“Transformar el dolor”, con ese objetivo se constituyó la ONG Luz del Cielo hace poco más de 10 años. El arduo trabajo del grupo llegó hasta las tablas del Concejo de Rosario y este martes habrá actividades en el marco del “Día Municipal de Conmemoración de los hijos fallecidos en el embarazo o después de nacer”, también conocido como Día del Recuerdo.
El Concejo Municipal, el Monumento a la Bandera y el barquito de avenida Carballo, entre otros sistemas de luz municipales, se encenderán el 15 de octubre de rosa y celeste, colores distintivos de esta lucha, para acompañar a quienes sufren la pérdida en primera línea y concientizar sobre una realidad de duelos silenciosos.
Además, desde las 18.30 habrá un encuentro de la ONG con encendido de velas y una suelta de globos en 1° de Mayo y Córdoba, en el marco de una movida mundial por el Día Internacional de la Muerte Perinatal, que busca poner en agenda el significado para las mujeres, sus parejas y familias experimentar la pérdida de un bebé durante el embarazo, el periodo neonatal o el primer año de vida.
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Luz del Cielo
Belén Arce de Veliz perdió a su pequeña beba Malena, de tan solo 7 meses, en 2010. En ese momento se sentía sola, desamparada y con tan solo 20 años comenzó una reconstrucción singular.
En primer lugar, conoció a otras madres y padres atravesando una situación similar. A partir de allí, atravesaron el dolor en comunidad y en 2013 formaron Luz del Cielo, que hoy tiene a Belén como presidenta, aunque se trata de una organización horizontal. “Buscamos salir adelante y resignificar la vida a través de lo peor que le puede pasar a un ser humano”, explicó a La Capital.
La ONG nació en Rosario y en poco más de una década se expandió a Mendoza, Corrientes y Chaco, entre otras provincias. También hay grupos en el mismo sentido en España, México y Uruguay.
Sólo en la ciudad hay alrededor de 500 personas involucradas en la red de contención, de las cuales 150 se mantienen activas durante todo el año. El grupo mantiene reuniones mensuales los últimos viernes de cada mes en la Asociación de Empleados de Comercio (Corrientes 450) y un grupo de WhatsApp diariamente activo. “Lo importante es saber que el paso de un hijo en este mundo no fue en vano, se puede resignificar y salir adelante”, dijo Belén. Si bien Luz del Cielo se conformó por las pérdidas de bebes, en la actualidad las reuniones convocan a madres, padres, tíos y abuelos enfrentados ante un duelo, sin distintivo de edad o motivo de deceso.
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La presidenta de la ONG reconoció una apertura al tema en los últimos años, pero lamentó no poder quitarle los estigmas de un tema tabú. El diálogo es el principal camino para abordar una situación así, reconoció Arce de Veliz. La experiencia es su herramienta preferida, conocer los pormenores de una dolorosa situación es fundamental ante padres y madres que llegan con las heridas abiertas.
Por otro lado, el Luz del Cielo trabaja también para llevar la conciencia a las instituciones. Se desmorona cualquier realidad al momento de llegar a la sala sin tu bebé en brazos y muchas veces las clínicas y hospitales desatienden esta situación. Así también se creó el proyecto Código Mariposa, presentado en la Cámara de Senadores de Santa Fe por Germán Giacomino, “un protocolo de adhesión ante la pérdida. Es importante para la mamá tener una habitación privada o en un área lejos de la zona de maternidad. También un distintivo, nosotros decimos una mariposa, así cualquier personal que entre a la habitación va a saber que esa mamá está en duelo y no se exponga a situaciones o preguntas incomodas, entre otros puntos”, destacó Arce de Veliz. La norma provincial, además, habla de niños prematuros e infantiles porque según la ley nacional, un bebé es prematuro hasta los 32 días del nacimiento y “si se muere a los 35 días pasa a ser infante, pero sigue siendo un bebecito”.
Además del trabajo realizado con las instituciones, en las próximas sesiones del Concejo se debatirá un proyecto para nombrar a una plazoleta cercana al Planetario Municipal del Parque Urquiza lleve el nombre de Luz del Cielo “para que esos papás y mamás que perdieron a sus hijos con semanas de gestación y no tienen donde recordarlo, puedan tener un punto de encuentro”.
Diez años después, la misma sensación
El abismo para Belén cuando perdió a Malena estaba a la vuelta de la esquina. La sensación de soledad y el silencio del entorno ante una situación tabú retumban hasta transformarse en una pregunta sin sentido: ¿por qué a mí?.
Once años después, las familias llegan y Belén revive sus sensaciones. “Los escuchas hablar y soy yo hace 14 años. Exactamente igual”, dijo Arce de Veliz. “¿Sólo a mí me pasa?”, “¿Nadie me va a entender?” o “¿Por qué a mí?”, son algunas de las preguntas que caen de las bocas sin consuelo, del otro lado Belén y Luz del Cielo atajan y muestran una penumbrosa realidad. “Sucede y mucho lamentablemente”, esbozó.
“Nos quedamos preguntando toda la vida por qué a mí, o empezamos a preguntar para qué, resignificamos la vida y, como decimos siempre, transformamos el dolor en amor”, reflexionó la presidenta de Luz del Cielo. Un abrazo entre los presentes muchas veces responde todas estas preguntas sin dirección y las respuestas alivianan una cruz no elegida.