Un recuerdo: los despampanantes desfiles de Roberto Giordano en Punta del Este durante los 90. El peluquero está al frente de un atril junto a su compañera Teté Coustarot. Ambos se miran cómplices, sonríen y presentan a las top models “más lindas del Río de la Plata”, como él las denomina. Las mira triunfante, las tiene a todas en su pasarela. Unas jóvenes Valeria Mazza, Nicole Neumann y Florencia Raggi desfilan sobre tacos aguja con vestidos dorados o minifaldas a tablas y pompones rosados en los corpiños. Es 1995 y ellas son las verdaderas figuritas de colección en los desfiles de la costa esteña.
Sin embargo, lejos quedaron esas épocas y hoy el negocio del mundo del modelaje ha tenido que reinventarse por distintos factores. Uno de los ellos fue justamente la necesidad de quitarle protagonismo a las modelos para no desviar la atención del lanzamiento de la marca: "La modelo había cobrado demasiado protagonismo en los 90, tanto que la gente iba a verlas a ellas a los desfiles en vez de a las creaciones de los diseñadores. Esto los enojó a todos a nivel mundial porque invertían muchísimo dinero en estas figuras, así que se pusieron de acuerdo en no convocarlas más, generar modelos nuevos o incluso homogeneizarlas a todas con pelucas para que fuesen iguales sin darles protagonismo", explica Rocío Córdoba Ayala, directora de la agencia y escuela de modelos Hi! Management, frente a la pregunta de suplemento Negocios sobre el motivo de que las top models ya no tengan tanta relevancia en la actualidad.
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Rocío Córdoba Ayala y María José Sosa Minetti a cargo de Hi! Management.
Foto gentileza Hi! Management
Otros de los factores ha sido el surgimiento de las redes sociales, en donde una marca prefiere vincularse con una influencer para su próxima campaña porque representa su concepto o porque tiene entre sus seguidores al público que buscan captar. María José Gindre, directora de Nativa Models, también distingue un cambio en la elección de inversión de las marcas a la hora de tener que optar entre producir un desfile o armar una campaña digital: “Es difícil que hoy las marcas quieran producir estos eventos. Es un cambio de época. Con las redes sociales prefieren invertir en eso. Hay una diferencia abismal entre los resultados inmediatos que puede generar una campaña digital en comparación con un desfile”.
Por último, en el mercado nacional y local también influyen las crisis económicas que azotan cada tanto y obligan al universo a reinventarse: “Después de la pandemia los desfiles de modelos cayeron hasta un 70%. Antes había uno por semana y ahora con suerte algunos al año. A esto se suma que las marcas más tradicionales y clásicas de moda que siempre los hacían cesaron por cuestión de costos. Las crisis tienen un gran impacto en el negocio de los textiles y también en el de los shoppings que eran los grandes propulsores de estos eventos”, agrega Juan Venier, director de la agencia y academia de modelaje, Portfolio Group, sobre este cambio de paradigma.
En el caso puntual de Rosario, también se le suma el problema de que la ciudad es una sombra de Buenos Aires. Sobre esto, Gindre explica: “Rosario, a nivel moda y puesta de desfiles nunca fue un gran polo, siempre estamos luchando con la cercanía con Buenos Aires. Las grandes marcas apuestan directamente allá, al mercado nacional y a las más pequeñas les cuesta mucho hacer un desfile por los costos de producción altísimos”.
Las claves de un negocio rentable
En este marco, la pregunta sería: ¿cuál es el negocio hoy para las agencias? “El negocio está en el combo de tener la agencia, escuela y servicio de promociones”, resume Gindre. Estas son las tres unidades de negocio con la cuales se sostienen todas las agencias rosarinas.
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María José Gindre, de Nativa Models.
La primera y más tradicional es el management de modelos, que se trata justamente de la representación de figuras de chicos y chicas para el uso de su imagen en campañas publicitarias, comerciales, fotografías de e-commerce y participación en desfiles. Esta pata es la que puede tener proyección nacional e internacional. Las agencias rosarinas trabajan en equipo con otras de Buenos Aires y del mundo para llevar sus caras a otros mercados y cobrar una comisión por cada contratación que su modelo consiga en distintos lugares: “Las agencias cobran un 30% del trabajo del modelo. Esto está estipulado a nivel mundial. Hay una agencia madre que es la que descubre el talento y lo ayuda a proyectarse porque lo contacta con las internacionales. Esa comisión se divide entre todas esas agencias que participan del acuerdo”, explica María José Sosa Minetti, también directora de Hi! Management.
La segunda unidad y, la que genera ingresos más estables, son las escuelas y academias de modelaje. Cada agencia le da su propia impronta con capacitaciones específicas y la mayoría duran entre 9 y 11 meses con el pago de una cuota mensual. En estos cursos, personas de todas las edades acceden a clases de posado, oratoria, teatro, hacen sesiones de fotos para armar sus books personales y aprenden sobre la industria y las redes sociales para fines comerciales en moda. Llamarlas “clases de modelaje” se queda un poco corto porque las agencias consultadas hacen énfasis en que ofrecen capacitaciones que van más allá de una formación en modelaje.
Para Hi! Management la escuela no solo tiene como meta encontrar talentos que después puedan ofrecer a los clientes, sino también darle herramientas de seguridad a sus alumnos para que luego puedan implementarlas en su vida: "Tenemos alumnos adultos que son profesionales y necesitan potenciar su marca personal para dar conferencias, sacarse mejores fotos o sostener sus redes personales", comentan las directoras de Hi Management. Sin embargo, aclaran que los cursos son para todas las etapas de la vida y que incluso pueden dar como resultado trabajos de modelo de adultos, ya que existen gran cantidad de marcas que, por los servicios que brindan, no les sirven tener como imagen a personas jóvenes.
Estos espacios de formación no abundan en el interior del país, por eso Juan Venier acaba de abrir una academia de Portfolio Group en la ciudad de Santa Fe: “Ya tenemos algunas capacitaciones en curso con docentes de la ciudad y otros que viajamos desde Rosario. No solo sirven para captar talentos que nos podríamos estar perdiendo, sino también para darle una oportunidad de aprendizaje a personas de otras ciudades”.
La tercera pata del negocio son las promociones. A diferencia de las agencias de modelos de Buenos Aires, las rosarinas sí tienen la posibilidad de ofrecer este servicio a sus clientes y es uno de los más solicitados entre los rubros de medicina, seguros y empresas del agro, como también las ferias estilo Expoagro o Agroactiva. En esta solución, los clientes solicitan un estilo de promotores y se cobra por hora trabajada.
Sin falsas ilusiones
Las agencias reconocen que es difícil vivir exclusivamente del modelaje en Rosario. Que la mayoría de las y los modelos que buscan crecimiento en su carrera deben seguir su camino en Buenos Aires o viajan al exterior. “Yo ofrezco credibilidad y transparencia a nivel económico, además no prometo acuerdos que no puedo cumplir. Me comprometo, por ejemplo, a que podemos acordar trabajo en dos eventos y vamos por eso”, explica Venier.
Por otro lado, las agencias tienen una influencia importante en la formación de la personalidad de aquellos alumnos que son adolescentes. Respecto a esto, las chicas de Hi Management lo toman como una responsabilidad: “Muchas agencias, por conveniencia para su negocio, juegan con la ilusión de los chicos de ser modelos y son muy jóvenes, vulnerables e inocentes. Nosotras les decimos ‘te vamos a dar las herramientas, no sé si vas a ser modelo, no importa, pero vas a tener una formación para salir al mundo’”, concluye Córdoba Ayala.