Corría septiembre de 1965 cuando el matrimonio integrado por el tapicero, Emilio Bazán y la modista de alta costura, Miguelina Buoniconti, comenzaron a confeccionar cortinas a medida, ganando experiencia en su diseño. Así fundaron Cortinería Confort, con su primer local emplazado en barrio Echesortu, sobre calle Avellaneda al 1600. La marca logró afianzarse y crecer, de la mano de sus hijos y nietos, quienes hoy comandan el negocio que reúne seis sucursales en Rosario.
“En la actualidad está compuesta por 34 integrantes y trabajamos en ofrecer servicio y atención personalizada, por eso nos siguen eligiendo a lo largo de estos años. Nos gusta decir que somos un clásico que siempre se renueva, no solo en tendencias, sino también ampliando las categorías que vendemos. Viajamos a ferias internacionales para conocer lo último en telas, colores, texturas que se usan en el exterior, ofreciendo al mercado local productos de vanguardia”, explicó Osvaldo Bazán, segunda generación al frente de la marca.
Justamente este mes es de gran relevancia ya que celebran su aniversario número 59, el último antes de coronar seis décadas en la venta de productos de confort para el hogar, incorporando a lo largo de los años la venta de colchones, sommiers, alfombras, sillones, artículos de blanco y reposeras. Así, la empresa divide esta amplia oferta entre sus distintas tiendas, por ejemplo, la Colchonería Confort se ubica en la esquina de San Luis y Corrientes, mientras a pocos metros, en San Luis al 1400, hay un segundo local que vende cortinas y artículos de blanco. También hay otros dos, ubicados en Callao y Córdoba y en calle 3 de Febrero al 4000.
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El negocio trabaja una amplia variedad de telas y texturas para las cortinas de hogares y desarrollos comerciales.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Algo que diferencia a Cortinería Confort por sobre la competencia es la fabricación propia que tienen concentrada en dos talleres, uno en su sede original y otro en Avellaneda al 1400, desde donde también atienden al público. En uno se fabrican las cortinas tipo “roller”, muy demandadas en los últimos años, a la vez que funciona el centro de distribución donde se recibe la materia prima, se prepara y se despacha a los locales. En el otro taller se producen las cortinas clásicas de tela, que siguen vigentes en las revistas de decoración, destacándose materiales como gasa hindú, gasa pañalera, gasa de hilo y lino.
Clientes residenciales y corporativos
Hoy Osvaldo comparte la administración de los locales junto con su hermano, Gustavo Bazán, y sus dos hijos, Nicolás y Facundo, quienes le imprimen al negocio la impronta de las nuevas generaciones. Un cambio que sucedió desde hace diez años a esta parte es que las cortinas de tela fueron desplazadas por las blackout, ya que bloquean el paso de la luz solar del exterior logrando muy buena oscuridad en la habitación. En cuanto a colores, el auge está en los tonos grises, visón y pasteles claros.
“Las cortinas roller, tipo blackout fueron creciendo y hoy, de diez pedidos de cortinas que recibimos, siete son así y tres de tela clásica. Pero, en el último tiempo apareció una fusión de ambas, es decir que la gente te pide el roller y arriba del blackout colocan una tela, que puede ser de un material como el lino o la gasa, para vestir la cortina y que quede más elegante. Se usan mucho en departamentos a estrenar, que tienen grandes ventanales, pero también en casas de barrios privados para decorarlas. Nosotros tenemos personal que va a domicilio a instarlas, en Rosario como en localidades de alrededor”, explicó Gustavo a Negocios.
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La marca trabaja con encargos a medida y cuenta con personal para realizar envíos e instalaciones en domicilios.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
La marca es solicitada, tanto por el segmento residencial como por el comercial, ya sea para hoteles, restaurantes, locales de ropa o lugares que buscan darles un toque distinto a sus ventanas. Además, participaron y ganaron licitaciones municipales, provinciales y nacionales para proveer a grandes establecimientos, a la vez que comercializan toldos a empresas constructoras para sus obras.
“Nuestros padres conocían muy bien el oficio de la confección al momento de lanzarse a este rubro. En ese entonces, había un mercado de alta sociedad y un sector más masivo, que fue al que apuntamos desde un inicio, a los barrios y a las familias que empezaban a construir sus casas y querían equiparlas, cubriendo una necesidad en la clase media. Hoy este sigue siendo nuestro principal público y con esfuerzo vamos llegando a un segmento más acomodado, que nos busca porque sabe que tenemos muy buena calidad, pero también buenos precios”, aseguró Facundo, tercera generación a cargo.
Expansión a calle San Luis
Un gran hito del negocio a lo largo de estos casi 60 años se dio en 1989, cuando dan el salto de barrio Echesortu a plena calle San Luis, un punto neurálgico del comercio rosarino. Según Osvaldo, sentían la necesidad de estar en este corredor para jugar en las grandes ligas, con marcas importantes que ya tenían sus locales instalados. También recordó una anécdota por esos años: “en ese momento nadie abría los sábados, pero nosotros veníamos del barrio, donde ese día se trabajaba y era el que más se vendía así que arrancamos a abrir también en calle San Luis hasta el mediodía y de a poco, las tiendas de alrededor se sumaron”.
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La Colchonería Confort es otra unidad de negocio dentro de la empresa, especializada en la venta de colchones y sommiers.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Al haberse diversificado hacia nuevos rubros, hoy las seis sucursales de Cortinería Confort se dividen para abarcar distintos segmentos de productos, aunque el fuerte de la marca es las cortinas y los colchones o sommiers. En cuanto a las primeras, detallaron que instalan más de 100 cortinas en hogares por mes, sin contar las que solo comercializan desde sus tiendas. En cuanto al segundo nicho, lograron impulsarlo al punto de vender más “que negocios de colchonería que se encargan solo de este segmento”, aseguran los socios.
El foco está en ampliar la logística para mejorar la entrega a todos los puntos del país y sumar tecnología en los sistemas de atención al cliente. “Estamos en constante renovación como empresa, hacia adentro y hacia afuera, En productos, por ejemplo, tenemos preparada una línea de reposeras de aluminio negras que van a estar muy de moda para esta temporada. Creo que lo que más nos destaca es que somos una empresa netamente familiar que busca innovar siempre. Con Osvaldo nos criamos en el comercio, jugando con un bollo de tela como pelota. Ahora tenemos una nueva generación en manos de Nicolás y Facundo, que siguen nuestros pasos”, aseguró Gustavo.