La vicepresidenta de la Nación charló informalmente con la prensa y dijo que la ciudad es como su casa pero sólo fue oyente de los discursos oficiales
Foto: La Capital/Sebastián Suárez Meccia.
Victoria Villarruel dijo presente en el Monumento.
Este año se dividieron los escenarios gubernamentales para festejar el Día de la Bandera y la visita de la vicepresidenta Victoria Villarruel a Rosario fue una de las notas resonantes a nivel local. Aunque su presencia estaba confirmada de antemano, no habló durante el acto y se limitó a compartir en silencio la ceremonia con el resto de las autoridades.
La funcionaria se mostró de muy buen humor y le restó importancia al desencuentro con el presidente Javier Milei, que encabezó otra actividad casi simultánea en el Campo Argentino de Polo. Luego de los discursos del gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin, confirmó que no la invitaron al festejo oficial en Buenos Aires y decidió viajar a la ciudad de su padre.
La presidenta del Senado no criticó directamente al líder de La Libertad Avanza (LLA), pero sus declaraciones a la prensa ratificaron las diferencias políticas entre ambos. Dentro de su reivindicación de la figura de Manuel Belgrano, aseveró que Rosario es "definitivamente el mejor lugar" para pasar el 20 de junio.
Villarruel estuvo en primer plano de la foto de autoridades del acto rosarino, pero quedó fuera de la lista de oradores. Respecto de esta situación, Pullaro precisó: "Por protocolo, no corresponde que hable si no es autorizada por el gobierno nacional".
"Consultamos y entendimos que tenían que hablar el intendente y el gobernador", añadió el jefe del Poder Ejecutivo provincial. Así, deslizó que la idea de que Milei no sólo dejó afuera del acto porteño a la vicepresidenta, sino que también le bajó el perfil en su viaje a la cuna de la enseña patria.
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Al margen de la aclaración formal en cuanto a la organización de la ceremonia, el jefe de la Casa Gris quedó conforme con la presencia del resto de los funcionarios nacionales y subrayó la asistencia del público a las demás actividades culturales y gastronómicas. "Estamos contentos", aseguró.
Minutos más tarde, Villarruel acompañó al gobernador y a Javkin a la promesa de lealtad a la bandera en el patio cívico del Monumento. La vicepresidenta se mostró sonriente durante la celebración en compañía de la vicegobernadora Gisela Scaglia y la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck.
La vicepresidenta se reunió con las autoridades provinciales y locales a primera hora de la mañana para compartir el acto frente al mástil mayor del Monumento. Apenas salieron de la Sala de las Banderas, recordó que Manuel Belgrano "fue muy claro cuando djo que muchos problemas y dificultades se resolverían rápidamente si tuvieran un poquito más de interés en la patria".
Antes de estas declaraciones en contacto con la prensa, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, había comentado que Villarruel no podía representar al gobierno ante la ausencia de Milei en el acto del 20 de junio. "Que los demás se hagan cargo de lo que dicen", respondió la funcionaria.
Lejos de esta controversia, Villarruel se mostró muy contenta y agradeció la invitación de Pullaro y de Javkin para participar en la ceremonia. Además recordó el peso de la historia de su familia paterna, radicada en la ciudad.
"No hay otro lugar para estar en Argentina", sentenció la vicepresidenta en cuanto a lo que genera la fiesta del 20 de junio. Luego acotó: "Mi mensaje siempre para el pueblo es que tenemos que apuntar a la unidad".
El Parque Nacional a la Bandera fue escenario de una fiesta multitudinaria que combinó múltiples opciones culturales con el tradicional concurso de asadores
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