sí. ¿Hubo toque? Sí. Entonces, ¿puede interpretarse como penal? Sí.
Si así fuera, Baliño falló entonces en las tres decisiones en la cancha siempre a favor de Patronato. El VAR a cargo de Diego Abal las revirtió y seguro en las dos primeras estuvo bien, mientras que la tercera dejó dudas pero también se le puede dar la derecha.
Por supuesto se entiende el dolor de todo Patronato, pero en estos tiempos cualquiera con un celular puede observar enseguida las jugadas y, en el caso del primer gol anulado, se demoró una eternidad en repetir la acción por la cual quedó claro que el jugador que remató estaba en offside. Eso debería ser más ágil, debería la transmisión de la TV tener acceso rápido a todo lo que ve el VAR y pasar enseguida la explicación, porque la mala información alimenta las broncas.
Con VAR y todo (como pasó en el penal de Vélez a Huracán) puede haber errores porque la tecnología, que habría que ver cuán exacta es, puede fallar también porque la manejan seres humanos. Pretender que desaparezcan todas las equivocaciones es una utopía, a menos que ya por entonces sólo jueguen robots. Mientras, las suspicacias de Floresta poco tienen que ver con su uso, sino con aquél al que benefició, o al que le hizo justicia, según como se mire.
Baliño dirigió mal por sus fallos a favor de Patronato, cuando eran prácticamente todos al revés. Lo demás es otra discusión acerca del poder. Inevitable mientras esté involucrado el club del patrón de la AFA. La de Floresta fue entonces la historia del VAR, el Patrón y el patrón.