Un polémico proyecto que ingresó al Concejo Municipal el jueves pasado vuelve a reeditar la discusión sobre el funcionamiento de coches no habilitados que trasladan pasajeros por la ciudad. Ahora, la idea es autorizar la figura del remis “periférico”, en la que los conductores sean autorizados por el municipio, despachen viajes por una aplicación oficial y que puedan levantar viajes en determinados sectores de la ciudad. “La condición que ponemos es que el comienzo o el final del viaje tenga que ver con zonas que definimos previamente como vulnerables, que también son inseguras”, explicó el autor de la iniciativa Roy López Molina, presidente del bloque Cambiemos.
Según el espíritu de la norma, se busca habilitar y controlar el traslado entre privados en vehículos particulares desde barrios alejados o vulnerables a partir de un registro a través de una plataforma digital.
Y tal como expresa el propio López Molina el “remis periférico” es una suerte de permiso especial para que en un barrio desempeñe la actividad de llevar o buscar a sus vecinos, a un punto determinado de destino, con control municipal. “Es gestionar a través de una plataforma un permiso de traslado”, señaló el autor para admitir que se busca un «blanqueo» de los remises truchos.
“Queremos solucionar el problema que se conoce con el nombre de remises ilegales o remises truchos. El llamado remís ilegal es la posibilidad que tienen cientos de vecinos de la ciudad que viven en barrios vulnerables, considerados como peligrosos o zonas rojas, donde no entra ni el colectivo ni el taxi, para poder salir del barrio o volver cuando van a trabajar, cuando llevan a sus hijos al médico, cuando tienen alguna emergencia en el medio de la noche. Es una realidad que hay que empezar a visibilizar, regular y permitir algún control sencillo del Estado”, argumentó el vicepresidente del Concejo.
¿Cómo funcionaría?
La plataforma digital que se propone es para que el solicitante (y sin tercerizar en otro), es decir aquel que oficia como chofer o conductor de ese auto, pueda gestionar el permiso. La Municipalidad ratifica u otorga esa autorización también por esa vía y mediante la aplicación puede comprobar si efectivamente el origen y destino tienen que ver con las zonas prefijadas anteriormente.
Además cada conductor autorizado debe obligatoriamente contratar seguros y condiciones mínimas de seguridad y limpieza.
No Uber
La contratación y la fijación del precio tiene una modalidad flexible que es a partir del acuerdo entre quien solicita el auto y quien lo maneja. “Nosotros no nos introducimos en ese aspecto entendemos que no se trata de un transporte o servicio público. Es una tarifa desregulada que fija el conductor con el vecino, y hoy ocurre que es mucho más baja que la que habitualmente tiene el remís legal o el taxi”, señaló López Molina.
Ante las inevitables repercusiones, el macrista aclaró que “nada tiene que ver con plataformas como Uber, Cabify o similares” e indicó que no afecta a los taxis ni remises.
“No se trata de asimilarlo al transporte público mediante colectivos, taxis o remises, porque sabemos que ninguna de estas tres opciones ingresa a las zonas establecidas”, dijo con seguridad.
Y más de lleno en las discusión sobre la ilegalidad de los viajes que se hacen a diario en la ciudad, Roy chicaneó: “Hay que ser muy honestos intelectualmente: nadie está compitiendo de una manera desleal o ventajosa sobre otro servicio. Esto ocurre, ocurría antes de la pandemia y va a seguir ocurriendo, porque en Rosario, a partir de su fragmentación urbana y la situación de inseguridad y de narcocriminalidad que pega muy fuerte en los barrios, han quedado desconectadas a muchas zonas”.
Un mapa dividido en cuatro
La iniciativa de Roy López Molina establece sectores predeterminados para permitir el funcionamiento habilitado por el municipio. El proyecto establece que los coches que realicen transporte privado de personas no podrán tomar pasajeros en la vía pública ni por radio llamado en todo el ejido urbano con excepción de los viajes solicitados mediante la plataforma electrónica.
Y podrán hacerse conforme a iniciar o finalizar su recorrido en relación a las siguientes zonas A: barrio Esteban Echeverría; La Guardia; Saladillo Sur; Villa Manuelita; Las Flores; General José de San Martín.
Zona B: Celedonio Escalada; La Cerámica y Cuyo; Larrea y Empalme Graneros; Rucci; Docente “Hermanas Cossentini”; Urquiza; Godoy; Olímpico; Fontanarrosa y Parque Habitacional Ibarlucea.
Zona C: 14 de Octubre; 17 de Agosto; Triángulo y Moderno; Avellaneda Oeste y Tango; y por la Zona D los barrios relevados por el Registro Nacional de Barrios Populares.
Para ser admitido con un permiso de viajes se deber acreditar la titularidad registral de los coches, empadronarse en la plataforma electrónica del municipio y contar con licencia de conducir de Clase B.1 o B.2.