Argentina irá otra vez por la esquiva Ensaladera de Plata, en noviembre ante Croacia, tras dejar de rodillas al último campeón Gran Bretaña en su casa
Argentina irá otra vez por la esquiva Ensaladera de Plata, en noviembre ante Croacia, tras dejar de rodillas al último campeón Gran Bretaña en su casa
Argentina lo hizo de nuevo. Llegó a la quinta final de una Copa Davis y estará en noviembre cara a cara frente a una de sus mejores chances. Una oportunidad posible, frente a una Croacia que no es un cuco. La historia parece haberle reservado además a Juan Martín del Potro un lugar de privilegio en el tenis argentino. Será su tercera chance, luego de las dos perdidas ante España en 2008 y 2011, cuando compitió a la sombra de David Nalbandian, con quien tuvo una relación tan quebrada como la de Guillermo Vilas y José Luis Clerc. Los signos son positivos, como el punto decisivo que le dio ayer Leonardo Mayer, un "copero" confiable que retornó para esta serie, nada menos que en Glasgow, donde se fue más visitante que en Polonia e Italia y dejó de rodillas a Gran Bretaña, el último campeón. Como el nivel milagroso de la Torre de Tandil, que renació de entre sus cenizas justo a tiempo. Parece que es "ahora o nunca". Está todo dado. ¿Por qué no?
Con Del Potro en las gateras desde hace mucho, pareció un milagro que Argentina haya llegado hasta las semifinales de la Copa 2015. También el avance hasta la misma instancia en esta edición, en la que Leo Mayer fue el primer héroe en Polonia y ante su ausencia por lesión frente a Italia en Pesaro, el que tomó la posta fue Federico Delbonis, curiosamente siempre en el banco en la definición de ayer. En el medio, Guido Pella siempre dijo presente con victorias importantísimas en las tres series. Más allá de la caída de ayer ante el número 2 del mundo, Andy Murray, fue clave ganando su single ante los polacos, el doble en el retorno de Delpo frente a Italia y el viernes con el segundo punto ante los ingleses.
Por eso mismo, esta nueva final de Copa Davis fue impensada sin Del Potro pero a su alrededor tuvo a compañeros que rayaron a su mejor nivel en cada oportunidad que se los requirió. Esa victoria de Pella ante Kyle Edmund y la de ayer de Mayer sobre Daniel Evans no deben ser menoscabadas. Pero claro, el resonante triunfo del tandilense ante Andy Murray el viernes en el primer turno retumbó más que nada. Si la noticia de ayer fue una ausencia que hasta a Murray sorprendió, pero no al muchachito de esta película que parece encaminada a un final feliz, que ya sabía que jugaba el primer día y el dobles, y que ayer le daría lugar de nuevo al lucimiento del épico correntino.
Es por esa historia pasada con Nalbandian. Es por este duro trance de sucesivas operaciones de muñeca que debió pasar. Es por ese regreso impresionante en Río de Janeiro, que se truncó en la final pero que tuvo su revancha rápida en Glasgow. Es porque, aunque sus compañeros no sean superlativos en el circuito ni mucho menos, a la hora de la copa mostraron estar a la altura de las circunstancias. Es por todo eso que el sueño de alcanzar al fin la Ensaladera de Plata es posible.
Porque además, hay un espíritu de equipo desde que Del Potro se metió de lleno en la Copa Davis, aún sin jugar, cuando pudo superar la desconfianza del público argentino por la predilección que mostró por el "guerrero" Nalbandian. El cordobés de Unquillo lidió con su físico hasta la serie de 4º de final de 2013, en el gran triunfo sobre Francia, y luego ya dejó la herencia que recién ahora Delpo pudo asumir con su máximo brillo en la cancha.
Entonces, hay motivos para ilusionarse. La estadística, siempre relativa, habla además de los tres triunfos argentinos ante Croacia en las únicas tres veces que se enfrentaron por Copa Davis. Y aunque los croatas ganaron la única final que disputaron, Argentina se perfila como nunca. Con Del Potro encendido, con Mayer, Pella y Delbonis a la altura. La quinta oportunidad es a fondo. Esta vez, puede ser. Claro que sí.
Pella no pudo y Mayer sí
La noticia del domingo fue la ausencia de Del Potro, pero Argentina estuvo bien cubierto. Guido Pella se esforzó al máximo para no llegar al quinto punto, pero la jerarquía de Andy Murray fue demasiado y lo derrotó en tres sets. Más tarde, pese a la mala premonición de perder el primero, Leo Mayer no le dio opción a Daniel Evans para el 3-2 histórico, en la casa del último campeón de la Copa Davis.
Casi dos horas necesitó Murray para derrotar por 6/3, 6/2 y 6/3 a Pella, que el viernes había hecho lo más importante: vencer a Kyle Edmund y poner la serie 2-0 luego de la victoria de Del Potro sobre el número 2 del mundo.
Y luego llegó el quinto punto decisivo de visitante, como en toda esta edición, que tuvo a Mayer de protagonista principal. Evans, que jugó su primer partido de la serie, se ilusionó con el 6/4 del primer set, pero el Yacaré reaccionó para vencerlo 6/3, 6/2 y 6/4. Antes de desatar el merecido festejo, saludó a todo el banco inglés. Un caballero.
Allá vamos, Croacia
Argentina logró dar el gran campanazo al vencer en condición de visitante a Gran Bretaña y ahora jugará su quinta final de la Copa Davis, un torneo que jamás ganó. El rival será Croacia, que venció 3-1 en la otra semifinal a Francia, gracias al claro triunfo de Marin Cilic frente Richard Gasquet por 6/3, 6/2 y 7/5.
El último enfrentamiento entre Argentina y Croacia fue en territorio argentino, la definición del certamen esta vez tendrá a los croatas como locales.
La serie final se jugará el fin de semana del 25 al 27 de noviembre, aunque la ciudad y la superficie aún no se definieron. En las próximas semanas quedarán determinadas, y las posibles sedes son Zagreb y Zadar.
Argentina tiene la chance de romper el maleficio, ya que perdió las cuatro definiciones a las que llegó. La última vez que la Argentina visitó a Croacia fue por los cuartos de la edición 2006. El conjunto nacional se llevó la serie por un ajustado 3-2.
Por Nachi Saieg
Por Martín Stoianovich