Los Pumas ya no tienen más margen de error. Para seguir en carrera el equipo albiceleste tiene que ganar todo lo que queda. No tiene otra alternativa, no sirven otros resultados. Y en ese contexto de muchísima presión para el conjunto argentino, Samoa se presenta como la primera de las tres pruebas que todavía les falta afrontar. El partido se disputará este viernes en el estadio Geoffroy-Guichard de Saint- tienne desde las 12.45 y será dirigido por el australiano Nic Berry.
La caída ante Inglaterra, un equipo que llegaba de capa caída al torneo y que jugó con un jugador menos casi todo el partido, significó un duro golpe del que deberá reponerse. Tuvo 13 días de descanso, entre su debut y el partido de este viernes, tiempo más que suficiente para entender lo que pasó y buscar la ansiada recuperación.
No será nada fácil, ya que los isleños llegan de derrotar a Chile en su presentación y de hacerlo con un punto bonus, lo que condicionó directamente al equipo de Cheika. Samoa sabe que, en su búsqueda de la clasificación, le tienen que ganar a Los Pumas ya que de hacerlo tendrían el pasaje casi asegurado.
Será una batalla dura, desde lo físico y desde los psicológico. La llegada de ex All Blacks y Wallabies potenciaron el rendimiento de Samoa, que ya mostró su efectividad ante el conjunto trasandino.
La experiencia jugará, una vez más, sus cartas más altas, porque hay mucho en juego: es seguir en carrera o empezar a armar el bolso.
Cruces mundialistas
Los Pumas y Samoa volverán a cruzarse este viernes en un Mundial después de 24 años. En total se enfrentaron cinco veces y tres de ellas fueron en Copas del Mundo: en 1991, en Pontypridd ; en 1995, en East London y 1999, en Llanelli. El historial lo dominan los isleños ya que solo una vez el conjunto argentino pudo quedarse con el triunfo.
El primer partido entre ambos seleccionados se disputó en el Mundial de Inglaterra 1991, el 13 de octubre en el estadio Sardis Road, en Pontypridd, Gales, ante 8500 espectadores.
Argentina ya había perdido ante Australia y Gales y la esperanza de seguir avanzando en el torneo se diluyó por completo frente al seleccionado de Western Samoa equipo que venció a Los Pumas 35-12, pasó a cuartos de final y obligó a los argentinos a volverse.
En ese encuentro, durante gran parte del primer tiempo Los Pumas habían podido contener al rival y la ilusión de continuar en carrera estaba intacta. Pero bastó un duda para que todo cayera en saco roto. Todo nació en una pelota a cargar en la que Pablo Garretón y Martín Terán dudan en tomar. Tras esa vacilación apareció Tagalda quien dijo mía a la carrera, habitó a Lima y éste apoyó en el ingoal argentino. Fue en el minuto 39 del primer tiempo. Antes todo había sido muy parejo, predominó el equilibrio, pero después del try la debacle albiceleste fue vertiginosa. Argentina perdió el orden, la pelota y por lógica, el partido.
Argentina no tuvo un conductor táctico y/o emocional, la obtención fue limitada y no tuvo respuestas rugbísticas. Este panorama se oscureció aún más con la expulsión de Pedro Sporleder, una de las pocas fuentes para ganar alguna pelota en los lines, tras una rencilla con Keenan, jugador que también vio la tarjeta roja. Con este paisaje, el sueño de pasar a la siguiente fase murió con la derrota y así nació una nueva decepción. Para Los Pumas el Mundial había terminado.
En el Mundial de Sudáfrica, en 1995, Argentina venía de perder con Inglaterra 24-18 y enfrentó en la segunda fecha a Samoa, en el Basil Kenyon de East London, ante 8000 almas.
Desde el comienzo del partido con los samoanos quedó en claro las estrategias que utilizarían unos y otros. Por un lado Los Pumas trabajaron con sus forwards, y los samoanos lanzaron a sus backs en cuanta oportunidad tuvieron. El plan de Petra y Paganini dio sus resultados ya que los delanteros albicelestes lastimaron a Samoa. Una primera línea que empujaba todo (Corral, Méndez y Noriega fueron considerados la mejor primera línea del certamen), Germán Llanes impuso su altura en los lines y en las salidas, mientrsa que en la tercera línea el Yankee Martin y Viel Temperley recuperaron un sinfín de pelotas. Llegó un try penal y luego tres penales del gringo Cilley. Tuvo además dos oportunidades muy claras de try que desperdiciaron Martín Terán y Federico Méndez cuando la pelota se les cayó a centímetros del ingoal samoano.
En el segundo tiempo Argentina jugó con viento en contra y a partir del cuarto penal de Darren Kellet, Los Pumas perdieron las riendas del partido. Samoa que nunca apareció como un equipo quebrado comenzó a dominar el partido y dio vuelta la historia. Así llegó el final de Argentina en este Mundial.
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Eduardo Simone trata se sacarse la marca de encima. Fue en el Mundial de Gales, en 1999, en la única victoria argentina ante el conjunto samoano.
La única victoria argentina
La redención para los argentinos llegó el 10 de octubre de 1999, en el Stradey Park de Llanelli, Gales. Los Pumas habían perdido con los Dragones en el partido inaugural y Samoa asomaba, una vez más, como una sombra. Al partido llegaron con mucha presión, ya que además de ganar, tenían que manejar la ansiedad. La concentración que debieron tener en el primer período la perdieron y lo pagaron caro, con una diferencia de 13 puntos.
Pero en el segundo tiempo apareció lo mejor del conjunto argentino. Fue un punto de inflexión de todo el equipo ya que literalmente borraron a los samoanos de la cancha. Con una presión asfixiante y un pack demoledor dejaron en el camino al equipo oceánico. Tanto fue así que en el segundo tiempo los samoanos no pudieron marcar un solo punto.
A partir de allí Los Pumas se dieron cuenta de que podían aspirar a más pero el resultado cobró su verdadera dimensión tras la victoria de los samoanos frente a Gales que posibilitó que los dirigidos de Wyllie se clasificaran para los play off por primera vez en su historia.