Detuvieron este martes por la madrugada un micro que se dirigía de Embalse Río Tercero a Buenos Aires, con pasajeros que suelen realizar turismo ilegal de ropa e indumentaria en Buenos Aires.
El micro quedó demorado en la Terminal de Omnibus.
Detuvieron este martes por la madrugada un micro que se dirigía de Embalse Río Tercero a Buenos Aires, con pasajeros que suelen realizar turismo ilegal de ropa e indumentaria en Buenos Aires.
El procedimiento se llevó a cabo a las 3.20, sobre la mano que va a Capital, a la altura del peaje de General Lagos en un control de rutina previsto por la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) y Gendarmería Nacional, en el marco del Operativo Verano.
Según le confirmó a La Capital el director regional Centro de la CNRT, Lautaro Ciarroca, los agentes comprobaron que el vehículo trasladaba a medio centenar de pasajeros y no presentaba los requerimientos técnicos necesarios para circular en las rutas argentinas; prácticamente, sin ningún medio de seguridad.
"De todos los procedimientos que realizamos nunca vimos algo así, no tenía absolutamente nada", aseguró sorprendido Ciarroca por el estado de precariedad en el que se desplazaba.
"No se puede trasladar gente de esa manera, es una locura", sentenció al razonar que los pasajeros iban prácticamente a la deriva y con serios riesgos de sufrir un accidente por el estado que presentaba el micro.
A su vez, aseguró que los pasajeros se mostraron "aliviados" al conocer en el estado de ilegalidad en el cual viajaban con destino a Florencio Varela desde la provincia mediterránea, según declaró el titular de la empresa, Pablo Federico C., aunque eso tampoco fue posible comprobar puesto que el cuenta kilómetros "no funcionaba".
Entre las 30 faltas que presentaba el micro, no tenía seguro ni habilitación; se encontraba sin matafuegos y sin los martillos reglamentarios para accionar en las salidas de emergencia. Además, el tacógrafo de velocidad no funcionaba porque "estaba quemado" y las cubiertas "estaban lisas", puesto que no presentaban huellas.
A eso se sumó que los choferes que conducían el micro no tenían licencia de conducir, de modo que el vehículo fue escoltado por Gendarmería hasta la Terminal de Ómnibus de Rosario, mientras que los pasajeros recibieron asistencia para poder llegar a destino.