"Sabemos de chicos de seis, siete y ocho años que ya están consumiendo drogas"

El padre Fabián Belay, titular de la asociación civil sin fines de lucro Hogar Padre Misericordioso, sostuvo que la edad de inicio en la drogadicción "va disminuyendo" y que trabajó con nenes de ocho, siete y hasta seis años que consumían. Calificó como "una aberración" los pedidos de legalización de las drogas y cuestionó que los Estados nacional, provincial y municipal no aborden el tema desde una perspectiva "integral".

"Vemos una ausencia total de campañas de prevención, donde lamentablemente cada vez se toma menos conciencia de la adicción como una enfermedad y por eso no hay un pedido de ayuda de parte del consumidor. Sí vemos la necesidad de la familia, que está desbordada, totalmente sobrepasada por la situación y son los padres o los hermanos, en algunos casos, los que se acercan a pedir ayuda", sostuvo el religioso en diálogo con LT3.

Indicó que, en base a su tarea, pudo notar que "la edad de inicio va disminuyendo. Una docente nos contaba que han tenido el caso de un chico de seis años que ya está consumiendo, nosotros sabemos de chicos de siete y ocho años que han tenido problemas con el consumo". Si bien precisó que el caso del niño más pequeño ocurrió en una escuela de barrio Ludueña, sostuvo que las zonas más céntricas de Rosario no son ajenas a episodios similares. "Esta realidad no está escondida en la villa, está en el centro, lo vemos. La marginalidad no está en el margen de la ciudad sino en el medio", indicó.

El padre Belay, quien trabaja en distintos centros de atención en barrios carenciados de la ciudad, remarcó que existen "familias que son consumidores y eso muchas veces llevan a los chicos a estar totalmente carentes de contención, de recursos, de inserción o de atención. Hay un entorno enfermo, que enferma".

"Uno a veces escucha en los medios cosas como la marcha por la legalización, y lamentablemente hay una ausencia tan grande con respecto a la prevención que es una aberración seguir abriendo puertas en este tema", subrayó, y aseveró que "nos falta muchísimo camino por recorrer en la concientización de las adicciones, no sólo la droga sino también el consumo de alcohol cada vez más masivo en chicos cada vez más chicos. Es un anacronismo muy grande".

Evaluó que "al que le toque asumir el gobierno en nuestra provincia, sea el que sea, algo urgente a resolver es el tema de la prevención. En la escuela en Santa Fe, en Rosario, tenemos cero contenido preventivo de las adicciones".

Afirmó que "no hay un trabajo integral del problema desde el Estado nacional, provincial y municipal. Recién el año pasado, desde que está (el sacerdote Juan Carlos) Molina en el Sedronar, empezamos a recibir ayuda, es la única ayuda estatal que recibimos".

Finalmente, aseguró que "siempre es posible" la recuperación de un adicto, pero que en ocasiones se los trata simplemente como estadísticas. "Conozco personas que han tenido 30 años de consumo y han salido adelante, se han recuperado. Como sacerdote lo veo como un milagro de Dios a través de un trabajo interdisciplinario. Siempre es posible la recuperación de una persona", sostuvo, y añadió: "Hay veces en que las personas son datos, números, estadísticas, no se los ve como sujetos de derecho, alguien digno en sí mismo".