“Rosario es una cantera de artistas locales que es una envidia para muchas ciudades” la frase es del arquitecto y productor ganadero Pablo Mercado, quien invierte en arte desde hace décadas y hoy es uno de los coleccionistas privados más importantes de Rosario, con 400 obras en su haber. Ahora bien, ¿cómo es este mercado del arte en Rosario? ¿Hay un mercado real? ¿Existen los mecenas modernos? ¿Qué precios tienen las obras en la ciudad? Suplemento Negocios de La Capital hizo una recorrida por algunos actores del sector del arte, para contar de qué se trata este mundo tan atractivo para los amantes del arte.
Si nos vamos a la historia del arte recordaremos aquellos mecenas que eran quienes daban el soporte económico a los artistas, como la memorable familia de los Médici en Florencia, Italia. Esa figura de las familias de linaje que invertían en arte existió en algún momento en Rosario, era el caso de las familias Estévez, que dejaron su museo, los Martín de la ex yerbatera o los García de la Favorita, entre otros. José Luis Parodi, pintor y también coleccionista rosarino asegura que “con la desaparición de esta burguesía tradicional, desapareció ese tipo de coleccionista que no sólo compraban obras, sino que hacían además grandes construcciones en la ciudad”. Podríamos decir que hoy esos posibles mecenas viven en los grandes countries en las afueras de Rosario o en los edificios premium del centro, a quienes por diversas razones el arte no siempre llega.
Por otra parte, el acceso a las obras más tradicionales estuvo siempre de la mano de los arquitectos, “hubo incluso un momento donde la decoración y el arte estaban dentro de la arquitectura, donde era el propio arquitecto el que proponía la obra para un espacio”, explica Mercado. Eso se perdió un poco porque las obras requieren de un cuidado de la luz o el calor, que quizá no está en línea con la arquitectura moderna, más tendiente a lo vidriado. Y también es real que hay un consumo de arte en serie, más económico y de tipo industrial, que ponen de moda los decoradores.
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Mercado: oferta y demanda
Pero quienes aparecen en el centro de este negocio son los galeristas, que son los que ponen en valor las obras y constituyen un mercado con el juego de la demanda y la oferta. Parodi cuenta que tras el cierre de la famosa galería de Gilberto Krass hubo un freno en todo el negocio pero que desde hace diez años han surgido nuevas galerías en Rosario que están haciendo resurgir ese mercado. En esa línea está el grupo Giros, que aloja muchas de las galerías de la provincia. Lo que sigue siendo complicado es pensar el arte como inversión, puesto que “si querés vender una obra que compraste es difícil colocarla y por lo tanto el mercado se retrae”, agrega Parodi.
Para Rogelio Lombardo, arquitecto que compra obras en Rosario desde los años 80, hay un grupo importante de coleccionistas en la ciudad, pero muchos no lo comentan, no lo muestran porque hay obras con precios muy altos. Hoy un cuadro de Antonio Berni puede estar en los u$s150 mil y un Grela puede oscilar entre los u$s7 mil y los u$s30 mil dependiendo de la época, por lo tanto, quien los tenga no lo dirá públicamente. Y si hablamos de números podemos recordar lo que pagó el inversor número uno del arte en Argentina, Eduardo Constantini, por un cuadro de Frida Kahlo: u$s34,8 millones. Ahora bien, esas son figuras excepcionales, ¿Cuánto vale una obra contemporánea rosarina?
Arte contemporáneo en números
Para poder establecer el precio de una obra habrá que ver la trayectoria del artista, sus premios y sus muestras. Lombardo detalla que dependerá de “si el artista es reconocido en el medio, si le han hecho una retrospectiva en un museo como el Castagnino, si se puso su historia en el tapete”. En Buenos Aires es donde el mercado es más fuerte en Argentina, recuerda él que no hace mucho presenció cómo una persona compraba un cuadro de u$s130 mil en Arte BA en pocos minutos. Otro de los circuitos claves son los remates porteños, donde se logran muy buenos valores. Córdoba es también una plaza representativa del sector.
En Rosario, las obras de los artistas pueden tener un costo que va desde los u$s700 hasta los u$s1000, aunque por supuesto hay quien vende por menos y por mucho más. Mercado define que “el arte es una construcción social, un sistema de representación y por lo tanto el público debe ser educado en este sentido, porque debe comprender el código para lograr descifrar el arte, es una construcción de muchos años. Y es el galerista el que tiene la función del ojo y sensorial de la valoración simbólica del arte”.
El rol de las empresas
Vale señalar el interés de algunas grandes empresas rosarinas por destacar obras de muchos artistas locales. Es el caso de las constructoras, las aseguradoras, las empresas vinculadas a la salud, la propia Bolsa de Comercio que tienen obras o espacios totalmente dedicados al arte local y que promueven no sólo la valoración del arte sino también su posible colocación.