El Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario cuestionó en duros términos el paquete de medidas que aprobó el Concejo a pedido del Ejecutivo para reforzar los controles en la ciudad contra la inseguridad. "Muy a la ligera se propone un plan que para el control municipal es prácticamente inviable con los inspectores que hoy tenemos", advirtió el secretario general del gremio, Antonio Ratner. El dirigente fue más allá y remarcó que hace una década había 300 agentes para fiscalizar el tránsito, y ahora con un parque automotor que se duplicó, el cuerpo de inspectores se redujo a casi la mitad.
El jueves pasado, tras una semana de intenso debate político tras la masiva marcha por justicia y seguridad, el Concejo aprobó una batería de medidas diseñadas por la Intendencia y los ediles para combatir la inseguridad a escala local.
Plan. El paquete incluyó mayores exigencias y controles a determinados rubros comerciales potencialmente conflictivos como armerías, locales de ventas de celulares, desarmaderos, talleres mecánicos y espacios vinculados a los espectáculos públicos nocturnos.
A una semana de la sanción de la emergencia en seguridad, el gremio municipal criticó las normas, la falta de consulta a los trabajadores y su impacto efectivo.
"Hace falta capacitación y comprometer a los trabajadores (en los operativos), a quienes les llega en cuentagotas la información para hacer las nuevas tareas", se quejó Ratner por La Ocho.
Luego, el histórico dirigente de los municipales rosarinos agregó: "Hace 12 años teníamos en Rosario un parque automotor de 400 mil vehículos y unos 300 inspectores para controlarlos".
"Hoy en la ciudad de Rosario —continuó— circulan 600 mil autos y si le sumamos el transporte público y los rodados que llegan desde otras localidades tenemos un parque automotor de 800 mil vehículos que se fiscalizan con 186 inspectores. Está muy claro que no se puede controlar con este cuerpo de inspectores".
Ratner mencionó además que "se ha diversificado la tarea del inspector, que tiene que controlar la doble fila frente a las escuelas, un camión que transporta materiales para la construcción, está en la Calle Recreativa, en los operativos barriales, de alcoholemia y de motos".
Para el jefe de los trabajadores comunales, "muy a la ligera se propone un plan que para el control municipal es prácticamente inviable con los inspectores que hoy tenemos".
Según Ratner, "hay muchas cosas que discutir antes de implementar un plan como el que se lanzó. Hay que establecer cuáles son las funciones de cada trabajador, o controla el tránsito o la seguridad".
A criterio del secretario general de los municipales, "a Rosario ahora hay que verla con una visión metropolitana, planificando con las localidades con las que compartimos el transporte, el agua, los servicios públicos. Y los controles deben llegar a esas ciudades donde se les complica un poco efectuarlo".
En ese sentido, desde el gremio municipal manifestaron su malestar por no haber sido convocados a la planificación de nuevas fiscalizaciones. "Cada vez se le pide más a las áreas de control municipal pero muchas veces no se tiene en cuenta sus necesidades", remarcó Ratner.
Luego advirtió sobre los elevados niveles de violencia que hay en la ciudad. "Labrar un acta de mal estacionamiento en la calle puede derivar en una agresión al inspector, controlar un local bailable, cortar una calle de parte de los inspectores genera situaciones de violencia".
Al respecto reconoció que incluso el día de la masiva marcha por seguridad del 25 de agosto, muchas personas descargaron su bronca contra los pocos inspectores que había tratando de ordenar el tránsito.
"Vivimos —siguió— en un clima de violencia generalizada. El vecino debe entender que hay normas básicas para no caer en la agresión para que haya una verdadera convivencia", insistió.