Es tiempo de afrontar el último escalón antes de llegar al partido más trascendental que ofrece de la ciudad. A la cita que todo rosarino espera con el corazón en la mano y la pasión a flor de piel. Será la excusa perfecta para pulir detalles. Para potenciar las virtudes. En esta ocasión está permitido evaluar y exigir la maquinaria, ajustar los engranajes sobre la marcha y camuflar cualquier imperfección. Central recibirá al novato Barracas Central sabiendo que el rival es pan comido desde lo teórico. Al menos así lo certifica la realidad de la zona B de la Copa de la Liga. Pero por la mente de los auriazules hay un solo pensamiento: Newell’s. Ese histórico eterno rival y enemigo íntimo que alimenta el frenesí y potencia la adrenalina dos semanas antes como ninguno antes de que se escriba un nuevo capítulo del partido que paraliza todo en esta latitud. Por más que este sábado sea momento de jugar con el guapo, la realidad marca que todos los habitantes de Arroyito ya están en modo derby.
La alfombra verde del Gigante está lista para recibir al clásico. Claro que antes de jugar ante Newell’s, el canalla deberá medirse con un equipo que viene del ascenso y le está costando hacer pie en la elite. Tal es así que la mayoría de los jugadores del guapo se caracterizan más por lucharla en canchas y estadios diferentes a lo que esta temporada están incursionando.
Central tiene la natural obligación de cumplir un rol protagónico. Sobre todo cuando del otro lado del paralelo tendrá un verdadero partenaire, que con sus limitaciones a cuestas anhela con seguir en la pantalla grande nacional por un largo período.
El equipo del Kily González no termina de cuajar. Sigue transitando el ciclo de manera irregular. No está cómodo en la tabla de posiciones, donde el objetivo de mínima es clasificar entre los cuatro primeros. Hoy en día está afuera de toda ilusión. Por eso la contienda contra Barracas Central será determinante a corto plazo.
Durante esta sabatina jornada podrá pifiar, amagar, probar, recalcular. Caerse y levantarse. Tiene autorizado ensayar incluso alguna acción de juego táctica pensada para ejecutar de lleno a corto plazo. Aunque lo que no tiene permitido hacer es quedarse estático. Tiene la obligación de ejecutar ideas en pos de avanzar de verdad hacia el protagonismo excluyente.
La victoria ante Central Córdoba en Santiago del Estero prescribió desde lo festivo. Hay obligaciones y necesidades deportivas. El guapo será el aperitivo antes de que llegue el plato fuerte para los rosarinos: el clásico con Newell’s, que está pactado para el próximo domingo 20 desde las 14 en el Gigante.
Sin dudas, el reto inmediato del Kily González será que su tropa evite tener la mente ocupada en el derby mientras todos corren detrás de la pelota contra Barracas Central. El entrenador canalla debe tener bien aceitadas las líneas, que vienen tambaleando seguido. Tiene que fortificar la última línea, que suele ofrecer licencias amateurs.
Central tiene que tratar de vencer al oponente de esta sexta fecha sin andar gastando energía en lo que vendrá de unos días más. Será casi utópico abstraer a los jugadores, sobre todo a los que son de la casa porque el sentido de pertenencia supera y le gana a cualquier planteo racional. Además, el triunfo en casa urge porque la última imagen no fue la deseada. Godoy Cruz se llevó el triunfo y generó una usina de insultos cuando los anfitriones enfilaron hacia el vestuario con la cabeza gacha y mascando impotencia.
Hay motivos y argumentos de sobra para presagiar un buen final en Arroyito. El canalla tiene el patrón y poder de encausarse. De brindar una imagen prometedora. De exhibir líneas punzantes. De contar con baluartes individuales que pueden hacer tronar el Gigante en cualquier instante. Dependerá pura y exclusivamente de la capacidad de resolución que pueda obsequiar el dueño de casa.
Será un pretexto ideal para ajustar las clavijas. Para medir la potencia. Para acelerar en instantes que generalmente no son oportunos. Tiene licencia para analizar la sincronización y el real despliegue que hará la tropa el próximo fin de semana, que será el partido que realmente todo el pueblo rosarino espera desde el primer momento que sale el fixture.
Barracas Central será una especie de antesala encantadora. Donde el elenco auriazul tratará de abrochar la segunda victoria en cadena para poder llegar al derby cotizando por las nubes en la bolsa de los clásicos. El guapo no vendrá de excursión a esta ciudad turística y pujante desde lo deportivo. Pero Central tiene claro que buscará imponerse y esperar con semblante esperanzador a Newell’s.
Cristian González no especulará ni se guardará nada para este desafío. Arriesgará todo sin medir posibles daños colaterales. El Kily va por el triunfo ante el recién ascendido y por esa dosis de confianza extra que permita llegar a la cita con la Lepra en alza y sabiendo que buscará mantener la hegemonía ante el eterno rival. Pero antes ofrecerá un show de menor envergadura en Arroyito contra uno de los equipos que trata de hacer pie en la Copa de la Liga.
Formaciones
Central: Gaspar Servio; Damián Martínez, Juan Cruz Komar, Facundo Almada y Lautaro Blanco; Walter Montoya, Emmanuel Ojeda, Gino Infantino y Emiliano Vecchio; Lucas Gamba y Marco Ruben. DT: Cristian González.
Barracas Central: Maximiliano Gagliardo; Maximiliano Rodríguez, Nicolás Ferreyra, Gonzalo Paz y Brian Calderara; Dylan Glaby, Carlos Arce e Iván Tapia; Pablo Mouche, Bruno Sepúlveda y Neri Bandiera. DT: Alfredo Berti.
Estadio: Gigante de Arroyito
Arbitro: Pablo Dóvalo
Hora: 19:15
TV: Fox Sports Premium