Los restos de Natalia Cappetti, la mujer de Arroyo Seco asesinada en una favela de Río de Janeiro Brasil, serán trasladados desde ese país a su ciudad dentro de 4 ó 5 días, una vez finalizados los trámites burocráticos correspondientes. Así lo dejaron trascender medios de comunicación y hasta la casa de servicios fúnebres más importante de la localidad a LaCapital.
aunque se señal que ´posiblemente la familia inhume los restos sin velatorios y en una ceremonia privada
Arroyo Seco está conmovida ante la muerte, el sábado, en Río de Janeiro, Brasil, de la psicóloga Natalia Cappetti, de 42 años y vecina del barrio abierto ubicado en cercanías del Country que el club Rosario Central posee en esa ciudad y que fuera baleada por los narcos que custodian el ingreso a la favela "Morro dos Prazerez", de la ciudad carioca.
Por un error del GPS, el auto en el que viajaba ingresó en un sector controlado por los delincuentes cuando se dirigían con sus acompañantes —entre los que se encontraba su esposo, Juan Manuel Dib, de 42 años, y un matrimonio de turistas españoles—, al sambódromo durante el pasado carnaval.
En el lugar de la tragedia existe un túnel que dejó sin señal al GPS, una situación que produjo otros problemas similares.
La profesional había llegado a Brasil el 21 de febrero y desde el 24 Natalia permaneció internada en el Hospital Municipal Souza Aguiar de Rio de Janeiro, donde falleció el sábado.
La vivienda de mujer asesinada en Brasil queda sobre la calle Yrigoyen, de Arroyo Seco, casi en el límite noroeste de la ciudad y no demasiado lejos del boliche en el que recientemente murió una joven por consumo de éxtasis durante una fiesta electrónica no autorizada. Por fuera, la casa muestra, como casi todas las de la zona, su pertenencia a un barrio en crecimiento, de clase media, con casas todavía separadas entre sí por prolijos lotes baldíos alambrados donde se empiezan a acumular arena y otros materiales de construcción.y a su frente solo tiene una calle de tierra y un campo recién trillado.
Los vecinos.
La señora Mirta interrumpe su siesta. Atenta, abre la ventanita del portón por el que atiende a los clientes de su polirrubro, ubicado sobre la calle Mitre. "Era una gran persona; por acá todos la queríamos mucho. Ahora el barrio creció y han edificado, pero al principio, desde aquí, podíamos ver perfectamente su casa, que queda por Irigoyen", señala la mujer que saluda y retorna al fresco de la siesta.
En la casa de la familia Dib no hay nadie. Enfrente, en un zanjón de poca profundidad,un grupo de chicos juegan en medio del agua con un perro. Hay una reunión familiar en la zona, pero como se trata de vecinos relativamente nuevos —"hace unos seis años que empezamos a construir". señala una mujer de la casa— todos están enterados y conmovidos ante el hecho, pero nadie conoce a la víctima.
Llanto.
Por fin, exactamente al lado de la casa de Natalia Cappetti, alguien se asoma la puerta. Es una mujer joven, vecina y prima política de la mujer asesinada que llora. Comprensiblemete no puede articular palabra y reingresa a su vivienda.
Error. Una falla en el GPS contribuyó a que fuera asesinada por narcos