Siete muertes en un día por primera vez. Un número que va en ascenso y que preocupa porque el miércoles se habían registrado cinco. Y el total establecido este viernes en toda la provincia es un alerta, como también lo es el total de contagios registrados ayer en toda Santa Fe (264, total 4.312) y la cantidad de enfermos en salas de terapia intensiva: 45.
Tres de los fallecimientos se produjeron en Casilda, uno en Rosario y los otros en Capitán Bermúdez, Santo Tomé y la ciudad de Santa Fe. Y como marca la tendencia, mayores de 80 años: aunque en esta oportunidad son uno de 88 (bermudense), otro de 93 (casildense) y una mujer de 97 (también de Casilda). Los otros también de más de 60 (la llamada “línea de riesgo”): 62 (Santa Fe), 68 (Casilda), 71 (Rosario) y 77 (Santo Tomé).
Mientras que de las 48 muertes son 32 hombres y 16 mujeres
Casilda lleva 13 muertes
Las tres muertes reportadas en Casilda elevaron a 13 el número en esta ciudad cabecera del departamento Caseros, lo que la posiciona como una de las ciudades con mayor letalidad en el territorio santafesino.
La tasa de decesos en jurisdicción casildense representa el 27 por ciento sobre el total de 48 víctimas en la provincia.
Pero la situación es aún más preocupante si se mide el nivel de letalidad en relación a cantidad de habitantes. Desde esa óptica quedaría al tope de la estadística superando a Rosario que si bien aparece con el mayor número de muertes en la provincia (15) cuenta con una población de más de un millón de habitantes que supera ampliamente a los 35.000 de Casilda.
A ello se suma que la curva de contagios sigue siendo preocupante a pesar del descenso registrado el pasado fin de semana que en los últimos días se modificó al volver a crecer el número de infectados que hasta este viernes superan los 440 casos.
El dato positivo es que se recuperaron unas 230 personas que contrajeron la enfermedad desde el inicio de la pandemia y el sistema de salud todavía responde a la demanda de pacientes ya que la mayoría de los contagiados están aislados en sus domicilios y en buen estado de salud.
No obstante, sigue inquietando el porcentaje de camas ocupadas en los distintos centros de salud de la ciudad que hasta hoy ronda un 40 por ciento en salas generales y más de un 60 por ciento en unidades de terapia intensiva.
Ello si bien refleja que la situación está controlada, no deja de ser menos cierto que está latente el temor ante una posible saturación del sistema de no revertirse el complejo panorama epidemiológico que sigue atravesando la ciudad.
Sin embargo, la urbe casildense este viernes mostró un fuerte movimiento, especialmente en su zona céntrica, que no parece condecir con la realidad que atraviesa. A pesar de ser una de las ciudades más afectadas por la pandemia su vida social y comercial es casi normal desde la flexibilización de las restricciones a instancias de medidas políticas que buscan equilibrar necesidades económicas con la cuestión sanitaria, algo que divide opiniones.
>>Leer más: Desde hoy vuelven las salidas recreativas en Casilda a pesar del avance de la pandemia