Dos fases superadas en la Copa Argentina y próximo a jugar por octavos de final. Dos partidos sin ganar en el torneo. Una de cal y una de arena. ¿Pesan lo mismo? ¿Hay alguna que potencie alguna sensación, sea de beneplácito o de preocupación? Definitivamente sí. Los dos encuentros por el torneo local hoy tienen un peso especial. Por lo errores cometidos, por el enojo que el propio Coudet evidenció en el vestuario del José Amalfitani. Y, quizá, porque el Central de los últimos años no estaba acostumbrado a este tipo de inicio de competencia que, vale resaltarlo, lleva sólo dos capítulos, con cuestiones para el DT totalmente corregibles. "Cuando las cosas no salen es cuando más tranquilo hay que estar", remató ayer Coudet en el intento de ponerle palabras a estos días complejos. Lo de Chacho fue realidad, en esto de aceptar que el presente no es ideal, y esperanza, cuando analizó que "por ahí en una semana estamos hablando de que pudimos corregir esos errores y que estamos nuevamente en la pelea".
Extenso en sus respuestas. Con ganas de exteriorizar sus sensaciones. Así se lo notó a un Coudet que va "con la realidad" en esto de admitir ciertas falencias, pero al que no le cae del todo bien que se haya "magnificado" la falta de triunfos en los dos primeros partidos.
"No fue la mejor semana porque siempre apuntamos a ganar, pero es en la que más tranquilo tengo que estar para intentar corregir los errores. Mi carrera futbolística me enseñó que cuando las cosas no salen de la manera que uno quiere es cuando más tranquilo hay que estar. Así lo tomé, sabiendo que hay que trabajar el doble, pero no entrar en desesperación ni mucho menos porque tal vez dentro de una semana se habla de que pudimos corregir esos errores y que nuevamente estamos prendidos en la pelea", señaló Coudet.
Y en esto de admitir errores pero no dejar de lado la mitad del vaso lleno dijo: "Trato siempre de trabajar en el aspecto futbolístico. Desde lo anímico, creo que perdimos sólo un partido, el primero que perdemos desde que arrancó el semestre. Tenemos cosas para corregir, por supuesto, pero lo que más me preocupó, como dije después del partido con Vélez, es que se cometieron errores que habíamos trabajado e intentado corregir y la repetición de esos errores no me gustaron. Creo que podemos mejorar. No me gusta perder y me gustaría poder estar mostrando otra cara del equipo, pero fui yo mismo quien antes de que empiece el torneo les dije «ojalá no nos cueste el arranque» porque llegábamos muy justo con el tiempo de trabajo. Creo que hemos pagado esos errores que tuvimos pero insisto en que son corregibles. En lo personal soy un entrenador que va con la realidad, que dice cuando jugamos bien y cuando jugamos mal. Pero también miro la otra parte y si no me equivoco en los dos partidos que jugamos los arqueros rivales fueron figuras. También creo que generamos pero que no tuvimos la suerte de convertir y es algo raro para nosotros, por eso trabajamos también en eso y no sólo en lo defensivo".
—¿Qué cosas veías en la pretemporada cuando hacías referencia a las dificultades que se podían presentar en el arranque?
—Que llegábamos con poco rodaje, haciendo una pretemporada distinta, con pocos jugadores y recién hoy, después de la segunda fecha, podemos completar el plantel. Por eso digo que a veces uno ve venir algunas cosas. Lo que menos quiero es excusarme porque no es un arranque normal para Central después de 70 días de trabajo. Y que en la primera fecha hayamos tenido que improvisar y poner dos chicos, que en el segundo partido no tengamos otro delantero en el banco; hasta de contratar un arquero y que todavía no esté habilitado. No son situaciones normales. Insisto que no es una justificación por no haber ganado en el torneo, pero creo que se le está dando una magnitud importante al hecho de no haber podido hacerlo porque en los últimos cuatro partidos pasamos dos series de Copa Argentina, empatamos en el primero mereciendo hacer por lo menos tres goles y sí nos tocó perder con Vélez. Pero es tiempo de mucho trabajo y también de empezar a ganar. Esa magnitud que se le está dando quizás se revierte en una semana. Muchas veces los tiempos y los conceptos están acelerados.
—¿Y transcurridas las dos primeras fechas del torneo y un partido de Copa Argentina sentís que están pagandolos costos de esa pretemporada distinta?
—Lo que pasa que si analizás cómo se fueron dando las cosas... Con Villa Mitre tuvimos que llevar al banco a tres chicos que no entrenaron con nosotros, el primer partido del torneo tuvimos que llevar dos chicos más al banco que tampoco habían trabajado con nosotros. Hubo cuatro o cinco cambios para el segundo partido, por Copa Argentina, cuando tuvimos que poner de titular a Bordagaray con apenas dos prácticas. Se fueron dando un montón de situaciones a partir de las cuales todavía no pudimos darle una solidez al trabajo. Pero sé cómo son las reglas del juego. Por más que se digan un montón de cosas, acá lo que necesitamos son resultados.
—Se habló mucho de lo que fueron las actuaciones de Burgos y Torsiglieri. ¿Qué te generó esto como conductor de grupo?
—No estoy al tanto de cómo se los trató, pero obviamente lo que uno ve en campo es el reflejo de lo que después pasa afuera. Se repitieron algunos errores que ya se habían visto en Copa Argentina, después de haberlos trabajado y eso fue lo que más me preocupó. Después, el equipo tiene que generar más, necesita más volumen de juego, aunque tuvimos chances para convertir.