Esta semana llegará al Concejo Municipal el nuevo estudio de costos de taxis, para sorpresa de muy pocos, ya trascendió que arrojaría un valor al menos un 50 por ciento por encima de la actual tarifa.
Por Lucas Ameriso
Hector Río
Termómetro de los precios. Los coches de alquiler buscan un nuevo reajuste, a lo ya obtenido el año pasado que sumó un 90 por ciento.
Esta semana llegará al Concejo Municipal el nuevo estudio de costos de taxis, para sorpresa de muy pocos, ya trascendió que arrojaría un valor al menos un 50 por ciento por encima de la actual tarifa.
Así las cosas, el borrador consensuado entre la mayoría de los bloques políticos del Palacio Vasallo estima que se aprobará un aumento de la tarifa de un 30 por ciento hasta julio, suba que se haría efectiva los primeros días de abril.
El miércoles pasado se reunió la comisión de seguimiento del transporte y esta semana se activan jornadas decisivas para definir el incremento de la tarifa.
En un contexto súper inflacionario, con subas reiteradas en los combustibles, escasez de repuestos, precios de insumos por las nubes y seguros en alza, la “familia taxista” empuja una readecuación de costos a corto plazo.
Para ello, ya ingresó hace más de dos semanas un pedido de un 40 por ciento de incremento para el primer semestre del 2023 amparados en los listados de ítems en permanente dinamismo, pero además sobre la idea de que se intenta recuperar algo de lo perdido en estos meses.
A fines de noviembre, las variables que publicó el Ente de la Movilidad hablaron de un desfasaje de entre un 65 a 75 por ciento. Luego sobrevino otro retoque de un 20 por ciento a lo logrado en 2022, hasta ese momento de un 70 por ciento. Es decir que el año pasado cerró con un 90 por ciento de reajuste, pero ahora siguen corriendo de atrás estos números con un nuevo escalón de otro 50 por ciento que no pueden actualizar.
Ayer, varias fuentes consultadas indicaron que el nuevo estudio de costos que se divulgará en estos días mostrará “un alza seguramente por encima del 50 por ciento de la tarifa actual”.
De ahora en más, se deberá convocar a reunión de directorio del Ente de la Movilidad, para luego poner sobre la mesa el nuevo estudio.
Mientras la suba avanza casilleros en el juego de mesa del Concejo, quienes ya comenzaron a levantar el teléfono para consultar a sus pares no dudan en insistir por lo bajo que “la tarifa de consenso es del 30 por ciento a julio y seguramente se definirá los primeros días de abril”.
Hoy, subirse a un taxi y viajar por la ciudad tiene una bajada de bandera diurna a partir de los 287 pesos y una ficha cada una cuadra de 13,60 pesos. Y una nocturna, con base en una bajada de bandera de 335 pesos y una ficha de 15,40 pesos cada cien metros.
Si se cumplen los pronósticos de varios consultados por los pasillos del Legislativo local, la bajada de bandera se iría a los 373 pesos y la ficha cada cien metros unos 18 pesos. Es decir, unos escalones por debajo del estudio de costos de noviembre pasado, que arrojaba una bajada de bandera a 394,84 pesos y la ficha 19,74 pesos. Esto arrojaría un 62 por ciento de desfasaje entre lo técnico calculado en noviembre y lo estimado para aumentar ahora en abril. Claro que como ya se deslizó recientemente; esta semana se tendrá el nuevo valor técnico del Ente, estimando las variables técnicas, desde noviembre a la fecha. Y ahí seguramente la brecha entre lo que debería salir para recuperar todos los insumos versus lo que un pasajero estaría en condiciones de pagar, arrojará otra nueva brecha.
A partir de este lunes y con la reunión en la comisión de Servicios Públicos, se avanzarán casilleros. Y el miércoles previo a Semana Santa en la sesión anticipada del Concejo, la rosca política podría traer algo al recinto. Será el 5 de abril, a las 10.
En otro orden de cosas, desde la empresa estatal Movi y también de la privada Rosario Bus, cruzan los dedos para que el gobierno nacional efectivice los 406 millones de pesos correspondientes a los subsidios nacionales que recibe Rosario y que están atrasados. En rigor, lo que se espera es lo atinente a febrero.
“Tendremos otra semana compleja”, admitieron voces entendidas en la materia para agregar: “Esperemos llegue para el pago de sueldos, entendemos que esta semana llegarían”. Hasta ahora, se venía emparchando con el Fondo Municipal Compensador del Transporte. Una fuente de recaudación de ese fondo proviene del sistema de fotomultas. El otro es el aporte del gobierno provincial de unos 670 millones que recauda la Casa Gris, de los cuales el 43 por ciento corresponde a Rosario.
Hace un mes, el Ministerio de Transporte de la Nación a cargo del rosarino Diego Giuliano anunció la primera asistencia económica hasta abril de 28 mil millones de pesos para los colectivos del interior del país.
A su vez, las provincias, y Rosario en particular asumieron el compromiso de implementar la tarjeta Sube, algo ya en marcha en un proceso de coexistencia con la Movi por 120 días.
En su comunicado oficial, el Ministerio de Transporte afirmó que enviará un monto total de 85 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del 1.305 por ciento en comparación con el 2019, cuando el gobierno anterior transfirió solamente 6 mil millones de pesos.
Con retraso, atribuido —según el Ejecutivo local— a problemas con la importación de insumos en las terminales automotrices, llegarán otros 17 nuevos colectivos entre fines de abril y comienzos de mayo.
De esta forma se completaría lo anunciado a fines de 2022 por parte de la Intendencia en materia de recuperación de la flota de colectivos en el marco de la normalización del servicio pospandemia y luego de aplicarse la fusión de líneas en la emergencia en el transporte. Algo que expiró luego de dos años de implementada.
A comienzos de mes, se sumaron 14 coches cero kilómetro (9 para Rosario Bus y puestos en la línea 103) y 5 en la Movi para la línea 153.
Ya en enero se habían sumado 16 unidades. En estos días, se indicó que se anexaban 10 coches más, con lo cual este remanente de 17 vendría a completar los 690 coches en total anunciados en noviembre por la gestión municipal.
Por Leandro Garbossa