Las vidas de Central y Juan Antonio Pizzi volverán a cruzarse, como tantas otras veces. En esta oportunidad con el ex delantero canalla dirigiendo a un equipo rival, tal como ocurrió el 8 de septiembre de 2013 cuando también al frente del ciclón enfrentó (y le ganó 2-0) al equipo de Miguel Angel Russo. Central irá al Nuevo Gasómetro con sus urgencias, su necesidad de sumar puntos y allá lo estará esperando nada menos que una cara súper conocida en Arroyito.
Hay una parte de la historia que también debe ser contada y que tiene que ver con los hechos más recientes. Es que cuando se fue Bauza y a los pocos días pasó lo mismo con el Loncho Ferrari, el primer nombre en el que pensó la dirigencia canalla (por encima de Diego Cocca) fue en Juan Antonio Pizzi. Por las razones que sea, el hoy DT de San Lorenzo agradeció el ofrecimiento, pero dejó en claro que sus pretensiones pasaban por dirigir algún equipo en el fútbol europeo. Unos meses después llegó el llamado de Marcelo Tinelli y el final que todos conocen. Por eso una vez más Pizzi volverá a enfrentar al canalla como entrenador.
El único antecedente data de ese domingo 8 de septiembre de 2013. Ese día su San Lorenzo derrotó al Central de Russo, justamente su sucesor en el canalla luego de que el ex centrodelantero no pudiera lograr el ascenso un año antes de lo que lo hizo Miguel.
Ese domingo de septiembre se habló mucho de eso, de la vuelta de un hijo de la casa. Y la gente lo entendió de una manera especial, por eso el enorme recibimiento y las muestras de gratitud hacia un entrenador que se había ido de Arroyito hacía más de un año sin poder lograr lo que había venido a buscar: el ascenso.
Es que con esa idea fija se sentó en la mesa junto al por entonces presidente Norberto Speciale a firmar el contrato el miércoles 29 de junio de 2011, exactamente siete días después de haber aceptado de palabra, previa desvinculación de Universidad Católica de Chile. “Es el desafío más importante de mi carrera, incluida la de jugador. Es una cuestión sentimental venir a dirigir a Central”, fue la frase segundos después de estampar la firma.
Después, la historia ya sabida: una muy buena campaña hasta el final en un torneo en el que su equipo flaqueó justamente en los encuentros decisivos, básicamente a partir de Patronato (de visitante), donde Pizzi decidió dejar en el banco a Jesús Méndez por una sanción disciplinaria; la frustración por no poder ascender de manera directa; el terrible mazazo que significó en Arroyito el no haber podido convertirle a San Martín de San Juan (los dos partidos terminaron 0-0) en la promoción.
Pizzi pretendía continuar, por eso Belloso se juntó con él en Santa Fe, pero ese mismo día la comisión directiva decidió ir por otro nombre: Miguel Russo. Ese mismo Russo al que enfrentó poquito tiempo después, pero ya con el buzo de San Lorenzo. Seis años después Juan vuelve a tener el mismo buzo de DT, sólo que esta vez no caminará el césped del Gigante, sino que lo enfrentará en el Nuevo Gasómetro. Escenarios al margen, lo que no cambiará es la inocultable sensación de los hinchas de ver que los caminos de Central y Pizzi vuelven a cruzarse.