Por supuesto que el público futbolero argentino estará muy pendiente de este partido. Porque se enfrentan los dos próximos rivales del Grupo A de esta Copa América pero además porque ambos son dirigidos por técnicos argentinos. Y para darle un condimento extra que tiene que ver más con Chile y Perú, el DT transandino Ricardo Gareca estará enfrente de la selección a la que llevó a un Mundial después de muchísimo tiempo y casi lo clasifica al siguiente. Y que ahora es comandada por Jorge Fossati.
Menuda prueba será esta para Gareca. Primero, porque la confrontación de los países del Pacífico ya tiene su propia gran rivalidad, que excede cualquier otra circunstancia, pero para el Tigre será muy especial porque cuando asumió en Chile ya sabía que el primer partido de esta Copa América sería ante la selección a la que le devolvió la ilusión en 2018, cuando la clasificó a una Copa del Mundo después de 36 años. Y que no entró al Mundial de Qatar por perder el repechaje por penales ante Australia.
Vaya si Gareca es querido en Perú, al punto que la mayoría de los jugadores que pone Fossati en cancha fueron conducidos por el Tigre y será una atmósfera especial, emocional, para un clásico de mucha rivalidad.
Pero además, Gareca afrontará la crítica a las primeras decisiones fuertes, como fueron dejar afuera de este torneo a Arturo Vidal y Gary Medel, dos símbolos de los máximos logros a nivel selección del fútbol chileno, y que no cayó nada bien en el Rey Arturo sobre todo.
Todos esos condimentos a Lionel Scaloni seguramente le importarán poco. Estará viendo el partido para analizar primero a la Chile de Gareca, el próximo rival.