“Nos amenazaron desde la familia paterna diciendo que, si nos quedábamos ‘en el molde’, si no salíamos a la calle pidiendo justicia, nos iban a llevar los fines de semana a los chicos”, contó Graciela Ríos, la madre de Verónica Soulé, la mujer de 31 años asesinada en Casas, en el departamento San Martín en 2020. Graciela, junto a su familia, encaran ahora la lucha por recuperar el vínculo con sus nietos, Candela (14) y Benjamín (11) quienes permanecen bajo la tutela de la familia del condenado, a pesar de que se acreditó en el juicio -en el que la semana pasada se castigó a su padre a prisión perpetua- que la versión que conocen los niños sobre lo ocurrido está discursivamente contaminada.
“Nosotros seguimos saliendo a la calle porque no queríamos que a otra chica le pase lo mismo que a Verónica. Seguimos pidiendo justicia y no me llevaron más a mis nietos”, planteó Graciela en una entrevista realizada en el programa Quórum de Canal 1 de El Trébol.
Durante el encuentro, compartido con la dirigente de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) María José Zochi -quien acompañó a la familia desde el inicio del caso-, relató la imposibilidad de ver a sus nietos desde hace dos años, tal como lo repitió durante el tiempo transcurrido en cada uno de los contactos con la prensa.
“Cuando ocurrió el femicidio, ellos estaban en un rinconcito de la casa. Luego declararon en Cámara Gesell y el psicólogo Diego Paramo, quien fue importante en la investigación, hizo su interpretación dando cuenta que su relato estaba contaminado, que habían sido manipulados”, explicó Zochi.
Al respecto, Graciela recordó que “durante los primeros cuatro meses si podíamos ver a los chicos. Desde Niñez de Cañada Rosquín nos facilitaban una piecita donde podíamos verlos un rato. Después, cuando detuvieron al padre, no pudimos verlos más”.
Entre lágrimas, Graciela relató la difícil situación que sufren desde aquel momento: “Nos amenazaron desde la familia paterna diciendo que si nos quedábamos ‘en el molde’ nos iban a llevar los fines de semana a los chicos”, sostuvo.
Zochi, desde su lugar de militante y ex funcionaria del área de Género en el gobierno provincial, detalló que “esta causa está abierta y continuará. Estamos esperando el fallo del tribunal muy ansiosos. Los chicos hoy tienen todo bloqueado, no hay forma de que la familia se acerque”.
Promesas incumplidas
“Fui a San Jorge el 23 de diciembre, en donde el juez (Daniel) Zoso me atendió y me dijo que deje de pedir la tenencia y que solicite la revinculación, que sería un proceso más rápido. Me dijo también que los chicos iban a ser evaluados por psicólogos y nos iban a informar cómo estaban”, indicó Ríos.
Después, la abuela de los niños contó: “Firmamos un papel, el juez hizo una audiencia citando a los abuelos de ambas partes y del otro lado no concurrieron. El 24 de diciembre me mandaron un mensaje diciendo que el 26 iba a poder verlos, pero que esté sola, sin mis hijas. Ellas estaban desesperadas, querían verlos también, así que fueron igual. Esperamos toda la tarde, y nunca llegaron”.
“Cuando hablamos de revictimización hacia la familia nos referimos a esto. Cuando el Estado vuelve a revictimizar, a ser tan cruel como prometerle a una abuela que va a ver a sus nietos en una fecha tan significativa. No hacerlo es de una crueldad que merece una sanción, por eso también pedimos que se investigue la actuación de las personas involucradas como jueces, funcionarios, equipos y direcciones”, concluyó Zochi.