Dos hombres en una moto avanzaron bajo las luces nocturnas por 1º de Mayo hacia Córdoba en el sentido del tránsito, se detuvieron frente a uno de los pórticos del Concejo Municipal y viraron a contramano hasta la esquina opuesta. Al constatar que la calle estaba despejada, regresaron de inmediato y gatillaron 18 balazos. El que conducía tenía casco y anteojos oscuros. El acompañante, que disparó, estaba a cara limpia. Enseguida dieron media vuelta y se marcharon hacia Rioja.
Según el registro de la cámara de vigilancia que captó la secuencia, eran las 2.03 de la mañana. Recién a las 11, empleados de Balística de la Policía de Investigaciones (PDI) identificaron los disparos en el portón principal del Palacio Vasallo. Pese a que el Monumento a la Bandera, ubicado a metros, tiene custodia permanente de Gendarmería Nacional, los centinelas no detectaron ningún ruido, lo que puede ser un signo de que los tiradores usaban armas con silenciador.
Los datos recogidos por los investigadores del Ministerio Público de la Acusación (MPA) no insinuaban hasta anoche una línea firme sobre los autores del incidente y sus propósitos. La modalidad del hecho sí permitía inscribirlo como un eslabón más en la seguidilla de atentados que investigan los fiscales de la Unidad de Violencia Institucional, que empezó a fines de mayo con disparos contra domicilios a jueces, y que tras una pausa de dos meses se reanudó hace una semana con balaceras al Centro de Justicia Penal (CJP), donde también los tiradores fueron dos sujetos en una moto. Se trata en definitiva de un nuevo acto de desafío a la autoridad cometido por una organización criminal de apariencia estable. Pero sin que pueda decirse quién lo hizo ni con qué fines.
"La ministra de Seguridad de la Nación puso a disposición fuerzas federales para la pesquisa" Hubo dos asuntos que asomaron en las conjeturas iniciales de los fiscales. Uno es la decisión de los concejales en la última sesión del año, pero difundida a partir del martes, de endurecer las sanciones contra los remises truchos con multas de hasta 20 mil pesos y la retención de las licencias a sus conductores. El otro es la clausura municipal del boliche Club Fire, de Oroño al 4500, hace diez días donde, presumen en el MPA, se blanqueaba dinero procedente de ilícitos.
Intereses
La referencia de los investigadores es que en ambos casos puede haber afectados intereses de la llamada Banda de Los Monos, lo que no quiere decir que de allí provenga el ataque. Uno de los líderes de este grupo, Ariel "Guille" Cantero, fue imputado el 13 de octubre pasado como autor ideológico de siete ataques insertos en esta secuencia. En esa sesión final del 6 de diciembre en el Concejo, se cursó un pedido para que el Ejecutivo informe por qué no se revocaron aún las licencias de taxis concedidas a integrantes de la familia Cantero.
El hecho que nadie se haya dado cuenta del ataque al Concejo hasta casi nueve horas después resulta enigmático. "En materia de seguridad y prevención resulta alarmante, porque esto ocurre en 1º de Mayo y Córdoba teniendo fuerzas de seguridad instaladas en forma fija en el Monumento. No lo oyeron los gendarmes, ni tampoco la guardia de seguridad interna del Concejo, ni los vecinos dado que está constatado que no hubo un solo llamado al 911. Sin embargo, 12 disparos de armas de este calibre, que fueron las que dieron contra el portón, implican mucho ruido. Salvo que tiraran con silenciador, pero el movimiento de la moto nadie lo advirtió", indicaron fuentes de la pesquisa.
Entre los investigadores omiten arriesgar ninguna procedencia en cuanto a autores y motivos. "El mismo hecho de atacar al Concejo es muy extraño, porque se trata de un cuerpo colegiado con representación política de intereses distintos que a veces son contrapuestos, por lo que ni siquiera hay claridad contra quién específicamente se atenta ni por qué. Hoy además cualquiera cuelga un cartel de «con la mafia no se jode» y pone tiros en cualquier lado de la ciudad sin que se pueda presumir quién y por qué tira. La escena es surrealista, porque no se percibe una lógica y hay que limitar delirar con las hipótesis. Creemos que pueden querer desorientarnos. Igual vamos a ir por la gente que conocemos. Es lo primero que vamos a explorar para ver si viene de aquellos lados".
A las 13, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se comunicó con el MPA para poner a disposición de los fiscales fuerzas federales a fin de incorporarse a la pesquisa o a los operativos que pudieran ordenarse.