No hay ningún margen de duda en cuanto a la llegada del invierno a la región. El cambio drástico en cuanto al tiempo renovó la expectativa tradicional de ver nieve en Rosario después de medio siglo. Mientras tanto, el lunes arrancó con muchísimo frío y se cumplió el pronóstico a rajatabla.
Antes de la salida del sol, la sensación térmica cayó a 3,6 grados bajo cero frente al río Paraná. De esta manera, el abrigo se volvió imprescindible para salir a la calle desde las primeras horas de una jornada muy alejada de la mejor versión del otoño.
La ciudad amaneció con el cielo despejado y visibilidad casi normal fuera de las zonas urbanas. No obstante, el factor dominante de la mañana fue el viento sudoeste, que potenció el efecto del descenso de temperatura con un registro de 2 ° a las 7 de la mañana.
El invierno se adueñó de Rosario
Tal como estaba previsto por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el invierno pisó el acelerador a fondo en Rosario. El primer lunes de la temporada comenzó con una máxima probable de apenas 10 grados. El pronóstico contempla una mejora en este sentido, ya que los valores aumentarán en el transcurso de la semana.
Al menos hasta el martes, la marca del termómetro seguirá pegada al cero en lo que respecta a las mínimas. La tendencia cambia desde el miércoles y no hay lluvias a la vista de cara a la despedida de junio.
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Mientras tanto, el viento marca la cancha en la ciudad. Entre la mañana y la tarde de este lunes pueden producirse ráfagas con picos de 59 kilómetros por hora, algo que complica buena parte de las actividades al aire libre.
¿Qué hace falta para que caiga nieve en Rosario?
La nieve es un elemento atípico no sólo en Rosario, sino en toda la región. El clima en esta parte de la provincia de Santa Fe es templado y el tiempo suele estar lejos de las coordenadas necesarias para disfrutar de la caída de los copos blancos.
El fenómeno meteorológico depende de tres variables diferentes:
- Aire frío: la temperatura en todas las capas de la atmósfera, desde la superficie hasta la altura donde se forman las nubes, debe ser igual o inferior a cero. Si el aire en las capas superiores es cálido, los copos de nieve se derretirán antes de llegar al suelo.
- Precipitación: es necesario que se produzcan precipitaciones en forma de nieve. Las nubes deben estar a una temperatura lo suficientemente baja como para que los cristales de hielo no se derritan y se transformen en gotas de lluvia.
- Humedad: la presencia de vapor de agua en la atmósfera es fundamental para la formación de nubes. Cuanto más húmeda sea la atmósfera, más probabilidades hay de que se formen nubes que produzcan nieve.
De acuerdo al análisis del SMN, este invierno puede llegar a ser uno de los más crudos de los últimos años. El último fin de semana se viralizaron imágenes nevadas intensas en la Patagonia, pero en el sur provincial todavía no hay señales de que se pueda producir este fenómeno.