Quizás la palabra éxito no alcance a dar cuenta de la satisfacción de los organizadores y del público, porque finalmente no todo en la vida son números. Y de los buenos. La Feria del Libro Rosario 2022, organizada por la Municipalidad de Rosario y la Fundación El Libro, albergó, desde el jueves 8 hasta este domingo en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, la friolera de 360 mil visitantes. Hubo importantes ventas de ejemplares, una masiva concurrencia entre los stands, en los auditorios y junto al escenario de la plaza Montenegro, pero lo más importante fue el clima de cordialidad y tranquilidad, tan opuesto al de la violencia en las calles y la producida por las quemas en las islas.
Las novedades de 2022, luego de dos años sin Feria, fueron el Espacio para las Infancias y una carpa-auditorio para 300 personas que llevó el nombre de la escritora y vecina de zona sur Angélica Gorodischer, fallecida en febrero pasado.
Otros números pueden ayudar a dar una idea de la convocatoria. Solamente contando las visitas programadas, arribaron en los once días de Feria del Libro y 150 horas de apertura, 120 escuelas que trasladaron a unos doce mil alumnos y alumnas. Se vieron también entre los 84 expositores (51 de Rosario y 33 del resto del país) distribuidos en 55 stands de librerías y editoriales, a muchas familias y personas que no son habitualmente interesadas en los libros. Fueron más de 500 actos culturales y más de 50 espectáculos y performances fuera de las salas.
Este domingo había mermado la presencia de visitantes debido a la lluvia que comenzó a caer sobre la ciudad después del mediodía.
Una apuesta local
Perico Pérez, editor de Homo Sapiens, no ocultó su alegría por el resultado del evento. "Estamos muy contentos. Ha sido ésta una de las mejores ferias de los últimos años, no solo porque hubo buen nivel de ventas sino porque hubo un gran programa de actividades", afirmó y agregó: "Hay que destacar que esta feria, al contrario de la de Buenos Aires, es gratis y eso, más su lugar estratégico en el centro de la ciudad, ayudó a que muchas personas la recorrieran más de una vez".
Pérez ni siquiera se quejó de la lluvia de este domingo porque "viene bien para apagar el ecocidio en los humedales", para hacer luego una evaluación particular: "Con la editorial y la librería trabajamos siempre a tope y tuvimos muchas presentaciones de libros. Apostamos mucho a la Feria, mucho a Rosario y durante 42 años como libreros. Este año cumplimos 30 años como editora con 1150 títulos publicados. Ese es nuestro compromiso con la ciudad".
Los libros más vendidos por el stand de Homos Sapiens fueron "Si hay suelo no hay techo" de Lucas Raspall y "Demasiado miedo", con relatos de terror del docente rosarino Pepo Foulques.
Por su parte, Oscar Taborda, director de la Editora Municipal de Rosario, destacó que hubo "mucha gente, buenas ventas y hubo nuevos públicos al que pudimos mostrarles libros que para nosotros son clásicos". A su vez, Mariana Mannoni, del mismo stand indicó: "Se acerca todo tipo de público. Y mucho que a lo mejor no es lector o no asiste cotidianamente a librería. Eso es lo más interesante de la Feria".
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La alegría invadió el Centro Cultural Fontanarrosa por los resultados económicos y simbólicos de la Feria.
Diario La Capital / Héctor Río
Más libros
En el último día de la Feria se abrió un amplio abanico de presentaciones de libros, entre ellos “Te traje tulipanes” con versos iniciados con la misma letra de Susana Rinesi (Listocalisto Editorial), “Los chicos tienen la palabra” de Horacio Cárdenas (S.XXI Editores), y en el Espacio de las Infancias, “La banda está revuelta” de Emilia Cadoppi y Nerina Canzi, “Aguamarina” de Inés de Mendonça y Paloma De Rentería (ambos de Homo Sapiens Ediciones), y la colección de libros de Magela Demarco (Editorial Brujita de Papel).
Además se presentaron los textos “Vida militante” de Adriana Hereñú (Homo Sapiens), “Diccionario enciclopédico de las cosas que nos gustan” (Editorial Libros Silvestres), “Fuera de cámara” de la periodista Evelyn Arach (Brumana Editora), “Los 7 locos del fútbol” de Ricardo Gotta, “Crónica de una extorsión” de Demián Verduga (ambos de Editorial Colihue), “Cyborg / Guadal” de Elena Annibali (Caballo Negro Editora), “Diario de la servilleta” de Celeste Ianelli (Editorial Planeta) y “Esto no queda así” de Gustavo Feldman (Editorial Ciudad Gótica).
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Según algunos libreros de Rosario, fue esta la mejor Feria del Libro de hace varios años, sin contar los dos de ausencia por pandemia.
Diario La Capital / Héctor Río
La cocinera Natalia Kiako y la historiadora Paula Caldo, autoras de “Cómo como” y “Mujeres cocineras”, se sumaron a un homenaje a la ya mítica ecónoma Nilda de Siemienczuk.
Se desarrollaron también los encuentros de Editoriales Cartoneras, siguieron los de Narradores y de la Sociedad Argentina de Escritores, continuaron los ciclos “El camino lector” con la escritora María Teresa Andruetto y “Vení, leé, escuchá y sacate una foto” con la presentación de Hernán Benedetto y su “Confesiones de un daltónico y otros cuentos”, así como otros laboratorios y talleres, del estilo "Happy Hour de escritura: Los mundos de Angélica" coordinado por la periodista Fernanda Blasco.
Hubo música con la banda de hábitos saludables Les Bartulés, mientras que el Circo Lumiere ofreció varias funciones de su espectáculo durante la tarde en la plaza Montenegro, mientras el tiempo se lo permitió.
Fin de fiesta
Cuando aún resonaban las cumbias de Ayelén Becker del sábado y estaba todo preparado para el Homenaje al Día Nacional del Chamamé, con las actuaciones del quinteto del acordeonista Homero Chiavarino y de la Embajadora Cultural del Chamamé y Música Distinguida de Rosario, Nélida Argentina Zenón, la lluvia hizo su aparición y el cierre fue suspendido por mal tiempo.