Los Tiburones del Paraná, el grupo que lidera Patricio Huerga y que reúne a unos 300 nadadores con y sin discapacidad de Arroyo Seco y su zona ofreció una nueva lección de integración y solidaridad al iniciar el domingo a la mañana un nuevo maratón acuático por la que unieron las playas del Arroyo Seco Rowing Club con el santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, 40 kilómetros aguas abajo.
Los nadadores y sus familiares, personal de Prefectura, numerosos guardavidas y colaboradores colmaron las instalaciones del club de calle Aníbal Maffei, literalmente sitiadas por la gran cantidad autos del mucho público que se convocó.
Desde temprano, numerosas embarcaciones de todo tipo que acompañarían a los nadadores, se dieron cita en la playa. Los participantes con más limitaciones físicas eran subidos a ellas y trasbordados al "Delta Queen", una típica nave para paseo de turistas venida para la ocasión desde el puerto bonaerense de Tigre y que sirvió como puesto de largada, centro flotante de control de la travesía y para descanso por turno de los nadadores.
Poco antes de la largada, Huerga mantuvo una última reunión preparatoria con guardavidas, colaboradores y personal de prefectura. Allí se ajustaron detalles del operativo de acompañamiento, ayuda y relevo de Los Tiburones que se vienen entrenando desde hace un año para esta prueba que terminó cerca de las 19, dado el buen clima reinante y el comportamiento favorable del río
"El objetivo es optimizar la seguridad de la travesía, dijo a La Capital Facundo Socari, el responsable del grupo de 40 voluntarios de Rosario de la Cruz Roja Argentina, que sumados a 20 de San Nicolás participaron del operativo.
Por su parte, Osvaldo Figueredo, oficial ayudante de Prefectura Naval Argentina, señaló que la fuerza a la que pertenece desplegó numeroso personal para contribuir a la seguridad de la prueba. "Fue afectado personal de San Lorenzo, Arroyo Seco, Villa Constitución. San Nicolás y Ramallo. Hubo cuatro naves con tres tripulantes y efectivos en el agua junto a los nadadores para contribuir a tareas de salvataje", destacó el efectivo.
Tanto al sur como al norte, el Paraná mostraba ayer a la mañana aguas quietas y numerosos barcos de ultramar en espera para ingresar a los puertos cerealeros más cercanos. "Esos barcos tembién fueron advertidos sobre la presencia de muchas embarcaciones pequeñas y nadadores en la zona", se indicó desde Prefectura.
Además de los ediles locales, desde temprano presentes, en orden de llegada, el primer invitado especial en arribar al predio fue el senador provincial por el departamento Villa Constitución, Germán Giacomino, ataviado con ropa deportiva y una remera alusiva a la prueba. Posteriormente fue el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, y poco minutos después se hicieron presentes el intendente arroyense, Nizar Esper, oficiando de anfitrión del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, que viajó acompañado por la diputada provincial Clara García.
"Somos iguales, funcionamos distinto", tal fue la consigna difundida por altavoces para el maratón que empezó con la señal de largada de las bengalas que encendieron el gobernador, el intendente y el senador, tras la bendición de monseñor Martin. Los primeros 10 nadadores, con y sin discapacidades, se lanzaron al agua rumbo al sur y rápidamente la "Delta Queen", con el resto de los participantes maniobró para partir.
Relevos
Según explicó Huerga a La Capital ayer a la mañana "los nadadores permanecen una hora nadando y luego son relevados por otros que viajan en la nave mayor. Junto a los nadadores se movilizan canoas, kayaks y lanchas de seguridad y aprovisionamiento. Vamos por el Paraná hasta la boca del arroyo Yaguarón, que es el que realmente pasa frente al templo de San Nicolás", describió, hiperactivo y visiblemente contento.
"Esto es un desafío por cuenta de nosotros mismos y lo hacemos para la inclusión de todos", dijo uno de los jóvenes nadadores, Víctor Manuel Oyarzábal, segundos antes de entrar al río junto a los veteranos Walter Rodríguez y Pascual Falappa, de 66 y 68 años, que ya participaron en casi todas las pruebas más importantes organizadas por Los Tiburones.