No perdió de visitante y es noticia. No se volvió a Rosario con las manos vacías y también tiene un costado valorable. Pero la realidad es que Central jugó un pésimo partido ante el limitado Barracas Central y no pasó del 0 a 0. El equipo de Miguel Russo sigue con su insoportable liviandad cada vez que sale del Gigante y casi no pateó al arco en su excursión a Buenos Aires. Era la chance de dar un salto de calidad y seguir metido en lote de arriba hasta el final. Pero Central nunca se sintió el guapo de la película y hasta pasó algunos sofocones. Un puntito para acumular en las tablas coperas del año que viene. Y acentuando la deuda externa que arrastra este ciclo, que de local es arrollador. Más que nunca, se vio la cara endeble del canalla.
En un inicio de juego friccionado y de pocos espacios, el partido tardó en armarse. Mientras los canallas se adaptaban al escenario de lucha y dientes apretados en el medio que propuso Barracas, llegó la primera chance de peligro para el guapo. A los 8 minutos perdió la pelota Mac Allister en la salida, el equipo quedó mal parado y tras una pelota cruzada falló el remate el exrojinegro Brian Calderara.
A Central le costaba tener la pelota. Y que hagan pesar su buen pie Malcorra y Campaz. Igual la respuesta auriazul llegó tras un centro desde la izquierda de Giaccone, pero Carlos Quintana no le pudo dar dirección al cabezazo desde una posición inmejorable dentro del área. Primera incursión ofensiva del equipo de Russo.
Al canalla le costaba imponer condiciones, tanto en la solidez para marcar presencia en el medio como en la tenencia productiva. A un pase correcto se sucedía una pérdida no forzada y así todo se hacía cuesta arriba. Y en esa medianía general lucía más cómodo Barracas.
Sobre la media hora, gran pase cruzado de Tapia a la espalda del Coyote, la metió al medio Peinipil y Alexis Rodríguez ensayó una tijera dentro del área, que se fue desviada ante la mirada de Jorge Broun. Central para nada a esa altura era el equipo arrollador que en Gigante venía de vapulear a Instituto. Lucía atado, errático e irresoluto.
Igual ante cada dividida el juez Luis Lobo Medina no dudaba y sancionaba para el local de manera automática. Y claro que Miguel Russo y sus colaboradores se fastidiaban muchísimo.
En el final de la etapa el juego se hizo más chato todavía. El arco de Barracas, a pesar de que estaba cerca en cuanto a metros, en el desarrollo parecía en el fin del mundo para Central. Y árbitro tuvo piedad con los presentes en el estadio que lleva el nombre del presidente de la AFA y decretó el fin de un primer tiempo literalmente espantoso.
En el inicio del complemento todo fue igual. La imprecisión abrazaba a Central. Y si Malcorra estaba errático, qué quedaba para el resto.
Barracas se adelantó y a los ponchazos trababa de avanzar y acercarse a Broun. Durísima entrada de Peinipil a Mac Allister, que pudo ser roja directa para el jugador del guapo y siga, siga, de parte de Lobo Medina y el VAR.
Central no había generado nada de peligro y a quince minutos del final Russo apostó por los ingresos de Tomás O’Connor y el Pupi Ferreyra, por Mac Allister y Campaz, respectivamente, ambos de muy flojo partido.
El canalla nunca se sintió en condición de ganar, y a lo que había sido un pobre primer tiempo, tuvo la particularidad de empeorarlo.
Igual ya cerca del cierre, gran saque largo de Broun para la corrida solitaria de Ferreyra y el Pupi sacó un latigazo al medio que despejó el arquero Desábato. La más clara canalla de una tarde aciaga. Barracas casi se queda con todo en el epílogo.
Y llegó el final, ya con la tarde muy nublada, oscura en Buenos Aires, como una postal de lo que fue un partido horrible. Muy lejos de las expectativas de un Central que debía ir por más en la recta final del torneo. Es cierto que no perdió y para su karma de visitante no fue malo, pero fue sólo un puntito ante un rival lleno de limitaciones. El canalla quedó en deuda.
¡EL GUAPO Y EL CANALLA IGUALARON EN EL COMIENZO DE LA FECHA 20! | Barracas 0-0 R. Central | RESUMEN