“Rosario espera y necesita algo más del gobierno nacional. Rosario no es de las lacras que generan los delitos sino de la gente de bien que se levanta a trabajar”. Con estas palabra el gobernador de la provincia Omar Perotti puso un cierre a una jornada caliente y con ecos de impacto internacional tras la feroz balacera desatada con 14 impactos sobre la fachada del supermercado de José Roccuzzo, suegro del astro del fútbol rosarino Lionel Messi.
Los dichos de Perotti fueron el epílogo de un día en el que Rosario se vio sacudida una vez más por la violencia extrema. Y en el cual el ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández lanzó una frase que recalentó la polémica: “Los narcos ganaron la guerra”, dijo (ver página 9). Sobre este tema, el mandatario provincial se pronunció en contra aunque aclaró que no le corresponde a él pedirle la renuncia, sino que deberá ser un tema a evaluar con el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández.
En rueda de prensa y entrada la noche de ayer, el gobernador volvió a exigir públicamente mayor presencia de fuerzas federales pero además mayor cantidad de vehículos y apoyo logístico.
En otro orden, Perotti insistió en solicitar al Congreso de la Nación el pronto tratamiento de ampliación de cargos en la Justicia Federal con asiento en Rosario y que el Ejecutivo remita los pliegos para dar fin a una disputa entre la Nación y la Corte Suprema de Justicia.
También a la hora de responder a la prensa sobre respuestas concretas, el titular del Ejecutivo santafesino admitió que no habrá respuestas inmediatas pero sí un trabajo sostenido.
En relación a las sospechas de connivencia de fuerzas policiales con grupos narcocriminales, Perotti también subrayó “un acompañamiento permanente a los policías que tienen vocación de servicio” e insistió que en lo que queda de su mandato proseguirá con cortar los vínculos entre la policía y el delito.
También Perotti admitió que si bien no pudo mantener un diálogo directo con el presidente, sí puso sus expectativas en el flamante jefe de Gabinete, el rosarino Agustín Rossi, en quien mostró su idea de apoyar el mayor respaldo para la ciudad “con quien creemos tendremos mayor alcance a nuestros pedidos. Rosario necesita y espera algo más de Nación”, lanzó el gobernador.
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Cónclave
La reunión de la Junta Provincial de Seguridad tuvo lugar ayer a horas de haberse concretado la balacera más “famosa” que tuvo lugar en Rosario. Los 14 impactos sobre la fachada del supermercado Único, de Lavalle al 2500 propiedad de José Roccuzzo, suegro de Leo Messi, recorrieron el planeta y con ello funcionarios, legisladores y el gobernador mantuvieron un cónclave donde el ataque tuvo un eje central.
La reunión comenzó en horas de la tarde con la introducción de dos minutos en el uso de la palabra del gobernador santafesino, Omar Perotti. Le siguió su ministro de Seguridad provincial, Claudio Brilloni, quien brindó un panorama general de las actuaciones policiales y de lo hecho hasta el momento.
La alocución de Brilloni fue seguida con atención por parte de los participantes presentes en la sede local de Gobernación durante unos 40 minutos. Su intervención se da en una jornada caliente que comenzó con la feroz balacera al supermercado Único donde dos sujetos en moto bajaron para efectuar 14 disparos sobre la fachada en plena madrugada y dejar una nota intimidatoria que causó un revuelo mundial.
Según algunos consultados presentes en el encuentro de la junta de seguridad sobrevoló una honda preocupación entre las autoridades y un clima de fuerte angustia frente a lo sucedido. Hablaron representantes del Ejecutivo, del Poder Judicial, del Legislativo pero también la Asociación Familiares Víctimas de la Inseguridad.
Según trascendió, el gobernador abrió la reunión con un discurso en el que se diferenció del ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández. Luego Brilloni hizo referencia en un racconto de lo actuado con la idea de dejar a fin de mandato un ministerio “ordenado y prolijo”.
No solo se remarcó una vez más las sospechas de vinculaciones de fuerzas federales con la balacera al supermercado de Lavalle al 2500, sino que hubo consenso político para que Brilloni quede “blindado” de toda especulación en clima de campaña preelectoral. Otro punto fue el fortalecimiento del patronato de liberados que cuenta con 10 mil presos que salen en libertad condicional o salidas transitorias y cuenta con pocos recursos.
