Pasaron diez años desde que Cristián Sottosanti decidió darle una vuelta de tuerca a su actividad y animarse a emprender. Luego de trabajar años para empresas de cerveza de primer nivel como Quilmes, dio un paso al costado para abrir una distribuidora de bebidas en la zona oeste sobre avenida Pellegrini al 6300. Una sólida estrategia de negocio y una mirada ambiciosa fueron la combinación justa para crear su marca: La Masía. Una empresa que no frena su expansión y hoy tiene siete sucursales de las cuales seis están en Rosario y una en Funes.
En diálogo con suplemento Negocios de La Capital su fundador, Sottosanti, explica lo que se viene por delante: “Lo que vamos a hacer ahora es mudar la primera sucursal a un espacio mucho más grande, pasando de los 200 m2 a los 1000 m2 y con un frente todo vidriado, realmente muy atractivo porque no solo estamos pensando en la gente del barrio sino en la gran cantidad de conductores que circulan por esta avenida. Vamos a tener una cochera amplia porque la idea es que sea un negocio de primer nivel, con una inversión que rondó los u$s 300 mil”.
La Masía nació como una marca con fuerte especialización en la comercialización de bebidas como destilados, licores, whiskies y vermuts. Según el empresario, lo que les permitió crecer entre la clientela eran sus precios competitivos en comparación con súpers y almacenes, ya que la mayoría de las etiquetas eran compradas directamente a importadores, lo que permitía achicar márgenes al no tener intermediarios. A su vez, la estrategia inicial era la de resignar ganancias en pos de tener una alta rotación de productos, apostando a incrementar las ventas.
“Al poco tiempo nuestro primer local nos quedó chico y empezamos a ver la posibilidad de crecer y abrir nuevos puntos para almacenar toda la mercadería. Encontré una oportunidad a pocas cuadras y para no hacerme competencia a mí mismo decidí agregar alimentos además de productos de consumo masivo a esta segunda tienda, lanzando un formato mayorista/minorista, pero manteniendo nuestro fuerte que era el segmento de bebidas”, explicó Sottosanti sobre los inicios de su marca.
El vino fue su puntapié para abrirse camino, teniendo trato directo con muchas bodegas para adquirir innumerables etiquetas, desde las más conocidas hasta novedades que atraen el interés del público enófilo. Así fue que decidieron incorporar zonas reservadas para catas y eventos en algunas de sus sucursales, como las de Fisherton y Funes, donde hoy se hacen catas de una variedad de 5000 etiquetas. Otro salto importante lo dieron cuando incorporaron un patio de comidas a su local de Funes, pensando en llevar una propuesta comercial más completa. La carta incluye las cuatro comidas, enfocándose en opciones por fuera del clásico café con leche y medialunas, con panificados, bol de frutas, pastelería y comidas elaboradas y el broche es la oferta de coctelería.
Lanzamiento de franquicias
Si bien el sector de vinoteca hoy copa “el 70%” de las sucursales, aseguró que la venta de otros productos es fundamental para generar una propuesta comercial de interés entre sus clientes. Se añade una fiambrería con jamones crudos y quesos importados, más una línea de carnes envasadas al vacío y otros productos “boutique” como pastas importadas. El resto son góndolas repletas de una gran variedad de artículos, al igual que en cualquier súper tradicional, pensando en que los consumidores puedan resolver todas sus compras.
“Nos dimos cuenta de que con tener un negocio cada siete u ocho cuadras los clientes eran otros, entonces nos servía aprovechar buenas oportunidades más allá de la cercanía. Siempre tuvimos en cuenta que sean locales vistosos, en lugares de mucha circulación y en barrios, pero nos tocó una esquina como Pellegrini y Corrientes a la que decidimos apostar para llevar el nombre a la zona céntrica y que más personas nos conozcan”, indicó el empresario.
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Cristian Sottosanti delante de algunas etiquetas que distinguen a La Masía.
Foto: Héctor Rio / La Capital
Por otro lado, adelantó una novedad que viene ideando en los últimos meses. Se trata del lanzamiento de su sistema de franquicias para que La Masía pueda llegar a localidades cercanas como pueden ser Roldán, Alberdi, Cañada de Gómez o San Lorenzo. Si bien la apuesta no está completamente cerrada, se trata de una alianza que planea llevar adelante con el exfutbolista Ignacio “Nacho” Scocco, con quien abrió la tienda de Fisherton. El proyecto, en sus palabras, es que el deportista se pueda unir al modelo de negocios de La Masía teniendo más participación en la firma y aprovechar su reconocimiento para atraer nuevos inversores.
“Su nombre tracciona siempre y nuestro producto ya está reconocido en la calle así que creo que estos dos condimentos son muy atractivos para que interesados quieran llevar la marca a sus localidades y tener más presencia en la región. Hoy no tenemos ninguna franquicia y nos parece interesante crecer sin la necesidad de estar nosotros detrás de todo como venimos haciendo hasta ahora”, sostuvo Sottosanti.
Bien a mano: las siete sucursales de La Masía
Av. Pellegrini 6345
Av. Provincias Unidas 1254
Av. Provincias Unidas 502
Pellegrini y Corrientes
Av. Francia y Mendoza
Av. Eva Perón 8119
Fuerza Aérea y Suipacha, en Funes.
Lo que se viene: Campbell 1690, esquina Pellegrini.