Además de la incomodidad y el malestar anímico que genera el calor en muchas personas, las altas temperaturas favorecen la aparición de ciertas enfermedades, entre ellas, las provocadas por alimentos. El correcto manejo de lo que se lleva a la mesa, sea en una domicilio particular o en un bar o restaurante, minimiza las posibilidades de infecciones que pueden ser graves.
Por eso, ante la ola de calor que azota a la ciudad y buena parte del país, es indispensable tener en cuenta las medidas básicas para no ingerir comidas y bebidas contaminados y evitar intoxicaciones.
Un caso reciente de listeriosis en Rosario, enfermedad causada por una bacteria llamada listeria, obligó al personal del Instituto del Alimento junto a Epidemiología y otras áreas municipales a profundizar las recomendaciones en la conservación y elaboración de productos alimenticios.
La persona afectada fue una embarazada que consumió una bebida con banana y leche que estaba en una conservadora portátil. Si bien no pudo determinarse en forma fehaciente que ese alimento haya sido el causante de la enfermedad, todo parece apuntar al licuado que estaba en una refrigeradora de telgopor con hielo.
Susana Dueñas, la ingeniera que dirige el Instituto del Alimento de Rosario, comentó que no se trata de un caso habitual ya que esta bacteria en particular no es tan frecuente como otros microorganismos: "Es poco común pero hay que estar alertas. La mujer se encuentra en buena estado de salud y afortunadamente no hubo otros afectados en su familia".
Justamente las personas gestantes, las que tienen alguna inmunosupresión, los bebés y los ancianos son los más proclives a sufrir las consecuencias del consumo de comida o bebidas contaminados con listeria monocytogenes "que se encuentra en animales, en el agua o el suelo" y se traslada al humano. Suele causar una enfermedad de tipo gastrointestinal que puede evolucionar mal y afectar a otros órganos como corazón, pulmón y la sangre.
Casos masivos
En 2021 y 2022, en meses de altas temperaturas, se detectaron varias intoxicaciones masivas en Rosario. En un casamiento resultaron afectadas 42 personas y otras 82 amanecieron con vómitos y diarrea luego de ser invitados a una cena de graduación, según registros de la cartera sanitaria local.
A principios de 2023, las enfermedades diarreicas fueron aumentando, incluso hubo un número alto de niños con síndrome urémico hemolítico.
Ya sobre finales del año pasado y lo que va de 2024 las denuncias por contaminación de alimentos bajaron en forma considerable. "Puede ser que haya algunos casos aislados que al no tener consecuencias importantes en el organismo, y porque se curan en unos días, no se reportan. Además, la gente va tomando conciencia de la importancia de manipular en forma correcta los alimentos, algo que hay que seguir reforzando", señaló Dueñas.
La ciudad recuerda con pesar lo sucedido hace más de 35 años en la sandwichería Aguiló, que afectó unas 1.000 personas. Fue la intoxicación masiva más trascendente que puso en agenda la importancia de manejar en forma adecuada la comida. En ese caso, la bacteria que provocó el desastre fue escherichia coli y la encontraron en unos triples de pan negro y en una pasta para untar los sandwiches.
>>Leer más: Aguiló Sándwiches: a 35 años de la mayor intoxicación de Rosario
Las reglas de oro
La titular del Instituto del Alimento dijo que hay cinco reglas fundamentales que al seguirlas evitan la mayoría de estos problemas:
-Mantener la higiene de los espacios donde se manipulan alimentos
-Separar en forma correcta los alimentos crudos de los cocidos (no usar los mismos utensilios para unos y otros). No colocar carnes en la parte superior de la heladera que puedan chorrear líquidos a otros alimentos
-Cocinar en forma completa (que no quede nada crudo)
-Mantener los alimentos a temperaturas seguras (un rato afuera de la heladera con temperaturas tan elevadas puede causar proliferación de bacterias o de hongos)
-Lavarse la mano en forma correcta con agua segura y jabón, siempre que se manejan alimentos, al volver al hogar, al salir del baño, después de estar con una mascota, luego de cambiar pañales
Y sumó otras recomendaciones generales:
-Utilizar siempre agua potable para ingerir, lavar y preparar alimentos, lavar y desinfectar utensilios y superficies. En caso de no estar seguro de si el agua es potable: hervir durante 5 minutos o bien desinfectar con 2 gotas de lavandina por litro de agua y dejar reposar 30 minutos.
-Lavar bien frutas y verduras, especialmente si se van a consumir crudas.
-Evitar las preparaciones que incluyan huevo crudo.
-Consumir siempre la leche y sus derivados pasteurizados.
-Colocar los alimentos en la heladera lo más rápido posible para que no pierdan la cadena de frío (entre 0 y 5 ºC). No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente.
-No descongelar los alimentos a temperatura ambiente sino en heladera, horno microondas o bajo corriente de agua fría. No volver a congelar un alimento que ya fue descongelado, a menos que se lo cocine antes de congelarlo nuevamente.
-Guardar los alimentos en recipientes limpios y tapados dentro de la heladera. Nunca guardar latas abiertas de alimentos.
-Verificar el rótulo de los alimentos envasados, como la denominación del producto, ingredientes, fecha de vencimiento, condiciones de conservación, indicaciones del fabricante.
-Desechar las latas de conservas abolladas, golpeadas, oxidadas o hinchadas.
-Rotular claramente todos los productos de limpieza, insecticidas y cualquier producto químico, para evitar confusiones potencialmente fatales.
-Evitar la presencia de animales en los sectores de elaboración de alimentos. Los animales domésticos deben de estar desparasitados.