El cónclave contó con la numerosa participación de autoridades de los tres poderes del Estado. Desde Perotti hasta su vicegobernadora Alejandra Rodenas, la ministra de Gobierno Celia Arena, el ministro de Gestión Pública Marcos Corach, el secretario de Gobierno Oscar Urruty y Gabriel Somaglia, entre otras autoridades del gabinete. También estuvieron Gabriel Leegstra, director General del Servicio Penitenciario, y el jefe de policía santafesino Arnaldo Martín García.
En representación de la Corte Suprema de Justicia santafesina, su presidente Daniel Erbetta; el procurador general Jorge Barraguirre, el fiscal general Jorge Baclini y fiscales del MPA. Por el Legislativo el presidente de la Cámara de Diputados, Pablo Farías y sus pares Juan Cruz Cándido, Walter Ghione, Carlos Del Frade, Rubén Giustiniani, Joaquín Blanco, Cesira Arcando, Ariel Bermúdez, Fabián Oliver Nicolás Mayoraz, Matilde Bruera, Sebastián Julierac y Gabriel Real. Estuvieron presentes también Familiares de Víctimas.
“Pedimos y celebramos el consenso. Fue una reunión productiva donde por primera vez donde no se tiran con los muertos. Se charló en torno a la reforma policial, ley de seguridad, prisión efectiva por portación de armas y nosotros pedimos seguimiento de los temas, empatía y que tomen medidas, no es ni con mano blanda ni con mano dura sino con mano justa para todos”, resumió.
Del Frade, Cándido, Blanco, Ghione y Bruera hicieron uso de la palabra tras la exposición de Brilloni, y luego fue el intendente Pablo Javkin el encargado de tomar el micrófono.
Luego el intendente hizo más declaraciones públicas. “Me enteré del contenido de la nota intimidatoria a las 8.23 de la mañana; cinco horas despúes del hecho. Nadie se había comunicado conmigo. Hoy pude hablar nuevamente con el presidente de la Nación, pero hace 10 días le llevé puntualmente requisitos de lo que hay que hacer. No tenemos sistema acusatorio, hay un solo perito de balística, faltan fiscales federales, un Poder Judicial de hace 70 años, las fuerzas de seguridad federales no tienen móviles. Uno se harta. Es una vergüenza que se hable de Rosario y después no se la priorice. Este es el reclamo y me van a sacar con los pies para adelante por defender esta ciudad, que es hermosa. En este tema no vemos persecuciones, ni enfrentamientos, en barrios donde la problemática se desarrolla en pocas manzanas”, sintetizó para agregar: “No me cae bien lo que dijo el ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández. Se puede evitar perder la guerra con los narcos y Argentina tiene posiblidades de combatir al narcotráfico”.
El jefe comunal indicó además que Rosario no “es un lugar irrecuperable, pero está claro que una de las hipótesis a investigar está relacionada con gente que fue desplazada del Ministerio de Seguridad santafesino cuando asumió Brilloni”, dijo, para reiterar su indignación por la “alevosía” y la “facilidad” con la que permiten manchar a la ciudad, para admitir que “no puedo no pensar que la zona de la balacera estuvo liberada”.
También hizo declaraciones culminado el encuentro el diputado Blanco. “Es extremadamente preocupante lo que se acaba de consolidar en esta junta. Nuestra posición es crítica al gobierno provincial. El gobierno acusó el golpe, en un momento inédito. Se cruzó un nuevo límite. Se habló de una operación de tipo mafioso de sectores de las fuerzas de seguridad infiltrados en lo que hoy de madrugada ha sucedido. La respuesta de Nación es insatisfactoria y pedimos públicamente la renuncia del ministro Aníbal Fernández, porque es inaceptable lo que dijo en cuanto a que la guerra narco ha ganado. Removieron al jefe del Comando Unificado (por el comandante Daniel Castillo) y no dieron explicaciones. Hay sospechas de actuaciones de fuerzas federales que exigen una investigación y una aclaración. No puede ser que los encargados de cuidarnos sean parte del problema”.
Blanco también cargó contra “el derrotismo del gobierno nacional y provincial. Santa Fe tiene herramientas pero necesita ayuda. Quedan nueve meses de gestión, pero no queremos que sea tiempo perdido y planteamos que no quede en el ministerio que conduce Brilloni tierra arrasada ni vacío. Se atravesó otro límite y la respuesta de la política no está a la altura de las circunstancias. El trabajo que se venía coordinando con las fuerzas federales ha fracasado y lo sucedido en el supermercado deja bajo sospecha para investigar si hay una interna de agentes que deberían custodiarnos”.