El hombre, cuando va envejeciendo, puede presentar síntomas de hipogonadismo o deficiencia androgénica (DAEM) o lo que denominamos hipogonadismo de inicio tardío en el adulto. Son situaciones asociadas a la disminución de los niveles de testosterona que se relacionan con disminución de la libido y la función sexual del individuo. Existen innumerables evidencias científicas de que estos andrógenos desempeñan un papel importante en la fisiología de la erección.
Además, el varón, a medida que va pasando el tiempo, suele ser usuario de diversos fármacos que conviene "investigar" porque pueden influir en la sexualidad: diuréticos, antidepresivos, anticoagulantes, antihipertensivos, entre otros.
La etapa de la que hablamos es comparable con la menopausia en las mujeres, en varios aspectos. De todos modos no en todos los hombres aparece. Tampoco tiene síntomas tan típicos (como pueden ser los sofocos en las mujeres). Estas características hacen que sea más difícil el diagnóstico. De allí que sea fundamental el criterio clínico y bioquímico que hacemos a través de un examen de laboratorio y también teniendo en cuenta los síntomas que a veces no son claros pero que pueden ser: cansancio, depresión y también la disminución del deseo sexual
No es una tarea fácil el diagnóstico del hipogonadismo en el hombre que envejece, considerando que pueden estar relacionados con otras enfermedades. Afortunadamente, y gracias al trabajo de los especialistas, en la Argentina tenemos guías y recomendaciones a nivel nacional (que creamos con un grupo de urólogos) y que permiten "pesquisar" a estos pacientes para poder darles el mejor tratamiento.
Respecto del ahora famoso chip sexual lo que hay que tener en cuenta es que la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual establece cuáles son los reemplazos o reposiciones hormonales en un varón cuando tiene déficit de testosterona. Eso debe ser determinado por un especialista.
Las presentaciones más difundidas en nuestro medio son: el gel de testosterona (se coloca en la piel de brazos, hombres y abdomen) y las inyecciones que duran 21 días o inyecciones trimestrales.
En cuanto a los implantes o agentes subcutáneos (pellets) son una estructura química natural que se coloca en forma quirúrgica. Hago hincapié en que la aplicación de testosterona no es privativa de ese producto sino que ya hay otros en el mercado como el gel y los inyectables que funcionan perfectamente.
Es importante que todos los tratamientos sean controlados por un médico, con chequeos y seguimientos estrictos por parte del urólogo- andrólogo que es el profesional indicado para evaluar a través de examen clínico y análisis de laboratorio cuál es la situación particular de cada paciente, teniendo en cuenta, además, que el chequeo prostático en individuos candidatos a testosterona es fundamental.
A la testosterona se le llama la hormona de la felicidad, es cierto, pero la clave es que si alguien la necesita, esté muy bien indicada y controlada por un médico.