Según los datos del Reporte del Registro Nacional de Donantes Voluntarios de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), Rosario es la tercera ciudad del país con más inscriptos como potenciales donantes de médula ósea. El total del país es de 312.574 y en Rosario hay 12.459, lo que representa casi el 4 por ciento del total de la Argentina.
Esto se debe en parte a que en la ciudad se organizan múltiples jornadas de donación de sangre en todo tipo de espacios: desde museos hasta universidades, bibliotecas, boliches y empresas.
Según explicaron desde la organización Donar Vida, Rosario “es la única ciudad del país donde participan de las jornadas de donación, en forma en conjunta, los servicios de hemoterapia privados y públicos (de los niveles municipal, provincial y nacional), junto con las ONGs que abordamos la temática”.
De hecho, la organización Rosario Solidaria y Donemos Vida hace más de 10 años que realizan colectas y charlas de concientización en distintos espacios. “Estamos bien, pero podríamos tener mejores números”, destacó una de las organizadoras de las colectas. Y remarcó que “hacen falta sumar muchos más donantes”.
En el marco del Día Nacional del Donante de Médula Osea, hoy se celebran los 20 años de la creación del Registro de Donantes de Médula, la entidad nacional que incorpora a los postulantes dispuestos a donar células para ser utilizadas en trasplantes. Y por este motivo, habrá hoy dos colectas de sangre en la ciudad: una de 9 a 12, en la Biblioteca Argentina (Juan Álvarez 1550) y otra, de 9 a 13, en el centro municipal de distrito Villa Hortensia, Warnes 1917.
La inscripción como donante potencial de médula se pude realizar cuando una persona decide dar sangre y expresa su voluntad de ser potencial donante de médula. Esa decisión se volverá efectiva cuando aparezca alguna persona del mundo necesite un trasplante de médula y tenga compatibilidad genética.
En la provincia de Santa Fe, donde hay 32.500 inscriptos como potenciales donantes, “solo 52 fueron preseleccionadas para estudios de compatibilidad, y de ellas únicamente 15 terminaron seleccionadas y completando la donación efectiva”, confirmó la coordinadora del área de Medicina Transfusional del Cudaio, Andrea Acosta.
En primera persona
Uno de los potenciales donantes que efectivamente concretó su deseo fue Bruno Barberi, quien hace 9 años se anotó como potencial donante de médula ósea y el año pasado lo llamaron del Incucai para preguntarle si seguía decidido, porque una persona de Italia necesitaba un trasplante y él podía ser compatible.
Entonces comenzó una serie de estudios y finalmente, en diciembre del 2022 cumplió el sueño de donar sus células para que otra persona pueda seguir con vida.
“Me emocioné muchísimo cuando me llamaron porque siempre quise poder ayudar a otro de esta manera”, contó Barberi. El hombre, de 29 años, es arquitecto (se recibió el año pasado con el mejor promedio de su comisión) y desde que tiene 18 colabora con la organización Rosario Soliaria para la realización de colectas de sangre. Cuando donó por primera vez pensó que algún día llegaría a concretar su sueño y lo logró.
Bruno sabe que su sangre llegó hasta Italia y que la recibió el paciente que tanto la necesitaba. Ahora espera ansioso saber cómo es la evolución del receptor.
“La donación de médula es como cuando vas a dar sangre, pero un poco más larga”, relató Bruno y dijo que “hay muchos mitos que no son verdad”.
El chico estuvo unas tres horas y media en el hospital Alemán de Buenos Aires donde se realizó la extracción y luego se fue a su casa y siguió con su vida normal, destacó.