Gracias a los fondistas de Rosario Juan Carlos Zabala y al oriundo de Armstrong Delfo Cabrera este miércoles 7 de agosto se celebra en Argentina el Día del Maratonista, en homenaje a las únicas dos medallas doradas obtenidas en esa especialidad en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932 y Londres 1948 respectivamente.
Se trata de las dos únicas epopeyas maratonianas que tiene como protagonistas a argentinos desde que se instauraron los Juegos Olímpicos (1896) en ganar las preseas doradas en atletismo.
En el caso del rosarino Zabala, se trató del primer argentino en ganar una maratón olímpica con récord para la distancia (2h 31' 36'') con tan sólo 20 años, 55 kilos y 1,52 metro.
En aquella oportunidad no había relojes con GPS que marquen el ritmo por kilómetro. Durante 30 kilómetros, Zabala se mantuvo en la punta de la competencia entre un pelotón compuesto por 22 atletas.
Por momentos recibía embates deataques del mexicano Baños o los finlandeses, que históricamente se caracterizaron por ser buenos fondistas.
Sin embargo, a la altura del kilómetro 38 de competencia, el Nandú Criollo, como lo apodaron en el Diario Crítica por aquel entonces, metió un cambio de ritmo y se despegó del resto para entrar al Coliseum ante 80 mil almas.
Y pese a que el británico Sam Ferris intentó alcanzarlo, el remate del rosarino fue letal y logró el oro para Argentina por primera vez en su historia al cabo de 2 horas, 31 minutos y 36 segundos.
De acuerdo a una anécdota, cuentan que el boxeador Carmelo Robledo le lanzó una bandera con un mástil de caño, pero el Ñandú no pudo tomarlo y le dio en la cabeza. Ocurrió que había apostado 500 dólares a su triunfo (se pagó 20 a 1) y Zabala obtuvo su premio extra.
Delfo Cabrera
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Delfo Cabrera, hijo pródigo de Armstrong, fue medalla de Oro en las Olimpíadas de Londres, en 1948.
La segunda medalla dorada para Argentina también vino de la mano de otro fondista del interior del país. Se trató de Delfo Cabrera, el maratonista nacido en Armstrong, quien también un 7 de agosto superó a otro británico (Thomas Richards) para registrar una marca 2 horas 34 minutos y 51 segundos.
Se trató de una competencia épica y un rendimiento implacable del santafesino, a quien sus piernas nunca abandonaron y acompañaron hasta el final para cruzar victorioso en su ingreso al estadio olímpico de Londres ante una verdadera multitud, por delante de otro británico, como había ocurrido con Zabala.
Zabala, que nació en Rosario un 11 de octubre de 1911 y murió el 24 de enero de 1983. Fue el único argentino en establecer récords mundiales en maratón y en los 10 mil metros.
Cabrera, por su parte, nació un 2 de abril de 1919 en aquella localidad provincial y falleció en un accidente de tránsito un 2 de agosto de 1981 en Alberti (provincia de Buenos Aires).