En medio de un mercado de pases largo (finaliza en agosto), en Central se mantienen activos en la búsqueda de refuerzos, aunque sin las urgencias de otras ocasiones. Por lo pronto, hay un futbolista por el que están negociando y que, de llegar a un acuerdo, podría convertirse en nuevo refuerzo del canalla este mismo jueves. Se trata de Miguel Barbieri, el zaguero central que quedó libre en el fútbol mexicano pero que conoce muy bien el club, ya que jugó en Arroyito entre 2018 y 2019. Formó parte del equipo campeón de la Copa Argentina de 2018 que conducía Edgardo Bauza. ¿Qué es lo que falta? Que las diferencias entre las partes queden zanjadas por completo. Hasta este miércoles seguían existiendo, pero hay optimismo desde ambos lados.
Central viene hablando con Barbieri (30 años) desde hace unos cuantos días, pero como en toda negociación, siempre hay cuestiones puntuales de dinero y de duración del contrato que llevan su tiempo. Hoy la cosa parece estar centrada en algunos de esos ítems, sobre todo el segundo. Desde lo económico estaría todo relativamente encaminado.
El cuerpo técnico canalla está tras los pasos de un zaguero central, de hecho hace algunas semanas se conoció el interés por Eder Balanta, pero el colombiano optó por seguir con su carrera en el exterior. Y entre otros tantos nombres que había en carpeta está el de Barbieri, quien ya tiene un paso por el club.
Siempre quiso volver a ser un canalla más
Barbieri viene de jugar los dos últimos dos años en Querétaro de México, pero su contrato se venció el pasado 30 de junio y por eso desde esa fecha es jugador libre. Desde el momento en que se fue de Central, el jugador siempre dejó en claro su deseo de volver y esta vez no fue la excepción. En alguna que otra entrevista que le hicieron dejó en claro que mantenía las expectativas de regresar a Arroyito.
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Barbieri viene de jugar en Querétaro de México, pero se le terminó el contrato. Central podría ser su destino.
Y desde Central se pusieron en contacto con el futbolista para iniciar una negociación que aún no tiene resolución, pero que se mantiene viva. El hecho de que las charlas se estiraran tanto en el tiempo da a entender que alguna diferencia hay respecto a la duración del contrato. La idea de la comisión directiva canalla es que la mayoría de los jugadores que lleguen lo hagan a préstamo.
Este miércoles la negociación había llegado a un punto que todo parecía indicar que por sí o por no se iba a resolver, pero se hizo un alto en la misma y todo pasó para más adelante. No obstante, la definición no pasaría de este jueves.
Otro de los análisis que podrían hacerse en medio de esta negociación es que la llegada de un marcador central, sea Barbieri o cualquier otro, le abre la posibilidad a la salida de algún jugador en ese puesto que hoy forme parte del plantel.
Su anterior paso por Central
Barbieri llegó a Central en julio de 2018, de la mano del Patón Bauza. Su primer partido oficial en Arroyito fue el 18 de septiembre de ese año, en la derrota 1-0 ante Defensa y Justicia, y jugó por última vez en el canalla el 8 de diciembre de 2019, en la victoria 1-0 sobre Boca. En total actuó en 30 partidos (28 como titular) y marcó un gol.
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Barbieri en el predio de Arroyo Seco, en su paso por Central. Por allí la historia se repita.
Celina Mutti Lovera / La Capital
El hecho de conocer ya el club es algo que sin dudas le juega a favor a Barbieri y también uno de los puntos elementales para Russo a la hora de buscar refuerzos. En el tiempo que estuvo dejó una buena sensación en los hinchas.
Después de Central emigró a Tijuana de México y de allí a Toluca, donde en septiembre de 2021 sufrió una lesión importante (rotura del ligamento cruzado anterior) en la rodilla izquierda, que lo mantuvo fuera de las canchas durante casi un año. Pero se recuperó y volvió al ruedo, hasta que a fines de noviembre de 2022 arribó a Querétaro, club donde se le acaba de vencer el contrato.
Central lo quiere y Barbieri tiene muchas ganas de regresar al club con el que en 2018 fue campeón, pero todo dependerá de qué tanto puedan acercarse las partes. Por lo pronto, hay una negociación que está en marcha, que más temprano que tarde, por sí o por no, llegará a su fin.