Fue una tarde negra para el matador y los hinchas hicieron sentir su bronca después de la dura derrota que le propinó Victoriano Arenas, penúltimo de la Primera C, por 1 a 0 en una producción para el olvido. Con este resultado, Central Córdoba quedó con 41 puntos, muy lejos de ingresar al reducido por el cuarto ascenso a la Primera B. La oportunidad que perdió el equipo de trepar en la tabla fue inmejorable, ya que en la fecha perdieron Deportivo Español, que tiene 43 puntos, ante Claypole por 1 a 0 y Real Pilar (último que clasifica al reducido), con 44, frente a Atlas, también por la mínima diferencia.
Después de la igualdad ante Leandro N. Alem 2-2, la chance del matador solo dependía de un triunfo ante Victoriano Arenas y esperar noticias de otros resultados favorables para ilusionarse en soñar con el reducido. Y lo que sucedió en otras canchas fue lo que tanto quería. Perdieron Real Pilar y Español, y estaba todo servido para dar el zarpazo. Pero quedó en la nada. El charrúa no aprovechó la chance, jugó muy mal y quedó mal parado para las últimas dos fechas, contra candidatos al ascenso: Laferrere y Excursionistas.
El trámite en el Gabino fue a pedir de la visita, que se paró bien en todos los sectores y le jugó de igual a igual al dueño de casa. De todos modos, el charrúa fue el primero que inquietó. Alos 2’, Paulo Killer, de cabeza, llegó con peligro al arco de Ferreyra.
El trámite fue el de ambos equipos prestándose el balón, con los arqueros siendo espectadores de lujo. Lo llamativo del charrúa fue la falta de ideas para elaborar jugadas de peligro. Por eso, tanto el delantero el Milton Caraglio y volante Tomás Ramírez jamás inquietaron al golero visitante.
El resto del partido fue muy flojo. El local trató de manejar el balón por intermedio de Bracco y Osella, pero no fue suficiente para abrir el marcador.
La segunda etapa fue un calco de la primera. Córdoba trató de hilvanar juego pero algunos futbolistas faltaron a la cita. Fue ahí que la visita se animó, se adelantó en el campo de juego y, a los 57’, Zacarías sacó un remate que se fue por arriba del travesaño.
Cuffaro movió el tablero y mandó a la cancha a Octavio Rubarth e Ismael Ortiz. El panorama cambió en la ofensiva del charrúa. A los 63’, Ortiz se mandó por derecha, eludió a su marcador, sacó un centro al corazón del área y de arremetida Rubarth no llegó a pegarle al balón cuando estaba solo ante el golero visitante.
Y a los 69’, balde de agua fría en el Gabino Sosa, con el soberbio cabezazo de Leandro Zacarías ante la floja salida de Villanueva. Victoriano Arenas se puso así al frente del marcador por 1 a 0.
El local sintió el impacto, fue en busca de la igualdad sin ideas. Fue ahí que el equipo se lo vio muy nervioso, se repitió con los centros y la defensa visitante sacó todo lo que le tiraron. Central Córdoba jugó un partido para el olvido, dejó pasar una inmejorable chance para ingresar al reducido y, con poco, lo dejaron de rodillas.