Bauza pasó del dicho al hecho. No se quedó de brazos cruzados tras el cachetazo que le propinó Unión. Y cambia lo que venía demasiado estructurado. Busca una reacción en definitiva. Quiere ver el carácter de su Central. Y qué mejor para eso que enfrentar a Boca en la misma Bombonera, un reducto siempre hostil. Por eso, como él mismo lo dijo en la entrevista que brindó a Ovación hace unos días, pese a que obviamente lo más importante es el resultado, también importarán las formas. La tiene difícil. Es el momento más complicado desde que decidió volver al club que le dio todo. Pero para eso están los grandes desafíos. Para surfear las malas también. Todo eso estará en juego desde las 17.45.
Siempre un Boca-Central atrapa, es lo suficientemente motivador como para eclipsar hasta la carga que se trae. Y el equipo del Patón arrastra una grande. Cuando todo parecía color de rosas, se llenó de obstáculos, perdió el rumbo y ahora debe encontrarlo hasta con bajas sensibles y apuestas fuertes. Para empezar, el esquema cambió. El 4-4-2 muta para la ocasión al 4-4-1-1. Se acerca más al ideal del técnico que, aunque no lo dijo así, seguramente no le cuadraba jugar con dos 9 parecidos como Ruben y Zampedri. Probó con Herrera también, pero la opción de hoy de Lovera se ajusta más al pensamiento de jugar con un enganche y con un sólo centrodelantero definido.
Es cierto que Bauza también dijo que a Lovera le falta entender mejor el juego, pero confía en su potencial y en su aprendizaje en esa dirección. Con 19 años, será una prueba importante para el formoseño, que por primera vez será titular en este ciclo. Vaya presión, vaya oportunidad.
Pero además, el Patón accedió a darle el gusto a Carrizo de jugar por izquierda, poniendo a Camacho por derecha. Ahora le toca al Pachi demostrar que le sienta más cómodo ese perfil, donde además del desborde que le pedía el técnico cuando jugaba por la otra banda para alimentar las cabezas de los 9, tendrá la chance de la diagonal que es su sello. Además, si así fuera Parot puede encontrar un mejor espacio si le da continuidad a sus trepadas. Otro tanto puede decirse del tándem Camacho-Bettini, aunque el ex Banfield siempre apareció como más contenido.
El regreso de Gil reforzará la cuestión de la pelota parada, en un sector donde Bauza no encontró aún una combinación que le permita más juego. Se precisa más de Ortigoza que algún que otro pelotazo furtivo y no hay dudas de que el técnico lo quiere arrancando más atrás, con panorama. Quizás para este choque le sirva más, porque se supone que Boca lo atacará mucho. Por más que ponga un alternativo, el bicampeón de Barros Schelotto tiene todos jugadores titulares en cualquier equipo y además el Mellizo Guillermo llenaría el equipo de futbolistas ofensivos (ver Formaciones).
La aptitud ofensiva xeneize pondrá a prueba otro sector del campo canalla que también será una incógnita: la de la zaga central, en especial la del segundo marcador central. En ese lugar regresa Marcelo Ortiz después de mucha inactividad (ver aparte) y su capacidad de respuesta ante las ausencias de Cabezas y Barbieri está por verse.
La parada es brava. No hay dudas. El antecedente inmediato sembró de vacilaciones este ciclo canalla. La magnitud del nuevo escollo abre el paraguas. Castigo o recompensa parecen ser sus únicas derivaciones.
Ortiz titular después de un año y 20 en la concentración
Edgardo Bauza optó por darle la chance a Marcelo Ortiz en lugar de correr a Parot a la zaga y así el zaguero retorna a la titularidad después de un año, ya que se había roto los ligamentos de la rodilla derecha el 4/11/17, en el Gigante ante Atlético Tucumán.
Pero además, Bauza llevó 20 jugadores a Buenos Aires. Los seguro suplentes son Josué Ayala, Elías Gómez, Diego Arismendi, Joaquín Pereyra, José Luis Fernández y Germán Herrera, mientras el otro lugar lo disputarían Andrés Lioi y Rodrigo Migone. Afuera quedaría Oscar Cabezas. El Mellizo también concentró 20: Javier Bustillos, Julio Buffarini, Pablo Pérez, Emanuel Reynoso, Cristian Pavón, Carlos Tevez y Wanchope Abila serían suplentes. Agustín Heredia y Cristian Espinoza, afuera.