Aunque la ministra de Salud Sonia Martorano admitió este viernes que la provincia está "a tiempo" de no retroceder de fase, en el marco de la pandemia de Covid-19, también reconoció que la medida "se está pensando". De hecho, hace más de un mes que algunos asesores del campo de la infectología y la epidemiología -tanto del gobierno provincial como del municipal- entienden que es necesario pensar en otro tipo de maniobras.
La suba de positivos de los últimos días profundizó entre las autoridades sanitarias la idea de dar un "golpe de efecto" a la curva de contagios, lo que se suele llamar "martillazo", y que implica volver a una cuarentena más estricta por dos semanas o más (de acuerdo al comportamiento epidemiológico) para estabilizar el número de contagios e ir reorganizando el sistema de salud, mejorar las medidas de detección de personas que puedan portar el virus y aislar correcta y rápidamente a los casos confirmados.
¿Cuáles son las variables que se tienen en cuenta? En cuáles Santa Fe está bien y cuáles son preocupantes.
El rápido incremento de los casos en los últimos días: Los últimos 1500 casos del total de 4.048 en la provincia se dieron en las últimas dos semanas. Si se observa el tablero de evolución de casos, la suba de la curva es llamativa, aunque "esperable", según evalúan los especialistas. Del 18 de marzo al 6 de julio los números mantuvieron una evolución lenta, que permitieron llegar a esa fecha (6 de julio) con 445 casos confirmados de Covid-19. A partir de ese momento, y con una actividad casi normal en cuanto a movilidad de la población, la cifra empezó a trepar. A los 5 días había 161 casos más. Pasados otros 5 días se sumaron 331 casos (un total de 937 al 26 de julio). Del 26 de julio al 5 de agosto se dio un salto grande: 695 casos en 10 días. Y del 5 de agosto al 20: 1500 casos.
¿Qué se puede esperar para los próximos días? Hay modelos matemáticos que pueden analizar los tiempos de duplicación, los ascensos de los casos y otros ítems, pero se trata justamente de modelos que no incluyen un montón de aspectos de la vida cotidiana como el comportamiento humano y la mayor o menor adhesión de la gente a determinadas prácticas de prevención. "Con este virus no es lo más llamativo que los casos aumenten, en cuanto a casos en sí, sino si se pueden detectar precozmente los positivos y trabajar atentamente con los seguimientos. Lo que sí es preocupante es si aumenta la gravedad de los casos y si las personas jóvenes con factores de riesgo o adultos mayores empiezan a requerir internación. Ahí hay que mirar con detenimiento", explican los expertos.
Los especialistas consideran que hay que tratar de convivir con el virus, saber que la gente se va a infectar, y en ese contexto achicar todo lo posible el aumento de casos. Para eso hay que seguir insistiendo mucho con que se tomen todos los recaudos. Que cada persona tome las medidas de prevención de contagio: distanciamiento y barbijo; quedarse en el hogar si es posible; no juntarse con otros; avisar rápidamente a los contactos estrechos ante síntomas de covid-19 para que se asilen y que los equipos de salud, y la población general, se focalice en cuidar a los más vulnerables.
Por eso se tomó la decisión de suspender las reuniones sociales y afectivas (gran fuente de contagio), se está monitoreando lo que pasa en el transporte público y qué pasa entre el personal de salud (una variable que en Epidemiología siempre se considera ya que es posible que se decida retroceder de fase sólo porque se disparan los casos entre los agentes de salud ya que eso implica no dar abasto en la respuesta sanitaria).
Trabajadores: Respecto de las oficinas y empresas, en Santa Fe se incrementaron los casos en estos lugares. Por eso es muy importante que se evite asistir, aquellos que pueden deben apelar al teletrabajo y tomar dentro de esos espacios, que son mayormente cerrados, las medidas de protección de manera estricta. Trabajar por turnos es otra recomendación: que no todo el personal vaya todos los días. No compartir utensilios ni lugares de comida, estar a dos metros de distancia unos de otros y ponerse barbijo todo el tiempo.
Fallecidos: Si bien la tasa de letalidad es baja comparada con otra provincias, Santa Fe está 1,16% mientras Entre Ríos tiene 1,33%, Córdoba 1,71% y Caba 2,33%. De las personas fallecidas, que son 47 hasta hoy, las últimas 16 murieron en los últimos 4 días.
Internados: Hay 47 personas en cuidados intensivos tanto en el sector público como privado, la mitad con asistencia mecánica respiratoria. La disponibilidad de camas tanto en terapia como en sala general no es un tema que preocupe a las autoridades ya que por el momento hay posibilidad de respuesta y asistencia. En Santa Fe, en el sector privado, el 80% de las camas está ocupado, un número considerado normal para esta época. Además, hay muchas personas que están ocupando camas porque se sometieron a intervenciones programadas. En el caso de que el sistema comience a dar muestras de saturación, las cirugías que se pueden postergar quedarán para más adelante.
Uso de barbijo y distanciamiento social: En este punto se encienden las alarmas (mucha gente no respeta las medidas) y por eso las autoridades y referentes de la Salud de la provincia se están reuniendo todos los días para ver cómo pueden reforzar el mensaje y que llegue sí o sí a la población, que tiene que entender que cuidar su salud depende en gran medida de acciones personales y grupales. En este momento de circulación comunitaria importante hay que reflexionar: qué actividades se pueden posponer y cuáles son prioritarias. Cada ciudadano debe colaborar en disminuir la posibilidad de diseminar el virus. Porque puede encontrarse con alguien con síntomas leves y que esté contagiando o incluso completamente asintomático y que contagie. Si no hay distancia de dos metros, mínima, y no se usa barbijo, el riesgo de contraer el virus es alto. Al mismo tiempo, este virus puede hacer mucho daño en personas aparentemente sanas o sin comorbilidades. El 15% de los fallecidos en la Argentina, menores de 60 años, no estaba en grupos de riesgo.