Este verano será recordado en la historia como el que más olas de calor registró. Pero también será difícil de olvidar que fue el verano en el que apareció una especie de insectos diminutos, parecidos a las pulgas, por su capacidad de trasladarse de un lugar a otro y de generar una comezón similar. Se trata de los trips, unos insectos que "se mudaron a la ciudad" ante la extraordinaria sequía y calor, ya que su hábitat natural son los cultivos de soja, porotos y otras plantas de la región.
La especie es molesta pero fitófaga, es decir que se alimenta de materias vegetales, por lo que no genera mayores inconvenientes en la población humana. Conocidos científicamente como Caliothrips phaseoli, son de la familia de de las Thripidae, y justamente atacan a las plantas que sufren estrés hídrico como ocurrió durante estos años de sequía y escasez de agua.
"Es una plaga agronómica más que sanitaria, surgieron a raíz de las condiciones ambientales, es decir, clima seco y mucho calor", apuntó el director del área de Control de Vectores, Carlos Tasinato, en declaraciones a La Capital.
En ese contexto, el especialista evaluó que la aparición de estos bichos en las áreas urbanas se debió "al fracaso de cultivos como la soja y eso hizo que se puedan movilizar a otras áreas cercanas", puesto que el viento es uno de los medios de dispersión con los que cuenta el trips.
Sucedió que, ante la intensa y pronunciada ola de calor y la falta de precipitaciones, hubo espacios abiertos y hasta patios domiciliarios donde era elocuente la presencia de estos insectos, capaces de generar cierta comezón y picaduras accidentales, tan molestas como los propios mosquitos.
Sensibles a la lluvia
No obstante, Tasinato aclaró que estas especies son frágiles y sensibles a abundantes precipitaciones, aunque eso aún no ocurrió en su totalidad. "Pueden picar pero accidentalmente, aunque no se alimentan de sangre puesto que son fitófagos. Los atraen los colores brillantes por lo que pueden estar primero en flores", consignó.
Si bien las lluvias intensas comenzaron desde este martes por la madrugada, los trips comenzaron a ceder paulatinamente. "Es un insecto que no debería perdurar mucho en la ciudad", sostuvo para precisar que un trips adulto puede vivir entre unos 15 y 25 días, aunque eso depende de las condiciones ambientales.
Trampa cromática casera
A la hora de repeler y/o espantar a los trips, algunos recomiendan implementar trampas cromáticas de tipo casero, tales como un plástico o cartulina de colores vivos (amarillo o azul) que más lo atraen. A eso se puede sumar una mezcla aceite y miel: ahí quedan adosados.
Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), los altos periodos de sequía en distintas zonas de este país favorecieron la propagación masiva de los trips en los cultivos de soja de la región núcleo. "En la última década los trips de la soja se han vuelto una de las plagas de mayor cuidado para los productores de esta leguminosa", apuntaron.
A su vez, señalaron que los trips incrementan su población en muy pocos días, es indispensable un rápido tratamiento y una constante observación a los cultivos para evitar su propagación, puesto que completan su ciclo a fase adulta en el suelo y la reaparición de la plaga es muy rápida (emergen de 5 a 7 días).