Un exdelantero brasileño que jugó en dos equipos grandes de su país, brilló en Europa y también pasó fugazmente por Newell's, libra una dura batalla contra la cocaína, el alcohol y la depresión. En una larga entrevista, contó cómo es su día a día en esa pelea desigual.
Se trata de Mário Jardel de Almeida Ribeiro, quien se inició en Ferroviário y luego jugó en Vasco da Gama, Gremio, Porto, Galatasaray, Sporting, Bolton, Ancona, Newell's Goiás, Beira-Mar, Criciúma, América-CE, Flamengo-PI, Rio Negro-AM y Cherno Más.
En Newell's estuvo en 2004 y apenas jugó tres partidos, en los que no consiguió marcar ningún gol pese a sus antecedentes como definidor letal. Sin embargo, festejó un título ya que el equipo de Américo Gallego salió campeón ese año, con Ariel Ortega en el plantel.
Jardel vive en Fortaleza, la ciudad donde nació. Y allí le dio una entrevista al portal Ge.Globo, en la que contó los problemas que le generaron sus adicciones y cómo está luchando contra ellas.
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"Es como luchar contra un león"
Estas son algunas de sus frases:
- "Es como luchar contra un león todos los días. Para todo adicto, es una lucha diaria"
- "Me sometí a tratamientos, me recuperé y me mantengo firme, listo para abrir nuevos caminos. No me avergüenza decirlo; quienes me conocen saben quién soy: una buena persona, que solo se hizo daño a sí misma".
- "Ya no gano un sueldo millonario. Me esfuerzo por tener una vida organizada con mi familia. Después de dejar de jugar, me doy cuenta de que esto tenía que cambiar, y así fue".
- "Tengo una gran fe en Dios, que me mantuvo con vida a través de mi cambio. Porque a pesar de todo lo malo que he hecho, podría estar muerto ya, pero soy un hombre bendecido. Todos me aprecian y no lastimo a nadie".
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La adicción a la cocaína
La depresión no es su único enemigo. Drogadicto confeso desde principios de la década del 2000, el exjugador evita a diario entornos y compañías que, según él, lo llevaron a una vida miserable.
En 2007, tras sufrir una sobredosis, Jardel comenzó a afrontar el problema directamente y a hablar abiertamente de las dificultades para mantenerse alejado del alcohol y la cocaína.
"Dondequiera que voy, hay una persona que ofrece cosas (drogas). Hay que ser lo suficientemente fuerte como para decir que no. Nunca consumí drogas cuando jugaba, y ahora, con esta nueva vida, el cambio que he decidido hacer, es fundamental decir que no", contó.
"No me avergüenza decirlo, quienes me conocen saben quién soy: una buena persona, que solo se hizo daño a sí misma"
Jardel, que se volcó a la religión y da charlas motivacionales, evita hablar de cuánto tiempo lleva sin consumir drogas, pero dice que "hace mucho tiempo" no tiene contacto con la cocaína, que jugó un papel fundamental en un final de carrera muy alejado del que imaginaba.
De hecho, el brasileño dejó el fútbol en 2010 en el Cherno More, en Bulgaria, lejos de los grandes clubes en los que descolló con sus goles.
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Un hito entre los brasileños
Aun hoy, Jardel sigue siendo el único brasileño que fue máximo goleador tanto de la Copa Libertadores como de la Champions League. Con la selección de Brasil disputó diez partidos, en los que marcó un gol.
Jardel es una celebridad en Portugal, tras haber alcanzado el éxito jugando para dos de los clubes de fútbol más importantes del país. Por ello, en 2022 fue invitado a participar en una edición local de Gran Hermano, con la participación exclusiva de famosos.
"Estuve encerrado dos meses, sin alcohol. Me fortaleció, fue bueno para mí y para mi imagen, salí bien parado", recordó.
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Jardel en la política
Cuando se retiró del fútbol, Jardel se dedicó a la política y fue elegido diputado federal por Rio Grande do Sul en las elecciones de 2014. Sin embargo, al final de su segundo año en el cargo fue destituido por unanimidad: 51 votos a favor y ninguno en contra.
Fue imputado por el Ministerio Público por varios delitos, entre ellos crimen organizado, malversación de fondos y uso de documentos falsos.
También se le imputó su presunta participación en la malversación de fondos de su oficina mediante el mantenimiento de empleados fantasma y la "rachadinha" (un tipo de extorsión), entre otros cargos.
"Me han acusado de muchas cosas que no hice; quienes me hicieron daño lo saben. Y no diré nombres", comentó a Ge.Globo. Y añadió: "Eso es cosa del pasado, no descarto volver a ser representante estatal aquí en Fortaleza, cuando llegue el momento de ser concejal, representante, aliado, pero en el ámbito deportivo, en lo que sé hacer".